Hay personas que luego de un largo día de trabajo o escuela se acuestan en el sillón mientras ven algo en la televisión, es así como sin notarlo luego se duermen y despiertan luego de unos minutos o incluso horas, por lo que intentan retomar su descanso en su cama, pero esto no funciona como lo esperan.

Este fenómeno ha sido estudiado por diferentes especialistas, quienes buscaron la forma de averiguar lo que ocurre en este tipo de situaciones, así como lo factores que provocan este efecto dentro de los seres humanos. De este modo fue como encontraron una posible causa que podría afectar a un gran número de individuos.

Del mismo modo emitieron una serie de recomendaciones que se pueden seguir para evitar este tipo de inconvenientes, pues pueden generar distintos problemas al no tener el descanso se necesita. Por medio de estos hábitos será posible modificar este tipo de conductas

¿Por qué es complicado dormir en estos casos?

Existe algo llamado presión del sueño, que es la fuerza biológica que genera el impulso de dormir, que suele presentarse con mayor intensidad cuando se pasa mucho tiempo sin descansar como se requiere.

Al finalizar un día de trabajo es probable que aparezca esta presión, la cual podría potenciarse con los hábitos del sueño comunes, es decir, cuando llega la hora en la que normalmente te vas a la cama.

Así fue como lo explicaron en una investigación realizada por The Conversation, en la que participaron académicos y periodistas que se encargaron de analizar este fenómeno y luego lo expusieron en un artículo.

Del mismo modo, tomar una siesta involuntaria en el sofá puede relacionarse con el entorno, por ejemplo, si hay una temperatura agradable, luz tenue, silencio o música relajante, así como otros factores que son similares.

Lo que pasa después de estas siestas

Los expertos comentaron que la presión del sueño es mayor en el sillón y disminuye al momento de pasarse a la habitación. Es así como quienes solo hayan dormido unos minutos en la sala podrían retornar su descanso sin inconvenientes, contrario a quienes lo hacen por varias horas.

Igual pasa por los ciclos de sueño, que tienen una duración de 90 minutos, en los que al inicio son tranquilos y luego se vuelven profundos, quienes despierten en este segundo caso se levantarán aturdidos y les será más sencillo volverse a dormir, pero si pasa al revés será más complicado.

También hacer actividades intermedias pueden causar conflictos, tal es el caso de lavarse los dientes o vestirse para dormir, pues hará que el cerebro se mantenga alerta. Algunas recomendaciones en estas situaciones son:

• Descansar en una habitación tranquila y cómoda.
• No ocupar el celular en la cama.
• Eliminar el ruido externo.
• Buscar la temperatura ideal.