El sildenafil, también conocido como “la pastillita azul” o por su nombre comercial “Viagra”, es un fármaco que fue impulsado entre la población como un ‘potenciador’ para los hombres al mantener relaciones sexuales, sin embargo, su propósito está lejos de esta definición, afirman médicos urólogos en Puebla.
Este medicamento, que originalmente fue creado para la hipertensión pulmonar, fue adaptado para tratar la disfunción eréctil tras darse cuenta de los efectos adversos que provocó en los hombres que lo consumían. No obstante, su uso irresponsable puede provocar, en los casos más severos, la muerte.
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La automedicación de este fármaco es peligrosa y, peor aún, la recomendación con amigos o familiares para tratar los problemas de erección, los cuales en su mayoría no están relacionados con padecimientos físicos, sino psicológicos, advierten.
La pastilla azul, última opción para los hombres
A decir de Rufino Noyola Santamaría, médico urólogo del Hospital Ángeles Puebla, el sildenafil es la última opción de los especialistas para tratar los problemas de disfunción eréctil, toda vez que este padecimiento tiene diversas causas de origen, entre ellas la falta de flujo de sangre, que es la única que puede tratarse con este medicamento.
Es decir, únicamente los pacientes con problemas de flujo de sangre al pene son candidatos para el consumo de este medicamento, pero no solo eso, en este proceso intervienen otros factores que pueden descartar esta opción, por ejemplo, los problemas cardiovasculares, explica.
Además, pese a que la disfunción eréctil es un problema que, en su mayoría, acompaña a los hombres mayores de 40 años, también se han presentado en jóvenes de 20 años en adelante, por lo que es necesario investigar las causas previo a la medicación.
“Que se presente la disfunción no significa que estén condenados a vivir con el padecimiento de por vida, es necesario acudir a valoración médica para realizar pruebas de laboratorio, y así integrar la causa de la disfunción, existen múltiples tratamientos, por ejemplo la estimulación, que pueden ayudar a los hombres antes de usar este medicamento”, explica.
No es potenciador para mantener relaciones sexuales
Israel Arellano Romero, urólogo del Hospital Regional del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), afirma que el sildenafil no es un potenciador, información que principalmente es difundida a través de internet o redes sociales, por lo que hace un llamado a no caer en esta falsa recomendación.
“En redes lo describen como un medicamento que ayuda a potenciar la calidad de la erección, pero la información científica nos dice que no es asi, se usa específicamente en pacientes en los cuales ya se estudió la causa de por qué tiene esa dificultad”, comparte.
Reitera que, el consumo de este medicamento solo es para algunos pacientes con alteración en el flujo de sangre, de lo contrario, su uso irresponsable puede desencadenar en problemas severos, como un infarto.
Al igual que otros medicamentos, este tiene diversos efectos secundarios, entre los que resultan, por mencionar un caso más leve, un dolor de cabeza hasta la muerte, principalmente cuando se mezclan con otras sustancias.
Otro padecimiento que pueden presentar quienes se automediquen con la Viagra, cuando no la necesitan, es sufrir una erección prolongada y dolorosa que, de no atenderse en las primeras horas, puede provocar una disfunción eréctil permanente.
Jóvenes no necesitan Viagra
A decir de Ángel Antonio Bustos, residente de Urología del ISSSTE, la disfunción eréctil en jóvenes, que también es visible en la entidad, no está relacionado con daños físicos sino emocionales y, por tanto, la Viagra no es una opción para tratar este padecimiento.
En jóvenes la principal causa de las disfunción es la psicológica, por haber perdido algún familiar, una pareja sentimental o sexual, es lo que pued producir estas alteraciones en el cuerpo”, detalla.
Abundó en que, sustancias contrarias a la erección como la adrenalina, cuando se produce con mayor frecuencia en el organismo, puede producir la disfunción y por tanto es importante que los jóvenes no se automediquen, sino que acudan con un especialista en salud mental.
“Esto solo puede ser tratada por medio de terapia psicológica y no necesariamente con el uso de medicamentos”, agrega.
Asimismo, sugiere no mezclar este medicamento con otras sustancias o drogas legales o recreativas, mucho menos con bebidas alcohólicas durante alguna reunión social donde comúnmente sucede esto, ya que puede agravar la salud física del paciente.