Si alguien lee la frase de “vamos al Noa…Noa vamos a bailar…”, automáticamente en su mente la corea al ritmo de la canción porque sin duda, el Noa Noa, fue uno de los grandes éxitos con los que Juan Gabriel hizo bailar y cantar a millones de seguidores que a la fecha extrañan su presencia.
El Divo de Juárez llegó para quedarse en el corazón de México, porque aunque sus fieles fans reconocían la belleza de sus canciones, siempre destacaron su sensibilidad humana, su sencillez, amor y total entrega que profesó durante muchos años a su público.
“Es un honor ser el doble de Juan Gabriel, pero también es una gran responsabilidad porque se trata de uno de los más grandes de la música mexicana”, comentó en entrevista para El Sol de Puebla.
Pero ¿cómo fue que Luis Alfredo se metió en la piel de este gran cantante?
“Recuerdo que me gustaba mucho la música de Juan Gabriel, desde que tenía 13 o 14 años. Siempre escuché su música. Después decidí dedicarme a la música de manera profesional. En mis primeras presentaciones la gente me aplaudía y se quedaban fascinados con mi actuación; eso me motivó a perfeccionar más la parte vocal”.
Su gran talento y parecido con el intérprete de “Yo no nací para amar” le abrieron las puertas para participar en varios programas de televisión.
“Es un reto mantener viva la esencia del Divo porque es un personaje fuerte y hay que saber actuarlo lo más cercano al artista y sin faltarle al respeto”.
LAMENTA SU PARTIDA
Durante más de 15 años Luis Alfredo se ha dedicado a compartir momentos de alegría con el público, pero, uno de los episodios de mayor tristeza fue cuando se enteró del fallecimiento del Divo.
“Me llené de tristeza. La gente me llenaba y me decían El Divo se murió y yo les contestaba: claro que no, me están mintiendo, y jugando hasta les decía, ¡estoy vivo!”.
Pero la insistencia de la gente fue tal que, tuvo que enfrentarse a lo inevitable.
“Vi las noticias y me llené de tristeza, me dio como pánico y miedo. Sentí como si perdiera algo muy cercano a mí porque él es un artista que me ha dado para vivir. A la fecha uno no puede creer que se haya ido”.
El comportamiento abiertamente femenino de Juan Gabriel, su vestimenta colorida y su singular manera de bailar siempre levantó polémica y duda sobre su orientación sexual, pese a ello, logró ganarse el aplauso de hombres y mujeres por igual.
“Era un hombre con comportamientos “delicados”, situación que en esa época era muy recriminada por la sociedad, pero él logró enfrentarse a ese reto y más en un México machista en el que vivíamos”.
Alfredo reconoció que aunque a la fecha los jóvenes están más involucrados con otro tipo de música “a todo mundo le gusta, desde chicos hasta grandes y su música seguirá vigente durante muchos años más”, finalizó.
La lista de premios y reconocimientos a los que se hizo acreedor Juan Gabriel es interminable, pero uno de los que más destaca es la Estrella que tiene en el paseo de la Fama de Hollywood, lugar en el que año con año le llevan flores para recordarlo.
Cientos de homenajes se han hecho en su memoria y aunque nunca tuvo un lazo de sangre con los millones de personas que lo admiraban, estas le lloraron amargamente el 28 de agosto de 2016 con el mismo dolor y tristeza, como si su muerte se tratase de un integrante de la familia.
Su música perdura y sigue vigente no solo por sus discos, sino también gracias a personas como Luis Alfredo, que con gran orgullo y respeto comparte su música mediante sus imitaciones.