Odín Dupeyrón regresó a Puebla con el monólogo "¡A Vivir!"ante un auditorio abarrotado, la noche de este jueves 9 denoviembre en el CCU de la BUAP.
Durante su monólogo Dupeyrón echó indirectas a cerca de 500personas por su impuntualidad, pues 40 minutos después de haberempezado la obra aún seguía entrando gente y comprando boletos entaquilla.
El escritor no se aguantó las ganas y al final del montajerecriminó a las personas que pedían a gritos las dejaran entrarcuando ya había empezado el monólogo y que por motivos delogística, tenían que esperar unos minutos para ingresar.
Incluso reprendió a algunos poblanos que llamaron "gatos" a sustaff por pedirles que esperaran un momento.
"Por respeto a ustedes mismos que pagaron un boleto y a lagente, si llegan tarde se aguantan hasta que los dejen entrarporque no llegaron a la hora que tenían que llegar. Porque haytráfico, porque no es mi culpa, porque Dios me castigó. Me valemadre".
"Alguien le grito a mi persona: 'Déjale pasar. Tú eres ungato'. No. Mi gente no es gato de nadie. Mi gente trabaja para mí.Son empleados. Ustedes no los pueden agredir", dijo severamenteOdín a la audiencia, que respondió con aplausos y ovaciones depie.
Con las risas del público desatadas por la burla, Dupeyróncontinuó con la interpretación de Marciano. Su personaje es unhombre que ha luchado contra los prejuicios de la sociedad, lainconformidad de su madre Sofía y la amargura de su padreMartín.
Marciano llega a un grupo de autoayuda, liderado por el DoctorAugusto, en el cual narra a sus compañeros de sala, que es elmismo público, los conflictos que ha atravesado para tratar de seraceptado por los demás.
Bajo la sombra de la falsa felicidad (el dinero y estatussocial), Marciano cuenta sus peripecias por tratar de ser feliz,las cuales por lo complicado de la situación son divertidas, peroal mismo tiempo, trágicas.
Odín se ha presentado en lo que va del año en Puebla con otrasdos obras: "Veintidós, veintidós" y "Lucas", ambas con afororepleto.
