Un mes fue suficiente para que se diluyera el morenovallismo de Puebla. Este grupo político nació en 1999 cuando Rafael Moreno Valle fue designado como secretario de Finanzas en el sexenio de Melquiades Morales, y fue sepultado políticamente apenas el 21 de enero con la llegada del priista de Guillermo Pacheco Pulido a Casa Puebla.
Bajo las siglas del PAN, el expriista Moreno Valle ganó las elecciones a la gubernatura en 2010, arrebatándole el poder al que fuera su partido. Logró dejarle el cargo a Antonio Gali López, quien fuera su secretario de Infraestructura y más tarde alcalde de Puebla. Posteriormente el panista intentó extender su permanencia en el poder a través de su esposa Martha Erika Alonso Hidalgo, consiguiéndolo solamente por 10 días.
Hace un mes, en vísperas de Navidad, Moreno Valle y la entonces gobernadora de Puebla murieron, junto con otras tres personas, en un accidente aéreo luego de que se desplomara el helicóptero en el que viajaban de Puebla hacia la Ciudad de México.
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Martha Erika, quien fue la primera gobernadora de Puebla y de Acción Nacional, consiguió el triunfo electoral, pero con dificultades. Una impugnación de su adversario político de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena- PT- PES), Luis Miguel Barbosa, hizo que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) fuera el que confirmara su triunfo, en una votación dividida.
Ambos personajes estaban prácticamente en la cima del poder: ella consiguió el triunfo en Puebla pese a la oposición del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y él alcanzó la coordinación del PAN en el Senado de la República, desde donde, según trascendió, buscaría la candidatura Presidencial en 2024.
Este escenario político cambió el 24 de diciembre. El accidente dio paso a una revolución en el PAN, incluso algunos de los morenovallistas “saltaron del barco” a los pocos días, tal es el caso del exdiputado federal Eukid Castañón.
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Incluso provocó que sus partidos satélites, es decir, con los que el PAN se coaligó desde hace ocho años (PRD, Nueva Alianza y Movimiento Ciudadano) se le rebelaran y calificaran de “arrogantes” a los panistas. No obstante, el exgobernador Gali Fayad calmó los ánimos entre estos partidos, con lo que se dice que asumió el liderazgo de este bloque político.
INICIARON LOS JALONEOS POR LA GUBERNATURA INTERINA
Después del deceso de los exgobernadores vinieron las negociaciones. Según Marko Cortés, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, la propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez, prometió que el partido blanquiazul mantendría el poder en Puebla desde la gubernatura interina, lo cual no fue así.
El Congreso local, presidido por el morenista Gabriel Biestro, inició con el proceso de análisis de perfiles para ocupar la gubernatura interina en tanto se desarrollan nuevas elecciones. El Poder Legislativo recibió alrededor de 60 solicitudes para ser considerados. Rectores, académicos, reporteros y hasta un youtuber, fueron algunos de los interesados.
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Tras casi un mes de jaloneos políticos, la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Poder Legislativo sacó una terna: el diputado con licencia de Nueva Alianza, Gerardo Islas; Jesús Rodríguez Almeida, quien fungió como encargado de despacho de la gubernatura y quien supuestamente era la propuesta del PAN para ocupar el cargo; y el priista Guillermo Pacheco Pulido, exalcalde Puebla y expresidente del Tribunal Superior de Justicia.
Desde la Comisión de Gobernación, encabezada por Morena, fueron descartados los dos primeros perfiles. En el caso de Almeida fue por no tener la ciudadanía de poblano, por lo que incluso los diputados del PAN no defendieron el perfil, ocasionando que Marcelo García fuera removido de la coordinación de dicha fracción parlamentaria, significando otra fractura más del morenovallismo.
El 21 de enero los diputados solamente llevaron al Pleno el nombre de Guillermo Pacheco Pulido, quien 40 votos a favor y una abstención fue designado como gobernador interino. Ha trascendido que este político de 85 años de edad es gente cercana a Barbosa Huerta, ex adversario político de Alonso Hidalgo.
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Ante la llegada del priista inmediatamente comenzaron a darse las renuncias y los nombramientos en el gobierno estatal. Almeida dejó la titularidad de la Secretaría General de Gobierno y su lugar fue ocupado por Fernando Manzanilla, diputado federal de la coalición Juntos Haremos Historia; él ya había ocupado esa cartera al inicio de la gestión de Moreno Valle, quien era su cuñado.
El grupo que lideró Moreno Valle comenzó a despedirse del poder a través de los integrantes del gabinete que conformó Martha Erika, con una fotografía grupal que difundieron en sus redes sociales, acompañada de un mensaje hacia la panista fue gobernadora solamente por 10 días, con lo que se cerró el tercer y último capítulo del morenovallismo.
