El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta y Sandra Sosa, representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en México (PNUD), realizaron la firma de un acuerdo de colaboración en materia de medio ambiente. En este plantea la capacitación de funcionarios para actuar ante riesgos de desastres.
La firma forma parte de la segunda etapa del proyecto “Puebla Resiliente Ante Desastres Fase II”, en donde se preparó a 17 presidentes municipales para actuar ante riesgos de desastres, así como la actualización de reglamentos en la materia y planes de desarrollo.
El jefe del Ejecutivo estatal señaló que esta nueva fase de colaboración es una oportunidad para seguir actualizándose sobre el tema y aprovechó para mencionar que su gobierno ha dado respuesta inmediata en este tipo de eventos, recordando el paso del huracán Grace –que afectó viviendas y cultivo—, así como la explosión en San Pablo Xochimehuacán—dejó un muerto y 11 heridos—.
“Hoy en el mundo los desastres están presentes, Puebla es un territorio de alta sismicidad, sobre todo en una línea imaginaria de Ciudad Serdán hacia Santa Rita Tlahuapan, es la alta sismicidad del estado. La capacidad de respuesta y resiliencia es algo que se está construyendo todo el tiempo. (…) también tenemos las sequías, también la lluvia que destruye siembras, los deslaves”, declaró.
Subrayó que, en eventualidades, la resiliencia social y el actuar del gobierno es fundamental, por lo que reiteró su apoyo a municipios en este tipo de circunstancias.
“La resiliencia es la capacidad que la sociedad tiene para poder reaccionar ante una situación de afectación, pero depende de la respuesta que pueda darse desde los gobiernos, presidentes municipales cuenten conmigo”, enfatizó.
Por su parte, la representante de la PNUD celebró que el gobierno de Puebla priorice las condiciones de desarrollo más seguras para la ciudadanía, con la intención de fortalecer capacidades institucionales y el incremento de número de municipios atendidos en la materia.
“El respaldo del gobernador da fe de la prioridad e importancia que brinda a la generación de condiciones de desarrollo más seguras para los habitantes de Puebla, optimizando la prevención y gestión de riesgos de desastres. En Puebla los desastres han marcado huella y sus impactos siguen presentando desafíos en materia de ordenamiento territorial, ecológico y económico”, comentó.
