SAN JOSÉ CHIAPA, Pue. - “Se le quedó el nombre de Audi, perode progreso nada”. Don Alberto, campesino del municipio poblanoligado para siempre a la marca de automóviles de lujo, resume asícasi un lustro de expectativas frustradas. Los empleos, lainfraestructura y la riqueza que prometía la instalación de laarmadora nunca se cumplieron, al menos para sus pobladores.
Con paso lento, Alberto, don Beto, guía el camiónde una cervecera a través de una calle sin pavimentar. Tresimprovisadas edificaciones de cemento gris rompen la monotonía deterrenos secos. El vehículo se detiene frente a una de ellas,señalada con un papel naranja en el que se lee “Se vendecerveza”. Dos hombres se bajan y comienzan a descargar variascajas con envases de vidrio. Sólo hasta que vuelven a subir a lacabina del automotor, el anciano comienza a hablar.
“Esperábamos que el pueblo, cambiara, que se habitara. No,no ha habido nada de cambio, el pueblo se queda como está”,rezonga. “Yo me dedico al campo. Ahí –en el negocio decerveza- medio le hago que vendo pero no se vende nada”.
- ¿Llegan aquí trabajadores de Audi?
- Los trabajadores de Audi tienen tanto transporte que salen deplanta y vámonos por donde vienen.
- ¿Tampoco es gente de aquí?
- No, no, habrá unos 30 trabajadores de acá del pueblo yserá mucho. No están preparados, todo el mundo tiene Primarianada más acá.
Cada pregunta de El Sol de Puebla parece minar un poco más supaciencia. San José Chiapa está cansado de los medios decomunicación. En 2012, periódicos, radios y televisoras de todoel mundo comenzaron a pronunciar, con más o menos acierto, elnombre del municipio, que hasta entonces había permanecidoconfinado en los límites de las noticias locales. Fue enseptiembre de ese año cuando Audi, perteneciente a GrupoVolkswagen, anunció que construiría allí su nueva fábrica deautomóviles de lujo.
Las facilidades logísticas, la infraestructura, los empleosbien cualificados y la calidad de vida fueron algunos de loscriterios esgrimidos por la empresa alemana para elegir a San JoséChiapa entre más de 12 emplazamientos de América Latina. “Lanueva planta en San José Chiapa será la más moderna de la red deproducción de Audi por su uso eficiente de fuentes y métodos defabricación”, juró el jefe de producción, Frank Dreves.
La fábrica, donde se ensambla la nueva versión del modelo Q5,es una realidad. En mayo de 2013, el entonces gobernador RafaelMoreno Valle, que busca ahora la Presidencia de la República,colocó junto a directivos de la automotriz la primera piedra delcomplejo, al lado del proyecto urbanístico conocidocomo Ciudad Modelo. Tres años después, en septiembre, la plantafue inaugurada.
“EL PUEBLO PRÁCTICAMENTE SE QUEDÓ COMOESTABA”
Durante la edificación de la fábrica la tienda de abarrotes ElAmigo Blas se acostumbró a vender frutos secos, papas y refrescosa los obreros y técnicos, muchos de ellos alemanes. “Nuestratienda tiene… ¿qué tiempo tiene? Como ocho años, antes de queviniera Audi, y nuestras ventas habían sido más o menos. Cuandollegó Audi, fue cuando empezaron a incrementar, a incrementar”,relata Berta desde el mostrador. “Pero pues se apagó”.
Según avanzaba el proyecto, desaparecían los obreros. Elpersonal encargado de la construcción fue sustituido poco a pocopor fuerza laboral especializada en la manufactura automotriz.“La gente de aquí se emocionó, veía que había gente y empezóa rentar casas y todo pero bien caras”, añade.
El sueño inmobiliario de muchos pobladores, del que quedandecenas de carteles de “Se vende”, “Se renta” u “Ofrezcoterreno para uso industrial”, terminó de morir con lainauguración del bulevar Industria Automotriz, más conocido comobulevar Audi.
La vía permite un acceso más rápido a la planta desde laautopista Amozoc – Perote, sin necesidad de atravesar lapoblación de San José Chiapa. “Las entradas son de aquel lado,entonces el pueblo prácticamente se quedó como estaba”,apunta Berta, refiriéndose al vecino municipio de Rafael LaraGrajales.
Los pobladores de San José Chiapa miran con recelo esta últimajurisdicción. El ruido de fondas, tienditas y puestos ambulantesque intentan cazar a pie de carretera a todo aquel que se acerca ala planta automotriz contrasta con la quietud de sus calles.
“Se fue todo a Grajales”, insiste Sergio González,propietario de la miscelánea Cynthia. “Si un día tú vas porallá, por Grajales, te digo que van como 500 gentes, purotrabajador, un día que vayas tú a las 5 o a las 6 de la mañanalos ves. Ve cuánta gente pasa acá y cuánta gente pasaallá”.
La inquina contra Grajales esconde la frustración deun pueblo que casi cinco años atrás se imaginó millonario.“Creíamos que era bueno para el pueblo, era lógico,pensábamos que se iba a transformar el pueblo”, recuerdaSergio. “Se suponía que iba a ser una cosa que beneficiabamás que nada, pero no fue así”.
UNA CIUDAD ALEJADA DEL PUEBLO
La Ciudad Modelo fue trazada en San José Chiapa pero para elmunicipio sigue resultando extraña. Los bloques de departamentoscontrastan con las grandes extensiones de terrenos baldíospropiedad de los pobladores.
Sin condición de asalariados, los vecinos de la jurisdicciónno pueden acceder a los créditos para comprar una de lasresidencias, pero tampoco quieren. Prefieren sus tienditas encalles bautizadas con pincel en vez del supermercado Chedraui quealista su apertura en la Ciudad Modelo; el campo para losanimales, en vez de los ‘roof garden’; la escuela municipalfrente a la universidad bilingüe. ”En lugar de darnosbeneficios, nos encerró más”, explica don José sobre ladistancia, no sólo física, que existe entre ambas locaciones.
