Las bicicletas se apilan en las tiendas especializadas, pero esta vez no porque se vendan como pan caliente como sucedió hace unos meses. Ahora se acumulan porque los dueños buscan servicios para esas máquinas, dejando en claro la explosión exponencial de la bici y sobre todo la continuidad de su uso en la ciudad.
Al menos desde agosto pasado, y tras la recomendación de la Secretaría de Movilidad por hacer de la bici el medio predilecto de transporte en la pandemia para prevenir contagios, el empleo de la bicicleta creció en la capital del estado un 30 por ciento, según datos de la Asociación de Transporte y Movilidad.
Pero a decir de Arturo Marín, dueño de la tienda de bicicletas Bici PRO, la gente optó por la máquina de dos ruedas por sus bondades para la salud, el deporte y el esparcimiento en una época donde se cerraron “gimnasios y espectáculos, lo cual generó en mucho estrés y éste debía de tratarse o minimizarse de alguna manera… ahí la gente se dio cuenta o redescubrió la bicicleta”.
Es decir, “parte de la ciudadanía ha descubierto desde la pandemia que este instrumento te ofrece todo a partir de sentarse en él, pues cuando te transportas, te ejercitas y también te diviertes”, comenta mientras acaba de cambiar el cableado del sistema de frenos de una de 13 bicicletas que esperan por servicio en su tienda-taller.
“Como verás ya no tengo bicis en la tienda, las 30 en ‘stock’ (aparador) volaron desde finales de junio como sucedió en la gran mayoría de los comercios del ramo en Puebla. Pero ahora la gente viene porque le urge un servicio y no me doy abasto porque todos los días entra un cliente preguntándome, ‘¿cuándo tendría mi bici?’ Y si antes me tomaba tres días, ahora por la cantidad de trabajo, las entrego de 13 a 14 porque entran en lista de espera”, explica justo cuando un chico de entre 20 o 24 años de edad entra con bici en mano a su local solicitando servicio como para no dejarlo en mal por lo compartido segundos atrás.
Arturo, como buen amante de las bicicletas, ahora espera de la población un verdadero esfuerzo para mantenerse sobre dos ruedas. Aunque entiende bien eso dependerá de las facilidades en la ciudad para trasladarse o mínimo para ver con otros ojos a los ciclistas, los cuales forman parte desde hace mucho del tránsito local.
La tesis de Arturo coincide con la del colectivo ciclístico BiciOpolis, el cual apuesta por mantener a la bici como medio de transporte aún después de la pandemia a partir de la colocación o aparición de más ciclo-vías en las calles de la capital poblana.
“Hemos observado que el uso de la bicicleta sigue en aumento, tal vez ya no con la velocidad con la que lo hizo en el verano. Pero lo que ayudará más para hacer o generar toda una cultura de la bicicleta es la aparición de nuevas ciclo-vías y que éstas queden bien delimitadas para no tener conflicto con los automovilistas”.
Mientras tanto, en las avenidas de Puebla o sus ciclo-vías, sumando ya éstas hasta 26 kilómetros, es cada vez más común ver cómo conviven las bicicletas de “lechero” o de turismo con las urbanas, las de ruta o de montaña, pero… ¿cuál conviene más utilizar en la ciudad o a partir de qué se debería de escoger entre toda la gama? O ¿qué factores (tamaño, presupuesto, material) se deben de considerar para comprar una bicicleta…?
Mañana, dándole continuidad a este serial, comenzamos a particularizar en cada uno de estos elementos para brindarte un panorama más claro, partiendo siempre de qué se quiere hacer sobre dos ruedas (competir, divertirse o ejercitarse).
EL APUNTE
El ciclismo, no como deporte de alto rendimiento, es perfecto para coger tono o condición física quemando calorías inclusive después de una sesión de 30 minutos, la cual se debe de realizar a buen ritmo: sin forzar, pero cumpliendo con un desgaste, tal y como recomienda el entrenador Gerardo Hernández
