/ miércoles 21 de diciembre de 2022

Contabiliza Ibero Puebla 50 feminicidios

Autoridades solo contabilizan 19 muertes de mujeres, identificados con feminicidios, pero la cifra no coincide

Las cifras oficiales siguen con 19 feminicidios de enero a noviembre de este año, sin embargo, el Instituto de Derechos Humanos “Ignacio Ellacuría, SJ” de la Ibero Puebla lleva un total de 50 probables muertes por razón de género en el mismo periodo. De estos 50 casos, 18 asesinatos los perpetraron las parejas de las víctimas o sus familiares, en 11 se desconoce la identidad, en 9 se notificó que estaba desparecida previo a su fallecimiento, 3 fueron menores de edad y el resto registró violencia máxima.

Fue este 20 de diciembre que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) arrojó su penúltimo informe de incidencia delictiva y para enero-noviembre de este 2022 informó que se han acumulado un total de 19 carpetas de investigación por feminicidio, es decir, el homicidio de una mujer por el simple hecho de serlo.

No obstante, El Sol de Puebla ha recalcado mes por mes que las cifras no coinciden con el Observatorio de Violencia Social que pertenece al Instituto de Derechos Humanos de la Ibero, pues ellos contabilizan todas las muertes de mujeres que tienen razones de género y que, por tanto, deberían de nombrarse como tal “feminicidio”.

Tan sólo hay que recordar que, desde el 2019, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que cualquier muerte violenta de una mujer debe de investigarse como feminicidio. Además de realizar las diligencias que se hacen en cualquier caso de esta índole, las autoridades deben identificar la posible presencia de motivos de género que originen dicha muerte.

De la misma forma, los protocolos para la investigación de muertes de mujeres establecen que deben realizarse diversos peritajes que determinen si el cuerpo presenta signos de defensa, lucha e indicios de maltrato crónico anterior a la muerte de la víctima, principalmente poniendo atención a signos en los bordes cubitales de manos, antebrazos, uñas, así como mordeduras de mamas o contusiones al interior de los muslos, entre otras cuestiones probatorias relevantes.

Pese a ello, las cifras oficiales en Puebla no coinciden con los organismos sociales. El mismo Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, así como otras organizaciones, han externado que esto puede derivar a que las autoridades no los catalogan como tal. Lo que podría dar como resultado en condenas bajas o nula justicia para los familiares de las víctimas.

De los 50 probables feminicidios que el Instituto ha registrado, es preciso mencionar que todos cumplen con las características que las mismas autoridades han determinado para diferenciarlos de cualquier otro homicidio. Por ejemplo, que la mujer presente signos de violencia sexual o de cualquier otro tipo, que su cuerpo sea expuesto, que le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes, que en vida haya sido víctima de violencia, entre otras.

Estas 50 muertes son el reflejo de la violencia feminicida en Puebla, pues en 18 casos el asesino fue la pareja sentimental, ex pareja o un familiar cercano de la víctima, en 11 casos las mujeres no han sido identificadas, pero sufrieron lesiones en sus cuerpos u otro tipo de violencia, 9 mujeres fueron reportadas como desaparecidas previo a encontrarlas muertas, 3 eran niñas que fueron atacadas sexualmente y el resto registró una muerte agresiva.

Dentro de lo malo, se puede destacar que las cifra han ido a la baja, pues de enero a noviembre del año 2021, se reportaron 33 feminicidios, lo que representa una disminución considerable tomando en cuenta los 19 casos oficiales que reportó el Secretariado.

Recuento de los probables feminicidios que han ocurrido hasta noviembre

El primer probable feminicidio que se registró este año fue el de Mayra, se encontró sin vida el 15 de enero en la junta auxiliar de Tetela en Acajete. Estaba desnuda en un lote baldío, su cuerpo presentó señales de violencia.

El segundo caso correspondió a María Isabel de 10 años, fue asesinada y su cuerpo fue encontrado en un paraje de Zoquitlán, tuvo violencia sexual. El tercer caso ocurrió el 21 de enero en Huaquechula. Liliana de 33 años fue encontrada a los 12 días de haber desaparecido.

El cuarto probable feminicidio del año fue una mujer que no ha sido identificada en la capital, la encontraron en un predio en obra negra a un costado del Periférico. El quinto fue el de María Eugenia en Zoquiapan, su cuerpo tenía señales de violencia.

El caso seis fue Irene, tenía 42 años de edad y fue asesinada en su negocio presuntamente por su ex pareja, con quien habían tenido una discusión en días previos.

El siete representó a María Luisa quien fue hallada sin vida el 13 de febrero en Tecamachalco, fue envueltas en cobijas en el fondo de una barranca. El ocho se registró en Palmar de Bravo y su nombre era Karina, ella estaba dentro de una cisterna ubicada sobre unos campos de cultivo, llevaba tres días desaparecida.

En el caso número 9 es una mujer sin identificar que fue asesinada a golpes en la colonia América Sur en el municipio de Puebla.

El 10 una mujer que no ha sido identificada de la capital, se encontró su cuerpo en una barranca de Santa Lucía y presuntamente estaba embarazada. El 11 es Lidia, encontrada sin vida al interior de su domicilio por su yerno. Su cuerpo tenía varios golpes y signos de estrangulamiento.

El 12 es Rosa María, encontrada sin vida el 24 de marzo en Cuetzalan, tenía sólo 15 años y salió de su casa para dirigirse a su trabajo, nunca regresó. Sus familiares pidieron apoyo de las autoridades, pero les dijeron que tenían que esperar a que “se le pasara el berrinche”.

El 13 fue una mujer que no ha sido identificada, encontrada sin vida el 25 de marzo en una zanja en Palmar de Bravo. El 14 fue Celestina de 41 años de edad, fue asesinada por su esposo tras discutir por celos hacia ella.

El caso 15 fue Camila, a quien su primo le disparó por presuntas diferencias familiares. En este caso hay que mencionar que el responsable ya está vinculado a proceso. Olga Lidia fue el probable feminicidio 16, asesinada al interior de su casa por su esposo.

El probable feminicidio número 18 y 17, fueron mujeres que no han sido identificadas. La primera tenía aproximadamente 25 años y fue hallada sin vida en Huitziltepec. La segunda fue hallada en el fondo de una barranca en San Aparicio.

El número 19 se trató de una mujer que no ha sido identificada. Su cuerpo ya estaba en avanzado estado de descomposición y presentaba huellas de tortura. El 20 es Luisa quien fue asesinada por su esposo, quien es buscado por las autoridades.

El 21 fue Linda, aquí nuevamente el presunto responsable es su pareja, quien solicitó apoyo de paramédicos luego de “una severa discusión”. El 22 fue Rocío, asesinada con un arma de fuego presuntamente por su ex pareja.

Marcela es el 23, asesinada por su pareja sentimental. Cecilia Monzón fue el 24, aunque hoy en día ya es feminicidio, no “probable”. Su asesinato fue realizado con un arma de fuego y se trató de un ataque directo.

El 25 correspondió a Fátima Elizabeth, hallada sin vida el 25 de mayo en Zapotitlán Salinas, su cuerpo presentó múltiples lesiones. El 26 Sandra Elizabeth, hallada sin vida el 29 de mayo al interior de una cisterna en Amozoc.

El 27 Catalina, asesinada por su esposo con un arma blanca al interior de su domicilio. Mientras que el 28 fue Paola, asesinada al interior de su domicilio por su pareja luego de haber sido golpeada por él.

El 29 fue Brenda de cuatro años, quien no regresó de la tienda y fue encontrada sin vida, abusada sexualmente y con lesiones en su cuerpo. El 30 no se ha identificado, fue encontrada en un basurero de Chiautla de Tapia y el 31 representa a Antonia, campesina asesinada con huellas de violencia física y sexual.

El 32 fue Rocío de 22 años encontrada sin vida en su domicilio debajo de un colchón, sus familiares llevaban un año sin saber de ella. El 33 fue Abigail de 25 años, madre de dos hijos y fue encontrada en Huauchinango con heridas por arma de fuego.

El 34 no se ha identificado, fue encontrada en un jaguey perteneciente a Atzitzihuacan con violencia física y signos de haber estado amarrada. El 35 es María quien fue encontrada asesinada cinco días después de haber sido reportada como desaparecida, su cuerpo tenía violencia física y tortura.

El 36 el cuerpo no se ha identificado y fue hallada sin vida en Tecamachalco en un terreno cercano a la carretera federal Puebla-Tehuacán.

El 37 ocurrió el 12 de agosto, Alejandra fue encontrada sin vida en Tehuacán, señalan como presunto responsable del asesinato a su ex esposo, quien ejerció violencia familiar y habría amenazado con matarla. La muerte se dio por asfixia por estrangulación.

El 38 corresponde a Zuriel Andrea, a quien presuntamente su novio la golpeó hasta la muerte. Él fue quien supuestamente la dejó en el hospital general de Tehuacán y después huyó. Está siendo buscado.

El 39 fue Miriam, quien fue asesinada por su propio hijo, luego de que fue liberado de la cárcel, los hechos ocurrieron en la unidad habitacional Solidaridad en la Ciudad de Puebla. El 40 lamentablemente es una mujer que acompañó Miriam a sacar a su hijo de la cárcel, se dice que era su ex nuera.

El 41 ocurrió en Chiautzingo, Michell fue asesinada por su pareja sentimental al interior de su hogar. Su cuerpo presentó huellas de violencia física y era víctima de violencia familiar.

El 42 fue María del Rosario, su ex pareja la atacó a balazos mientras caminaba en una colonia y perdió la vida rumbo al hospital. Los vecinos argumentan que este hombre era celoso y agresivo.

El 43 fue Dolores, encontrada sin vida en Tetela de Ocampo. La Secretaría de Seguridad Pública Estatal informó que Abraham N responsable de la muerte estaba detenido, pero no dieron más detalles sobre los hechos.

El 44: Estefani, quien fue encontrada sin vida en Atlixco. Ella fue reportada como desaparecida por sus familiares, pero fue hallada en un motel asesinada. Su cuerpo presentó signos de violencia y se dictaminó como causa de la muerte asfixia mecánica.

El 45 se trató de Berenice en los limites de Zacapoaxtla y Tlatlauquitepec. Tenía 52 años y desapareció tras salir de la Ciudad de México rumbo a Puebla. Se había contactado con un hombre que le vendía una camioneta, pero desapareció. Este hecho fue notificado a la FGE y su cuerpo fue encontrado en terrenos del predio “La Pedrera”.

El 46 se registró en la capital con lidia, ella era conocida como campanita brillante, una payasita que murió después de estar 87 días en coma debido a que su ex pareja la golpeó.

El 47 fue un caso muy sonado, pues se trató de Esmeralda Gallardo, la madre buscadora que era parte del Colectivo Voz de los Desaparecidos. Recibió 7 disparos antes de que los agresores huyeran.

El siguiente lamentable feminicidio fue el de Genoveva, el número 48. Ella fue encontrada sin vida en Xicotepec y estaba embarazada de 8 meses. Fue degollada y presento huellas de violencia extrema realizadas con un arma blanca.

Para concluir octubre con el número 49, con María Guadalupe, quien registró lesiones en diversas partes del cuerpo provocadas por un arma de fuego, todo esto ocurrió en su domicilio.

El número 50 es Felicitas en Amozoc, tenía 39 años y fue reportada como desparecida después de ser vista por última vez al salir de su trabajo. Fue encontrada semienterrada en unos campos de cultivo y no se pudieron identificar sus heridas.

Las cifras oficiales siguen con 19 feminicidios de enero a noviembre de este año, sin embargo, el Instituto de Derechos Humanos “Ignacio Ellacuría, SJ” de la Ibero Puebla lleva un total de 50 probables muertes por razón de género en el mismo periodo. De estos 50 casos, 18 asesinatos los perpetraron las parejas de las víctimas o sus familiares, en 11 se desconoce la identidad, en 9 se notificó que estaba desparecida previo a su fallecimiento, 3 fueron menores de edad y el resto registró violencia máxima.

Fue este 20 de diciembre que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) arrojó su penúltimo informe de incidencia delictiva y para enero-noviembre de este 2022 informó que se han acumulado un total de 19 carpetas de investigación por feminicidio, es decir, el homicidio de una mujer por el simple hecho de serlo.

No obstante, El Sol de Puebla ha recalcado mes por mes que las cifras no coinciden con el Observatorio de Violencia Social que pertenece al Instituto de Derechos Humanos de la Ibero, pues ellos contabilizan todas las muertes de mujeres que tienen razones de género y que, por tanto, deberían de nombrarse como tal “feminicidio”.

Tan sólo hay que recordar que, desde el 2019, la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación estableció que cualquier muerte violenta de una mujer debe de investigarse como feminicidio. Además de realizar las diligencias que se hacen en cualquier caso de esta índole, las autoridades deben identificar la posible presencia de motivos de género que originen dicha muerte.

De la misma forma, los protocolos para la investigación de muertes de mujeres establecen que deben realizarse diversos peritajes que determinen si el cuerpo presenta signos de defensa, lucha e indicios de maltrato crónico anterior a la muerte de la víctima, principalmente poniendo atención a signos en los bordes cubitales de manos, antebrazos, uñas, así como mordeduras de mamas o contusiones al interior de los muslos, entre otras cuestiones probatorias relevantes.

Pese a ello, las cifras oficiales en Puebla no coinciden con los organismos sociales. El mismo Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, así como otras organizaciones, han externado que esto puede derivar a que las autoridades no los catalogan como tal. Lo que podría dar como resultado en condenas bajas o nula justicia para los familiares de las víctimas.

De los 50 probables feminicidios que el Instituto ha registrado, es preciso mencionar que todos cumplen con las características que las mismas autoridades han determinado para diferenciarlos de cualquier otro homicidio. Por ejemplo, que la mujer presente signos de violencia sexual o de cualquier otro tipo, que su cuerpo sea expuesto, que le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes, que en vida haya sido víctima de violencia, entre otras.

Estas 50 muertes son el reflejo de la violencia feminicida en Puebla, pues en 18 casos el asesino fue la pareja sentimental, ex pareja o un familiar cercano de la víctima, en 11 casos las mujeres no han sido identificadas, pero sufrieron lesiones en sus cuerpos u otro tipo de violencia, 9 mujeres fueron reportadas como desaparecidas previo a encontrarlas muertas, 3 eran niñas que fueron atacadas sexualmente y el resto registró una muerte agresiva.

Dentro de lo malo, se puede destacar que las cifra han ido a la baja, pues de enero a noviembre del año 2021, se reportaron 33 feminicidios, lo que representa una disminución considerable tomando en cuenta los 19 casos oficiales que reportó el Secretariado.

Recuento de los probables feminicidios que han ocurrido hasta noviembre

El primer probable feminicidio que se registró este año fue el de Mayra, se encontró sin vida el 15 de enero en la junta auxiliar de Tetela en Acajete. Estaba desnuda en un lote baldío, su cuerpo presentó señales de violencia.

El segundo caso correspondió a María Isabel de 10 años, fue asesinada y su cuerpo fue encontrado en un paraje de Zoquitlán, tuvo violencia sexual. El tercer caso ocurrió el 21 de enero en Huaquechula. Liliana de 33 años fue encontrada a los 12 días de haber desaparecido.

El cuarto probable feminicidio del año fue una mujer que no ha sido identificada en la capital, la encontraron en un predio en obra negra a un costado del Periférico. El quinto fue el de María Eugenia en Zoquiapan, su cuerpo tenía señales de violencia.

El caso seis fue Irene, tenía 42 años de edad y fue asesinada en su negocio presuntamente por su ex pareja, con quien habían tenido una discusión en días previos.

El siete representó a María Luisa quien fue hallada sin vida el 13 de febrero en Tecamachalco, fue envueltas en cobijas en el fondo de una barranca. El ocho se registró en Palmar de Bravo y su nombre era Karina, ella estaba dentro de una cisterna ubicada sobre unos campos de cultivo, llevaba tres días desaparecida.

En el caso número 9 es una mujer sin identificar que fue asesinada a golpes en la colonia América Sur en el municipio de Puebla.

El 10 una mujer que no ha sido identificada de la capital, se encontró su cuerpo en una barranca de Santa Lucía y presuntamente estaba embarazada. El 11 es Lidia, encontrada sin vida al interior de su domicilio por su yerno. Su cuerpo tenía varios golpes y signos de estrangulamiento.

El 12 es Rosa María, encontrada sin vida el 24 de marzo en Cuetzalan, tenía sólo 15 años y salió de su casa para dirigirse a su trabajo, nunca regresó. Sus familiares pidieron apoyo de las autoridades, pero les dijeron que tenían que esperar a que “se le pasara el berrinche”.

El 13 fue una mujer que no ha sido identificada, encontrada sin vida el 25 de marzo en una zanja en Palmar de Bravo. El 14 fue Celestina de 41 años de edad, fue asesinada por su esposo tras discutir por celos hacia ella.

El caso 15 fue Camila, a quien su primo le disparó por presuntas diferencias familiares. En este caso hay que mencionar que el responsable ya está vinculado a proceso. Olga Lidia fue el probable feminicidio 16, asesinada al interior de su casa por su esposo.

El probable feminicidio número 18 y 17, fueron mujeres que no han sido identificadas. La primera tenía aproximadamente 25 años y fue hallada sin vida en Huitziltepec. La segunda fue hallada en el fondo de una barranca en San Aparicio.

El número 19 se trató de una mujer que no ha sido identificada. Su cuerpo ya estaba en avanzado estado de descomposición y presentaba huellas de tortura. El 20 es Luisa quien fue asesinada por su esposo, quien es buscado por las autoridades.

El 21 fue Linda, aquí nuevamente el presunto responsable es su pareja, quien solicitó apoyo de paramédicos luego de “una severa discusión”. El 22 fue Rocío, asesinada con un arma de fuego presuntamente por su ex pareja.

Marcela es el 23, asesinada por su pareja sentimental. Cecilia Monzón fue el 24, aunque hoy en día ya es feminicidio, no “probable”. Su asesinato fue realizado con un arma de fuego y se trató de un ataque directo.

El 25 correspondió a Fátima Elizabeth, hallada sin vida el 25 de mayo en Zapotitlán Salinas, su cuerpo presentó múltiples lesiones. El 26 Sandra Elizabeth, hallada sin vida el 29 de mayo al interior de una cisterna en Amozoc.

El 27 Catalina, asesinada por su esposo con un arma blanca al interior de su domicilio. Mientras que el 28 fue Paola, asesinada al interior de su domicilio por su pareja luego de haber sido golpeada por él.

El 29 fue Brenda de cuatro años, quien no regresó de la tienda y fue encontrada sin vida, abusada sexualmente y con lesiones en su cuerpo. El 30 no se ha identificado, fue encontrada en un basurero de Chiautla de Tapia y el 31 representa a Antonia, campesina asesinada con huellas de violencia física y sexual.

El 32 fue Rocío de 22 años encontrada sin vida en su domicilio debajo de un colchón, sus familiares llevaban un año sin saber de ella. El 33 fue Abigail de 25 años, madre de dos hijos y fue encontrada en Huauchinango con heridas por arma de fuego.

El 34 no se ha identificado, fue encontrada en un jaguey perteneciente a Atzitzihuacan con violencia física y signos de haber estado amarrada. El 35 es María quien fue encontrada asesinada cinco días después de haber sido reportada como desaparecida, su cuerpo tenía violencia física y tortura.

El 36 el cuerpo no se ha identificado y fue hallada sin vida en Tecamachalco en un terreno cercano a la carretera federal Puebla-Tehuacán.

El 37 ocurrió el 12 de agosto, Alejandra fue encontrada sin vida en Tehuacán, señalan como presunto responsable del asesinato a su ex esposo, quien ejerció violencia familiar y habría amenazado con matarla. La muerte se dio por asfixia por estrangulación.

El 38 corresponde a Zuriel Andrea, a quien presuntamente su novio la golpeó hasta la muerte. Él fue quien supuestamente la dejó en el hospital general de Tehuacán y después huyó. Está siendo buscado.

El 39 fue Miriam, quien fue asesinada por su propio hijo, luego de que fue liberado de la cárcel, los hechos ocurrieron en la unidad habitacional Solidaridad en la Ciudad de Puebla. El 40 lamentablemente es una mujer que acompañó Miriam a sacar a su hijo de la cárcel, se dice que era su ex nuera.

El 41 ocurrió en Chiautzingo, Michell fue asesinada por su pareja sentimental al interior de su hogar. Su cuerpo presentó huellas de violencia física y era víctima de violencia familiar.

El 42 fue María del Rosario, su ex pareja la atacó a balazos mientras caminaba en una colonia y perdió la vida rumbo al hospital. Los vecinos argumentan que este hombre era celoso y agresivo.

El 43 fue Dolores, encontrada sin vida en Tetela de Ocampo. La Secretaría de Seguridad Pública Estatal informó que Abraham N responsable de la muerte estaba detenido, pero no dieron más detalles sobre los hechos.

El 44: Estefani, quien fue encontrada sin vida en Atlixco. Ella fue reportada como desaparecida por sus familiares, pero fue hallada en un motel asesinada. Su cuerpo presentó signos de violencia y se dictaminó como causa de la muerte asfixia mecánica.

El 45 se trató de Berenice en los limites de Zacapoaxtla y Tlatlauquitepec. Tenía 52 años y desapareció tras salir de la Ciudad de México rumbo a Puebla. Se había contactado con un hombre que le vendía una camioneta, pero desapareció. Este hecho fue notificado a la FGE y su cuerpo fue encontrado en terrenos del predio “La Pedrera”.

El 46 se registró en la capital con lidia, ella era conocida como campanita brillante, una payasita que murió después de estar 87 días en coma debido a que su ex pareja la golpeó.

El 47 fue un caso muy sonado, pues se trató de Esmeralda Gallardo, la madre buscadora que era parte del Colectivo Voz de los Desaparecidos. Recibió 7 disparos antes de que los agresores huyeran.

El siguiente lamentable feminicidio fue el de Genoveva, el número 48. Ella fue encontrada sin vida en Xicotepec y estaba embarazada de 8 meses. Fue degollada y presento huellas de violencia extrema realizadas con un arma blanca.

Para concluir octubre con el número 49, con María Guadalupe, quien registró lesiones en diversas partes del cuerpo provocadas por un arma de fuego, todo esto ocurrió en su domicilio.

El número 50 es Felicitas en Amozoc, tenía 39 años y fue reportada como desparecida después de ser vista por última vez al salir de su trabajo. Fue encontrada semienterrada en unos campos de cultivo y no se pudieron identificar sus heridas.

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