/ domingo 13 de marzo de 2022

Contaminantes peligrosos navegan por los ríos de la ciudad

Incluso metales sólidos corren por los cuerpos de agua metropolitanos, aumentando el riesgo en la salud público

Estudiantes de urbanismo, arquitectura y derecho de distintas universidades en Puebla, participan en el análisis sobre diversos cuerpos de agua en la capital poblana, con el objetivo de conocer las implicaciones del deficiente tratamiento de aguas residuales, en el Río San Francisco y que provocan graves consecuencias en otros cuerpos de agua en el estado.

El proyecto es liderado por la firma jurídica Vitalius y es a través de un curso distribuido en cinco semanas, que buscan que los alumnos de carreras relacionadas al ordenamiento territorial, gestión urbana, administración pública, y leyes, puedan aprender sobre las condiciones de deterioramiento climático que subsisten en la capital, para que puedan ser ellos quienes propongan soluciones de fondo, desde sus áreas de conocimiento.

Las actividades se dividen en dos fases: conciencia sobre las normas y estatutos vigentes, como planes municipales, estatales y federales de desarrollo y normas oficiales, y la observación presencial del fenómeno que permite constatar los problemas medioambientales.

ENTUBAR RÍOS NUNCA ES BUENO

El interés por abordar la temática de los ríos y barrancas metropolitanas surge a partir de cuestionar las consecuencias del embovedamiento del río San Francisco, que ocurrió durante los años cincuenta, sesenta y setenta en la capital del estado, y que actualmente se replica en otros como: el río Zapatero, en San Andrés Cholula; y el río Atoyac en Lomas de Angelópolis, Huejotzingo y San Martín Texmelucan, por mencionar algunos.

Algo que pareciera ya no tener vigencia en la ciudad, ha sido el generador de contaminación, y el responsable de graves afectaciones a la salud pública: “es importante entender las ciudades desde una perspectiva novedosa, no como se han estado diseñando desde hace 60 años”, señala en entrevista José Héctor Cortés Hernández, director de Vitalius y Maestro en Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

Universitarios buscan hacer conciencia sobre contaminación en ríos de Puebla. Foto: Cortesía Vitalius

Expone que desde 1952 –año en que se ingresó el proyecto de entubamiento del río San Francisco–, a la fecha, ningún gobierno municipal ha movido un dedo para proponer una forma de viable de gestionar la ciudad, sin que se tenga que sacrificar el bienestar de las cuencas hídricas que forman parte de la entidad: “Los ayuntamientos no han sabido incidir en las barrancas ni en la ribera de ningún río”, comenta.

Una de esas cuencas, es la del mismo Atoyac, un río que ha sido intervenido múltiples veces por asociaciones, universidades, e incluso gobiernos, con el objetivo de reducir sus niveles de contaminación y evitar que se sigan afectando más pozos de agua limpia, ecosistemas y poblaciones.

No obstante, Cortés Hernández, fija que el río San Francisco desemboca en las cuencas del Atoyac, y del río Alseseca –otro de los cuerpos de agua que atraviesan la ciudad–. Por ello, insiste en que antes de querer descontaminar los dos últimos, es necesario hacerlo antes con el primero, pues ese es el origen de su cauce: “Es muy difícil lograr un cambio en el río Atoyac, si no se toma en cuenta el río que lo contaminó que es el de San Francisco”, resalta.

Tratar de corregir el flujo natural de un cuerpo hídrico, por medio del entubamiento, sólo propicia que los actores contaminantes lo hagan con mayor sigilo: “Al entubar los ríos se da pie a que las descargas de agua residuales puedan hacerse [a la vista] de cualquier persona, porque si haces una descarga en un río superficial, es evidente, mientras que en los entubados es imposible determinar [responsables]”, señala.

CONTAMINANTES PELIGROSOS NAVEGAN POR LOS RÍOS DE LA CIUDAD

El grupo de universitarios realizó su primer visita al punto en el que finaliza el embovedamiento del río San Francisco, a la altura del centro comercial “Plaza América”, en el Circuito Juan Pablo II 505, el pasado 5 de marzo; posteriormente el sábado 12 de marzo, acudieron al lugar en el que desemboca el río la ciudad, en la avenida Diagonal Defensores de la República, a la altura de la “China Poblana”.

Resultado de esas dos intervenciones, pudieron recolectarse diversas muestras del líquido que por ahí fluye. Con ayuda de equipo especializado en el tratamiento de aguas residuales, pudo descubrirse la presencia de contaminantes como grasas y aceites, los cuales son regularmente adjudicados a la industria textil, y de pinturas.

ENTUBAR RÍOS NUNCA ES BUENO. Foto: Cortesía Vitalius

Aunado a esos elementos, el especialista añade que el agua que corre por esos cuerpos de agua en Puebla, incluye ya la presencia de metales pesados, los cuales representan un grave riesgo para la ganadería en el estado. Un ejemplo son las vacas que beben agua directa del río, pues al tomarla pueden enfermar y morir.

De igual forma, ese mismo líquido puede atravesar por los cientos de pozos que suministran el líquido a miles de familias en la capital, representando una alerta de salud pública.

Ante esa realidad, Cortés Hernández puntualiza que los aprendientes que participan en el curso que culminará el próximo 2 de abril, tendrán las herramientas técnicas y jurídicas para generar soluciones de fondo a la crisis de seguridad hídrica que amenaza la estabilidad social y alimentaria de la población.

Al respecto, Gustavo Romero, estudiante de la licenciatura en Urbanismo y Diseño Ambiental de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y participante de la actividad, revela que el curso le ha permitido conocer mejor los cuerpos de agua que atraviesan su ciudad, así como las consecuencias de contaminarlos sin control.

Detalla que, de lograr materializar las propuestas, la ciudad de Puebla tendrá mejores condiciones no sólo ambientales, sino también colectivas e individuales: “El agua es un líquido vital, y con su saneamiento y recuperación (...), yo creo que permite mejorar la vida de las personas, reducir los índices delictivos, incide en la cohesión social, y los beneficios psicológicos son grandísimos”.

Finalmente, los aprendientes visitarán también las cuencas del Atoyac y del río Alseseca, con el objetivo de realizar los mismos análisis para conocer mejor los contaminantes que afectan los ecosistemas locales.

Estudiantes de urbanismo, arquitectura y derecho de distintas universidades en Puebla, participan en el análisis sobre diversos cuerpos de agua en la capital poblana, con el objetivo de conocer las implicaciones del deficiente tratamiento de aguas residuales, en el Río San Francisco y que provocan graves consecuencias en otros cuerpos de agua en el estado.

El proyecto es liderado por la firma jurídica Vitalius y es a través de un curso distribuido en cinco semanas, que buscan que los alumnos de carreras relacionadas al ordenamiento territorial, gestión urbana, administración pública, y leyes, puedan aprender sobre las condiciones de deterioramiento climático que subsisten en la capital, para que puedan ser ellos quienes propongan soluciones de fondo, desde sus áreas de conocimiento.

Las actividades se dividen en dos fases: conciencia sobre las normas y estatutos vigentes, como planes municipales, estatales y federales de desarrollo y normas oficiales, y la observación presencial del fenómeno que permite constatar los problemas medioambientales.

ENTUBAR RÍOS NUNCA ES BUENO

El interés por abordar la temática de los ríos y barrancas metropolitanas surge a partir de cuestionar las consecuencias del embovedamiento del río San Francisco, que ocurrió durante los años cincuenta, sesenta y setenta en la capital del estado, y que actualmente se replica en otros como: el río Zapatero, en San Andrés Cholula; y el río Atoyac en Lomas de Angelópolis, Huejotzingo y San Martín Texmelucan, por mencionar algunos.

Algo que pareciera ya no tener vigencia en la ciudad, ha sido el generador de contaminación, y el responsable de graves afectaciones a la salud pública: “es importante entender las ciudades desde una perspectiva novedosa, no como se han estado diseñando desde hace 60 años”, señala en entrevista José Héctor Cortés Hernández, director de Vitalius y Maestro en Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

Universitarios buscan hacer conciencia sobre contaminación en ríos de Puebla. Foto: Cortesía Vitalius

Expone que desde 1952 –año en que se ingresó el proyecto de entubamiento del río San Francisco–, a la fecha, ningún gobierno municipal ha movido un dedo para proponer una forma de viable de gestionar la ciudad, sin que se tenga que sacrificar el bienestar de las cuencas hídricas que forman parte de la entidad: “Los ayuntamientos no han sabido incidir en las barrancas ni en la ribera de ningún río”, comenta.

Una de esas cuencas, es la del mismo Atoyac, un río que ha sido intervenido múltiples veces por asociaciones, universidades, e incluso gobiernos, con el objetivo de reducir sus niveles de contaminación y evitar que se sigan afectando más pozos de agua limpia, ecosistemas y poblaciones.

No obstante, Cortés Hernández, fija que el río San Francisco desemboca en las cuencas del Atoyac, y del río Alseseca –otro de los cuerpos de agua que atraviesan la ciudad–. Por ello, insiste en que antes de querer descontaminar los dos últimos, es necesario hacerlo antes con el primero, pues ese es el origen de su cauce: “Es muy difícil lograr un cambio en el río Atoyac, si no se toma en cuenta el río que lo contaminó que es el de San Francisco”, resalta.

Tratar de corregir el flujo natural de un cuerpo hídrico, por medio del entubamiento, sólo propicia que los actores contaminantes lo hagan con mayor sigilo: “Al entubar los ríos se da pie a que las descargas de agua residuales puedan hacerse [a la vista] de cualquier persona, porque si haces una descarga en un río superficial, es evidente, mientras que en los entubados es imposible determinar [responsables]”, señala.

CONTAMINANTES PELIGROSOS NAVEGAN POR LOS RÍOS DE LA CIUDAD

El grupo de universitarios realizó su primer visita al punto en el que finaliza el embovedamiento del río San Francisco, a la altura del centro comercial “Plaza América”, en el Circuito Juan Pablo II 505, el pasado 5 de marzo; posteriormente el sábado 12 de marzo, acudieron al lugar en el que desemboca el río la ciudad, en la avenida Diagonal Defensores de la República, a la altura de la “China Poblana”.

Resultado de esas dos intervenciones, pudieron recolectarse diversas muestras del líquido que por ahí fluye. Con ayuda de equipo especializado en el tratamiento de aguas residuales, pudo descubrirse la presencia de contaminantes como grasas y aceites, los cuales son regularmente adjudicados a la industria textil, y de pinturas.

ENTUBAR RÍOS NUNCA ES BUENO. Foto: Cortesía Vitalius

Aunado a esos elementos, el especialista añade que el agua que corre por esos cuerpos de agua en Puebla, incluye ya la presencia de metales pesados, los cuales representan un grave riesgo para la ganadería en el estado. Un ejemplo son las vacas que beben agua directa del río, pues al tomarla pueden enfermar y morir.

De igual forma, ese mismo líquido puede atravesar por los cientos de pozos que suministran el líquido a miles de familias en la capital, representando una alerta de salud pública.

Ante esa realidad, Cortés Hernández puntualiza que los aprendientes que participan en el curso que culminará el próximo 2 de abril, tendrán las herramientas técnicas y jurídicas para generar soluciones de fondo a la crisis de seguridad hídrica que amenaza la estabilidad social y alimentaria de la población.

Al respecto, Gustavo Romero, estudiante de la licenciatura en Urbanismo y Diseño Ambiental de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y participante de la actividad, revela que el curso le ha permitido conocer mejor los cuerpos de agua que atraviesan su ciudad, así como las consecuencias de contaminarlos sin control.

Detalla que, de lograr materializar las propuestas, la ciudad de Puebla tendrá mejores condiciones no sólo ambientales, sino también colectivas e individuales: “El agua es un líquido vital, y con su saneamiento y recuperación (...), yo creo que permite mejorar la vida de las personas, reducir los índices delictivos, incide en la cohesión social, y los beneficios psicológicos son grandísimos”.

Finalmente, los aprendientes visitarán también las cuencas del Atoyac y del río Alseseca, con el objetivo de realizar los mismos análisis para conocer mejor los contaminantes que afectan los ecosistemas locales.

Policiaca

Encuentran feto en contenedor de basura en Las Carmelitas

Fue cerca de las 5 de la mañana cuando un hombre que buscaba material reciclable descubrió la bolsa

Finanzas

Puebla, uno de los ocho estados con el más alto índice de empleo

Los lugares que estuvieron por arriba de la entidad poblana fueron Yucatán, Veracruz, Nayarit, Morelos, Michoacán, Guerrero y Campeche

Local

Tienditas vs franquicias como Oxxo, 7Eleven y Circle K: ¿quién vende más caro?

El Sol de Puebla realizó un recorrido y encontró que las tienditas no le temen a las franquicias, pero sí reconocen los beneficios que ofrecen y eso les resta clientes

Local

Puebla se calienta a pasos acelerados, advierten científicos

El aumento de 1.8 grados centígrados durante las últimas tres décadas evidencia las consecuencias de un cambio drástico, y una situación grave

Gossip

Edén Muñoz en Puebla: Canta junto a niña del público y anuncia nuevo concierto

El cantante se presentó en la madrugada de este 28 de abril, logrando abarrotar el recinto instalado dentro del Centro Expositor

Policiaca

Adulto mayor sufre infarto y muere en la colonia Tres Cruces

Vecinos de la zona, quienes vieron desvanecer al hombre, llamaron al 911 para solicitar ayuda