La colocación de cruces hechas con flor de pericón es parte de las creencias de muchos habitantes originarios del municipio de Izúcar de Matamoros, ya que narran que esta leyenda se encuentra ligada a una lucha entre el demonio y el arcángel San Miguel.
Las calles principales de la ciudad de Izúcar se llenan de comerciantes ambulantes que ofrecen esta peculiar flor que ronda los 25 pesos, dependiendo del tamaño y calidad, algunos de estos adquieren el producto en diferentes puntos de la región o del estado vecino de Morelos.
Antonio es un comerciante de temporada, originario de las faldas del volcán Popocatépetl, quien cada año acude a Izúcar de Matamoros a vender su producto, aunque comentó que cada vez menos la gente adquiere esta flor, pero no pierde las esperanzas que la tradición aún continúe.
Comentó que el demonio y el arcángel tiene origen a una leyenda popular que narra la fuga del mal en vísperas de la fiesta de San Miguel: “muchas personas aún creen en esta leyenda, por esas personas aún se conserva la venta de esta pequeña temporada”, dijo.
Las cruces se colocan en la entrada de las casas
La tradición marca que esta flor se coloca en las entradas de sus hogares, ventanas e incluso en los vehículos el día 28 para amanecer 29 de septiembre para evitar cualquier maldad, pues se dice que durante esa noche el chamuco provoca daño, hasta que nuevamente el enviado de Dios, que es San Miguel, lo aprisiona nuevamente.
Detalló que antiguamente se utilizaba también para los entierros, ofrendas, uso doméstico y sobre todo medicinal, además en los terrenos de siembra emplean las cruces para agradecer por las cosechas y que las cuide de cualquier tempestad, especialmente, en esta temporada.
“Esta flor es muy medicinal, muchos la ocupan como té que alivia algunos problemas de salud, para las embarazadas o alguien que tuvo un accidente y es necesario ocuparlo”, señaló.
La flor de pericón se da en abundancia en los campos y cerros, este año su valor comercial permaneció y son en mayoría las amas de casa las que compran por tradición y fe su flor de pericón.