En el corazón del Centro Histórico de Puebla se encuentra el Templo del Espíritu Santo, que es conocido entre los ciudadanos como la Iglesia de la Compañía, esto porque fue fundado por religiosos de la Compañía de Jesús.
Está sobre la 4 sur y la avenida Juan de Palafox, justo a un costado del Edificio Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). Su ubicación cercana al centro de la ciudad ha hecho que sea uno de los recintos más visitados por los turistas, quienes de forma constante acuden a este lugar para ver de cerca su arquitectura.
Dentro de este espacio católico se encuentran los restos de Catharina de San Juan, que mucha gente afirma que es la China Poblana, quien desde hace mucho tiempo se convirtió en un icono de la entidad poblana, pues es considerada un referente a nivel nacional.
Lo que hay detrás de los restos de la China Poblana
Los restos que se encuentran en la tumba que está al interior del Templo de la Compañía tiene el nombre de Catharina de San Juan, que diferentes leyendas han relacionado con la China Poblana. Esta es la inscripción con la que viene:
“A Dios Optimo Todopoderoso. Guarda este sepulcro a la venerable en Cristo Virgen Catarina de San Juan, que el Mogor dio al mundo y la Puebla de los Ángeles al cielo. Después que había vivido 82 años, amada principalmente de Dios, no menos de los hombres, humilde y pobre en la esclavitud, aunque ilustre por su sangre real, acaeció su fallecimiento, seguido de gran aclamación por parte del pueblo y del clero, en la víspera de los tres Santos Reyes, el año de 1688”.
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Esto de acuerdo con un artículo del Ayuntamiento, en el que señalaron que ella nació en 1602 dentro de la ciudad de Delhi, en la India. Los registros sostienen que su primer nombre fue el de Mirra.
Cuando era niña la secuestraron unos piratas, quienes la llevaron a Filipinas, en este lugar la llamaron Catharina de San Juan. Después de estar aquí se la llevaron al puerto de Acapulco en donde la vendieron como esclava a Miguel de Sosa, quien se la llevó a Puebla.
De esta forma es como se dedicó a las labores domésticas hasta que consiguió su libertad luego de que muriera su ‘dueño’, quien estipuló en su testamento que así fuera. Más tarde hizo un voto de castidad.
También se volvió monja y se dice que todo el tiempo mantuvo su carácter de esclava, por lo que nunca junto grandes riquezas, pues en su testamento solo incluyó un crucifijo, algunos cuadritos, una cazuela y la ropa que portaba.
¿Por qué dicen que Catharina es la China Poblana?
Existen varias posturas en las que se afirma el supuesto origen de esta denominación. Una de ellas sostiene que la esposa de Miguel de Sosa la convenció para que se casara con Domingo Suárez, quien era un sirviente ‘chino’ que, de acuerdo con el sistema de castas del Virreinato, esa palabra se usaba para referirse al hijo de alguien mulato y una persona indígena.
Al principio no quería, pero al final accedió a hacerlo. De este modo es como supuestamente obtuvo el apodo de ‘china’. Por otro lado, las autoridades municipales destacaron que durante el siglo XIX a algunas poblanas las llamaban ‘chinas’ debido a las prendas vistosas que usaban.
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La primera persona en relacionarla con esa vestimenta colorida fue el autor Antonio Carrión, quien la vistió así dentro de su libro “Historia de la Ciudad de la Puebla de los Ángeles”. Con el paso de los años su imagen se usó para promover el nacionalismo mexicano tras las Revolución.
Muchas personas solían atribuirle a Catharina de San Juan cualidades espirituales, pues se decía que durante su tiempo de religiosa tenía visiones de la Virgen María y de Cristo. Esto generó un culto detrás de ella, aunque fue prohibido porque sus religiosos no estuvieron avalados por las autoridades católicas.
