La alcaldesa Claudia Rivera Vivanco nuevamente aludió a la “herencia maldita” de pasadas administraciones para justificar el cierre temporal del espejo de agua o playa artificial ubicada en el parque Amalucan.
Descartó que se vaya a quitar este atractivo porque finalmente tiene demanda ciudadana, pero se necesita adecuar para ofrecer un servicio de calidad y permanente.
Entrevistada en Palacio Municipal confirmó que será hasta 2020 cuando esta área nuevamente vuelva a funcionar, por lo que actualmente se trabaja en detectar las fallas al igual que los “atractivos” a impulsar.
“Eso son de los temas que cuando se hacen las cosas mal, que vienes arrastrando como herencia maldita, muchas cosas que se hicieron mal y te impiden dar el siguiente paso y que va generando no solamente la inversión tan cara para la ciudad y el estado, ahora representa otro trabajo más”.
La secretaria de Desarrollo Urbano y Sustentabilidad municipal, Beatriz Martínez Carreño, anunció el pasado martes que permanecerá cerrado temporalmente el espejo de agua por las tareas de renovación para su mejor funcionamiento, por lo que se tiene previsto su reapertura en 2020 con la posibilidad de contar con nuevos atractivos.
Claudia Rivera Vivanco indicó que es importante detectar bien los vicios ocultos para su óptimo funcionamiento de este espacio de convivencia familiar que seguirá abierto el siguiente año.
Con respecto a la queja que hicieron ediles auxiliares por la falta de apoyo, declaró que se busca empoderar estas demarcaciones con certeza jurídica, pero además con mecanismos para transparentar los recursos para quitar prácticas del pasado que no beneficiaban debidamente a la población.