En México, los pacientes con cáncer infantil tienen una probabilidad de recuperación entre el 20 y 40 por ciento, informó Rocío Baños Lara, directora del Centro de Investigación Oncológica Una Nueva Esperanza, de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP).
“Falta mucho trabajo por hacer”, sentenció. La también investigadora de la Facultad de Medicina UPAEP explicó que esta cifra es baja en comparación con países desarrollados, donde la probabilidad de recuperación es mínimo del 90 por ciento.
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Detalló que esto se debe, aunado a otros factores, a la falta de detección oportuna de esta enfermedad, de equipo médico, de la capacidad de adquisición de medicamentos y el costo de los mismos, así como del desequilibro económico al que deben enfrentarse las familias en México cuando uno de sus integrantes atraviesa por este padecimiento.
Por si esto fuera poco, Baños Lara lamentó que el registro de casos de cáncer infantil a nivel estatal y nacional no sea preciso, pues al representar entre el 3 y 5 por ciento del total de casos de cáncer en general le restan importancia. “Puede significar una cifra baja, pero estoy segura que ninguna familia desearía que un menor forme parte de estas estadísticas”, dijo.
Desde el centro de investigación que encabeza, la directora registró durante el año 2021 y 2022 un total de 240 casos de leucemia (enfermedad más común de cáncer infantil), entre todas las instituciones de salud publicas y privadas de Puebla y Tlaxcala.
Gracias al registro de Una Nueva Esperanza, Baños Lara logró realizar una breve radiografía de cómo se encuentra esta enfermedad a nivel estatal, aunque subrayó que este esfuerzo no es suficiente, pues a nivel estatal no hay un registro preciso de cuántos menores de edad padecen cáncer.
“El registro del cáncer es un problema en México, porque no hay esfuerzos para recopilar todas los casos a nivel nacional, de un registro formal de varios hospitales públicos y privados, no hay un esfuerzo único”, compartió.
En tanto, subrayó que en el proceso de esta enfermedad es fundamental el acompañamiento para las familias y el cuidador del paciente, pues al estar pendiente del menor se olvidan de procurarse a sí mismos. Informó que, gracias al apoyo que brinda Una Nueva Esperanza a estas familias y al enfermo, la tasa de mortalidad de sus beneficiarios es 50 por ciento más baja en comparación con quienes no reciben ningún tipo de ayuda.
“Proveemos de medicamentos a una quinta parte de pacientes con esta enfermedad, son varias situaciones las que desafortunadamente desencadenan en la leucemia y si encima de estas circunstancias está una condición económica poco favorecida la situación se hace más dramática”, expresó.