Santa Ana Xalmimilulco, un pueblo ubicado en la parte baja de la cuenca del río Atoyac, enfrenta una crisis ambiental que amenaza la salud y el bienestar de sus residentes. La contaminación del agua, proveniente de descargas industriales y residuales, ha alcanzado niveles alarmantes, dejando un rastro de enfermedades y desesperación en su estela.
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Un reciente estudio realizado por el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) reveló una conexión directa entre la contaminación del agua y un aumento significativo en los casos de enfermedades renales crónicas en esta demarcación. Los residentes de Santa Ana Xalmimilulco enfrentan un riesgo constante debido a la presencia de metales pesados como Cadmio, Plomo, Cromo, Arsénico y Mercurio en las aguas que los pobladores utilizan para consumo y la agricultura.
La situación no se limita únicamente a este pueblo; más de 50 municipios a lo largo del río Atoyac, que atraviesa los estados de Tlaxcala y Puebla, están siendo afectados por esta crisis. La contaminación no solo contamina el agua, sino que también contamina los suelos, poniendo en riesgo la salud de quienes viven y trabajan en las proximidades del afluente.
Los esfuerzos para abordar esta emergencia han enfrentado obstáculos significativos. Activistas locales han expresado su oposición a la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales propuesta por el gobierno estatal.
Los opositores argumentan que la ubicación propuesta para esta planta, en la parte baja de la comunidad, no aborda adecuadamente el problema y que se necesita una solución más integral que incluya la rehabilitación del cárcamo para bombear el agua y la construcción de la planta en una ubicación más alta, donde el agua tratada pueda ser utilizada para regar cultivos.
Durante un recorrido realizado con El Sol de Puebla, los residentes explicaron cómo los agricultores están utilizando actualmente aguas negras contaminadas para regar sus cultivos, a pesar de saber que estas aguas, provenientes principalmente de la industria textil, representan un peligro para la salud pública y el medio ambiente.
Cabe destacar que la gravedad de la situación llevó a la declaración de una Emergencia Sanitaria y Ambiental en la región del Alto Atoyac. La Comisión Nacional de Derechos Humanos instó a los gobiernos estatales de Puebla y Tlaxcala, así como a los municipales afectados, a implementar medidas urgentes para abordar esta crisis y garantizar el derecho de las comunidades a un medio ambiente sano.
En respuesta a estas preocupaciones, las autoridades de los tres órdenes de gobierno han elaborado planes de acción para el saneamiento de la cuenca del Alto Atoyac. Sin embargo, el proyecto que arrancaría el proceso tuvo que ser cancelado en enero pasado, ante la oposición de los habitantes de la esta junta auxiliar, quienes ahora buscan que se retome, pero cambiándolo hacia un espacio donde puedan aprovecharla mejor, aun cuando las aguas sigan llegando a la parte de abajo.