Con casi dos meses de retraso, integrantes del Consejo Memorial 2020, en conjunto con autoridades municipales, llevaron a cabo la inauguración de este monumento, ubicado sobre el circuito Bicentenario, el cual se encuentra dedicado a las 160 víctimas teziutecas de Covid-19, mismo que contempla una cruz monumental de 27 metros de altura, áreas públicas, una fuente y un área especial que contiene los nombres de cada uno de quienes perecieron a causa de este virus.
En el lugar, fue el edil Carlos Peredo Grau, quien señaló que se trata de un espacio de paz y tranquilidad, factores importantes que son requeridos por la población, sobre todo en estos momentos en los que la pandemia ha afectado severamente a las familias en todos los ámbitos, mismo que podrá ser visitado para reflexionar o bien para simplemente platicar, pero sobre todo “que Dios existe y que tenemos fe en él y que nuca vamos a olvidar a esas 160 personas que pasaron por el dolor y sufrimiento de esta enfermedad”.
Cabe destacar que fue posterior al anuncio de esta construcción que un gran número de ciudadanos, dio a conocer su inconformidad con respecto a dicho proyecto ello ante el costo que ello representaría, el cual ascendía a cerca de 800 mil pesos, solicitando que dicho dinero fuera entregado a los deudos de las víctimas, señalando que se trataba de una construcción innecesaria, pero además violatorio de los derechos de los fallecidos, al exhibir sus identidades.
En este sentido, retomó parte de la controversia que fue generada, respecto a la edificación de este espacio, en el que dijo, fueron muchos quienes lo tomaron de manera política y equivocada, señalando por tanto que “en ningún momento esta cruz y este espacio, representan un símbolo que tenga que ver con la política”, sino como un espacio público que dignifica a la ciudad, pero que además formará parte de los iconos de este pueblo.
Al respecto, abundó que si bien fueron colocados los nombres de las personas perecidas, no fue con la intención de exhibirlos, sino con el único objetivo de recordarlos como personas y como miembros de cada una de las familias que se enfrentaron a este virus, pero que lamentablemente perdieron la vida, siendo de esta forma homenajeados a través de este monumento de humildad, amor y solidaridad para todos.