Bajo la luz de la luna llena, acompañado de hombres y mujeres practicantes de la brujería tradicional mexicana, un hombre identificado por la población como un nahual de la Sierra Norte de Puebla, abrió por primera vez, las puertas a un medio de comunicación para atestiguar lo que ocurre en un ritual a propósito del Día de Brujos, celebrado el pasado 24 de junio, y en el que desafía la barrera de la realidad con el mito.
LA CITA
En algún punto fuera de Zacatlán, una cabaña se convirtió en el lugar del encuentro. Al llegar, el hombre de cabello corto, pero suficientemente visible como para distinguir su color plata – al igual que su bigote – esperaba, en la rústica sala color madera, el inicio del ritual. Una fogata iluminó el lugar y alumbraba su rostro.
Este hombre vestido modesta pero impecablemente, es conocido como maestro de otros brujos y brujas, un “sanador de almas”. Con su voz e imponente presencia hacía saber que iba a iniciar el ritual de esa noche y se mostraba dispuesto a esta entrevista.
Publicaciones como esta se encuentran únicamente en la revista Time del 5 de marzo de 1973, que dedicó su portada a Carlos Castaneda o la revista Life, del 3 de junio de 1957, que entrevistó a Robert Gordon Wasson sobre su experiencia con los “niños santos” y que catapultó a María Sabina, de Huautla de Jiménez, Oaxaca, como una mujer medicina de los hongos mágicos.
Esta es una entrevista única si se considera que sucedió desde ese mundo ajeno a la razón y a lo material, es decir, en lo que los brujos llaman
Nagual": lo inmaterial y lo inexplicable, una realidad alterna diferente a los sueños y donde están las memorias del universo; mundo diferente al grado espiritual del Nahual, la entidad anímica que funge como puente o vía a ese conocimiento universal. Para él era lo mismo aquí y allá. El medio de contacto dejó a la ensoñación como una vía al nagual Ahí, la precisión periodística sólo alcanza a describirlo como inexplicable.
Por primera vez, un medio entrevista a un nahual desde el nagual y rompe los mitos de transformación en animal para dar paso a un hombre con una cualidad de conocimiento diferente, luego de conectarse con la "fuente de todo", lo que le permite abrirse a una entidad espiritual que "hace vibrar los corazones".
El personaje se abrió a una entrevista solo con la condición de omitir su nombre, su humildad – a veces conmovedora – se convertía, otras tantas, en algo tan puro que intimidaba.
Inesperadamente, su cuerpo y voz cambió. En ocasiones tenía la apariencia de una persona alta y corpulenta, en otros, de alguien muy bajito y flaco. Su voz fuerte cambiaba, su lenguaje común sonaba poético, demasiado profundo y claro; esto parecía que era algo familiar para sus pupilos, quienes cuentan relatos de otras entidades espirituales que suelen acompañar a su maestro.
El tema de esa noche era lo que significa ser un “brujo farol”, es decir, un verdadero brujo, ajeno a la importancia personal, la búsqueda de poder o la charlatanería. Previamente, el dirigente había sostenido un encuentro con el grupo de hombres y mujeres a quienes guía.
DIÁLOGO CON APRENDICES
Un brujo comprende que tiene en sus manos la cualidad de crear realidades extraordinarias, una realidad paralela… ese es el poder que tiene, la gente les va a creer y lo que parece un simple consejo se convierte en una ley para quien les cree, esa es una gran responsabilidad advirtió el nahual a sus entenados, a quienes les daba enseñanzas que son difíciles describir con palabras.
Durante la plática con sus seguidores, refirió que gran parte de los problemas que vive actualmente nuestro país se debe a la falta de "darse cuenta" de que todos estamos conectados, lo que afecta a uno afecta a todos: “Nos quejamos, pero no queremos hacer un cambio”, ironizó. Hubo otras enseñanzas, todas bajo un ritual resguardado por un tradicional secreto.
El trabajo de esa noche fue intenso. Este hombre de conocimiento sabía llevar a sus pupilos al límite, de una manera tan extraña que parecía que lo odiaban y lo amaban al mismo tiempo, aunque los obligaba a superar aquello que los había llevado con él a trabajar en su historia personal. Según contó uno de ellos, “sus hermanos y hermanas” de clan cuentan anécdotas sobre lo intenso de los trabajos personales que suele hacer este maestro y esas cosas inexplicables que suele hacerles vivir.
LA ENTREVISTA
"No necesito tener las respuestas correctas, lo importante es cómo escribo la historia y que tan verdad sea", anticipó el nahual a este reportero, momentos antes de la entrevista. En aquel ritual aparecían palabras con una profundidad diferente, que invitaban – casi como reflejo – a otras reflexiones… al escribirlas parece que las palabras no describen la plenitud de su sentido y contexto. Era difícil no sentir el temor a preguntar. Las respuestas y sus gestos eran tan armónicos como contundentes, dejaban sin palabras, sin aliento.
El arte de ser brujo es perder el miedo a perder y seguir el camino del corazón explicó el brujo al tiempo que pedía a alguno de sus pupilos dar su opinión.
Todos estaban en semicírculo, teniendo como centro una fogata. Del nahual hubo respuestas como: puedes preguntar lo que sea, lo importante es ¿qué vas a hacer con eso?, ¿qué quieres saber?, no hay preguntas buenas o malas, sólo las que estás listo para preguntar.
Hubo tiempo para preguntas sobre temas sociales y políticos: “gran parte de los problemas que vive actualmente nuestro país se deben a esa falta de ‘darse cuenta’ de que todos estamos conectados, lo que afecta a uno afecta a todos… nos quejamos, pero no queremos hacer un cambio”, ironizó.
No tengan miedo a los problemas, se trata de que los problemas les tengan miedo, solo entonces ya no necesitarán nada", dijo mientras reía a carcajadas, tal vez al notar la incertidumbre de este reportero, completó: "la funcionalidad de un nahual es saber moverse, es ir abriendo cosas que la gente necesita saber de sí mismo… por ejemplo, quién es, qué puede y qué no puede… despertar
A pregunta expresa sobre la creencia popular de que un nahual es un ser que se transforma en un animal, el nahual dijo que “se refiere a que cuando uno puede tocar su parte animal, se manifiesta; de hecho, todos así son, no he visto persona que no toque su animal, solo que no se da cuenta… también fue para asustar a la gente y alejarlos de estos conocimientos; a las personas con poder no les gusta que la gente despierte”.
Al expresar eso, su cuerpo ya no era el mismo y la postura le daba una apariencia más fornida. Además de la impresión, dejaba la sensación de que su cuerpo acompañaba sus respuestas; era como materializar cada palabra y cada acto.
Su mirada se hizo más penetrante, mientras decía que no le interesaba la fama ni dejar un testimonio escrito de su legado, ya lo había escrito en los corazones de las personas que guía y en el amor de su familia, la sanguínea y la espiritual.
“No es el para qué, ese se lo dará cada quien cuando conozca a un nahual. Darle un sentido a eso es encajonarlo, en el que lo viva encontrará para qué y se le verá en sus formas de pensar y actuar”, soltó inesperadamente.
Cuestionado sobre ¿Qué hace un nagual en una comunidad como Zacatlán? El hombre explicó que eso “depende de las escuelas, los nahuales y de sus intenciones. Generalmente lo usan para el bienestar de la comunidad, tanto como emocionan y a veces, hasta físico. La salud espiritual. No los he visto hacer daño a alguien”.
Señaló que, aunque los españoles y las religiones han intentado desaparecer esta tradición ancestral, hicieron que se mantuviera en secreto. De igual forma, consideró que ahora ya hay una libertad diferente y eso hace que la práctica sea más abierta y permita ir mostrando las tradiciones antiguas: "Porque ya queremos un despertar de conciencia con la gente".
Su brazo velludo y mano izquierda enfatizaban sus palabras, casi siempre acompañadas del silencio y atención de sus pupilos.
En algún momento se puso de pie. Evitó posar para las fotos. Solo algunas donde su sombra se proyectó sobre uno de los muros de la cabaña donde se llevó a cabo el ritual. Imagen que se convierte en testimonio fotográfico de esa entrevista, junto a otras del ritual que se había llevado a cabo en aquel lugar.
A pregunta expresa, el entrevistado sugirió:
Abran su corazón, atrévanse a ser lo que son, no son tan pendejos como para que alguien les tenga que estar diciendo qué sí y qué no
Rodeado de sus pupilos, explicó que “el poder no está ni en los políticos ni la delincuencia, la fuerza está en la unión de todo un pueblo… esos, los que no quieren y eso los que no van a dejar saber; todo eso existe porque el pueblo así lo ha permitido. El nahual hace consciencia de lo que es cada uno de nosotros… todos somos sabios y tenemos una conciencia”, dijo mientras sus manos gruesas y una cobija jugueteaban en el aire, a la luz de la luna llena.
Interrogado sobre ¿cómo enseñar que esto es algo más allá que la brujería, que ha sido satanizada?, reconoció de entrada que la persecución en contra de esta práctica ha sido injusta, sin embargo, consideró que a pesar de que “quisieron borrar una historia de una tradición, al parecer ayudó más de lo que pensaban. Lo que es verdad, así dejes una lápida de mil toneladas va a aflorar. Éste solamente es un camino nada más”, sentenció.
Finalmente, fue cuestionado acerca de la trascendencia de los nahuales y qué hubiera pasado si no existieran.
“Se habrían perdido muchos conocimientos antiguos y muchas tradiciones… mucho de lo que somos, de la conexión con la tierra y la vida”, finalizó mientras esbozaba una sonrisa. Era momento de ir a fumar un cigarro.
MITO SOBRENATURAL
Desde tiempos prehispánicos, la figura del nahual ha jugado un papel importante en la vida espiritual, militar, política, arquitectónica, agrícola, científica, de sanación de los pueblos originarios que, desde Canadá y hasta Nicaragua, eran parte de la nación conocida como Anáhuac.
Enmarcado en el folclor náhuatl, la figura del nahual viaja entre lo mítico y lo sobrenatural, poniendo a prueba la fina línea entre lo cultural y lo ancestral. Para unos, un brujo con la cualidad de transformarse o incorporarse en un animal u otros seres, para otros, una entidad anímica que vuelve a un hombre o una mujer la llave a mundos sagrados de sanación. También es un facilitador de la comunicación en la comunidad, el guardián o el puente con el conocimiento. Es algo más allá que un curandero. Es un hombre o una mujer con un conocimiento diferente.
Es una figura clave en la brujería ancestral practicada por los aztecas, cultura que, aún hoy, tiene sus ramas en la Sierra Norte de Puebla, donde aún hoy se habla náhuatl, en su variante “náhuat”. Su magia permanece vigente en lugares como Cuetzalan, Zacatlán y Tetela de Ocampo, donde es parte de una estructura social y cultural que da esencia las relaciones sociales y ese fuerte vínculo entre este pueblo originario y su relación con la naturaleza. Un tema del que poco hablan públicamente, pero del que la gente cuenta.
La figura del nahual es tan mística como su etimología: oculto, escondido. Está descrita en códices antiguos, como el Borgia, como criaturas metamórficas capaces de cambiar su forma física a voluntad, tal vez de ahí la dificultad para definirlo. Aún hoy prevalece la controversia sobre si lo que hacen es para bien o para mal, si tienen pactos con el Diablo o son una conexión con lo divino o ambos. Se dice que su origen es tan antiguo como el tiempo.
En la Sierra Norte de Puebla el mito popular dice que chupan sangre, roban, fornican, asustan, hacen magia negra, tienen pactos con el diablo, son los responsables del mal aire, el mal de ojo y sus apariciones son interpretados como malos augurios, por lo que usualmente son temidos o rechazados.
El arraigo es tal que personajes como los "Tres Juanes de la Sierra" (Juan Nepomuceno Méndez, Juan Crisóstomo Bonilla y Juan Francisco Lucas, líderes liberales que combatieron en batallas heroicas como la del 5 de mayo) fueron vinculados con nahuales, en Tetela de Ocampo, como lo describe la tesis de Jorge César Vélez Cervantes, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Ciudad de México: El nahualismo y los tapahtiani/nahualmej de Cuetzalan, Sierra Norte de Puebla, trabajo del que se tomaron algunas referencias para esta parte de la publicación.
