En el estado de Puebla existen más de medio millón de personas con alguna discapacidad, más de 70 mil padecen discapacidad auditiva en alguna modalidad y aunque se han aplicado políticas para su atención en el servicio público del gobierno estatal, en el sector particular en los mismos gobiernos sigue siendo una asignatura pendiente, opinó la intérprete de lengua de señas mexicana, Lucía Salazar Martínez.
La funcionaria pública prestó sus servicios en un taller dado a servidores públicos del gobierno municipal de Juan Galindo, auspiciado por el Instituto de discapacidad del gobierno estatal, en donde uno de los objetivos fue sensibilizar a los asistentes de la importancia de ser empáticos con el sector en cuestión y de respetar su forma de comunicarse, además de dar facilidades para que su interlocución sea eficiente.
Lucía Salazar Martínez tuvo una ventaja desde pequeña, empezó a aprender lo básico en cuanto al lenguaje de señas, debido a que es hija de papás que padecen sordera, sin embargo, para ella eso le dio la posibilidad de poder asumir que contaba con una habilidad distinta a los demás, especialmente lo resaltó cuando llegó a su educación secundaria.
Tomó la decisión de profesionalizar su conocimiento referente a la lengua de señas hasta llegar al Instituto de discapacidad del gobierno del estado en donde se desempeña actualmente como interprete.
Explicó que en el presente gobierno se ha contratado a personal como interprete en distintas áreas, cuando antes solamente se tomaba a los intérpretes como apoyo; compartió que en el Congreso del Estado se contrataron a dos intérpretes que fungen cada vez que hay una sesión, lo mismo sucede en la Secretaría de la Función pública, platicó que hay una jueza que está en proceso de formación y es hija de papá y mamá sordos.
En cambio, también admitió que hay algunas deficiencias de intérpretes en el ramo en algunas agencias de Ministerio Público, por lo que llamó a más personas a que se sumen al conocimiento sobre el lenguaje de señas para que el sector tenga mayores posibilidades de ser atendido con facilidad.
LENGUAJE DE SEÑAS
La interprete Lucía Salazar Martínez subrayó que el lenguaje en cuestión es como otro lenguaje, en el que hay regionalismos, modismos que hacen que sea limitado o que sea exigente para los que aprenden esta forma de comunicación, misma que está basada en construcción de mensajes citando características de artículos o personas para poder referenciar y mejorar el mensaje.
Destacó que en México es la lengua de señas “maya-yucateca” la que más se ha utilizado y más ha evolucionado siendo una forma de comunicarse no relacionada con el español y aprovechó para comentar que en la actualidad ella está especializándose en la lengua de señas técnica en derecho.
Coincidió en que, en el país existen menos de 100 personas certificadas como profesionales en el ramo, dado que no hay muchas facilidades para acceder a la certificación por los costos y porque hay pocas personas interesadas en hacerlo.