“Si los maestros nos hubieran dicho la verdad, otra cosa sería, nuestro hijo habría sido llevado rápidamente a un hospital y hoy tal vez estaría vivo”, son las palabras de unos padres que en medio del dolor, exigen justicia para su pequeño de 7 años de edad que murió el pasado 30 de junio tras un golpe en la cabeza, luego de que al parecer fuera empujado y tirado al suelo por un compañero de primaria en el municipio de Atzitzihuacan.
Los dolientes explicaron en rueda de prensa, que la agresión ocurrió la mañana del 20 de junio al interior de la Escuela Primaria Benito Juárez, ubicada en la cabecera municipal. A decir de los padres del menor Héctor N, aquel día su hijo fue empujado y aventado al suelo por un compañero de segundo grado, de tal forma que presentó un golpe en la cabeza.
Sin embargo, a decir de los denunciantes, tanto la encargada de grupo como la directora del plantel educativo, ocultaron los hechos y manejaron todo como si se hubiera tratado de un accidente.
“Aquel día, a las 09:40 horas mi esposa recibió un mensaje en su celular, de la escuela, le dijeron que mi hijo había tenido un accidente, que había chocado cabeza con cabeza, con otro compañero. Mi esposa al llegar vio mal a Héctor por lo que decidió salir y buscar una ambulancia, cosa que los maestros nunca se preocuparon por hacer”, narró el padre del menor de edad, quien además indicó que ya al final, el maestro de educación física cargó a Héctor para llevarlo hasta una ambulancia en el Centro.
Fue así como el menor, tras las revisiones de los paramédicos, quienes señalaron que el estado de salud del pequeño era grave, fue llevado al Hospital del Niño Poblano en la capital, donde le detectaron un coágulo de sangre en la cabeza de lado derecho.
Por lo anterior, el niño fue intervenido quirúrgicamente, de tal forma que los padres de este, tuvieron que conseguir prestado 35 mil pesos. Aunque el coágulo desapreció, la inflamación en el cerebro no disminuyó y su estado de salud no presentó ninguna mejoría.
Fue así como el 25 de junio, Héctor fue declarado con muerte cerebral y a los cinco días, el 30 del mismo mes, tuvo un paro cardiaco que terminó con toda esperanza.
Hoy, los padres del menor exigen que la Fiscalía General del Estado investigue los hechos y se castigue a quien se tenga que castigar, pero también piden que la Secretaría de Educación Pública (SEP) sancione tanto a la directora de la primaria Benito Juárez de aquella población, como a la maestra del grupo en el que iba el pequeño Héctor, ahora fallecido. Y es que aseguran que existen testimonios de que el hoy occiso al ser llevado ante la Dirección, indicó que su compañero “Jony” lo había empujado y tirado, ante lo cual la maestra de grupo, Griselda N., le dijo que nadie lo había tirado, que él se había caído y que eso era lo que tenía que decir.
Posteriormente, la maestra de grupo solicitó su cambio de escuela, por lo que ya no labora en la institución.
Los padres de la víctima acusaron que el menor infractor tiene un historial de mala conducta, ya que también agrede a otros niños, incluso alza la falda a las niñas y les dice cosas obscenas. Aseveraron que aunque en diversas ocasiones hablaron con la madre del presunto responsable para que corrigiera la conducta de su hijo, esta nunca hizo caso y ahora “anda como si nada” en la comunidad, “burlándose de esta tragedia” mientras que el agresor continúa yendo a clases.
DECESO DE NIÑO FUE ACCIDENTE: SEP
La Secretaría de Educación Pública (SEP) rechazó que la muerte de Héctor de siete años de edad, en la escuela “Benito Juárez” del municipio de Atzitzihuacán se trate de un caso de bullying y aclaró que fue un accidente en una dinámica de la clase de Educación Física.
Lo anterior después de que Josué Ánimas Álvarez, padre del menor de edad, ofreció una conferencia de prensa para denunciar agresión escolar, omisión de las autoridades educativas y exigió a la Fiscalía General del Estado (FGE) que investigue los hechos del 20 de junio.
A través de un comunicado de prensa, la dependencia estatal señaló que en la institución se realizó el ejercicio denominado “conos cambiados” y que durante la dinámica dos alumnos chocaron, lesionando a Héctor.
De acuerdo con la dependencia, dicha actividad se encuentra designada en el plan de estudios de la materia y en el momento que ocurrió el incidente, se atendió al infante como establece el protocolo del Manual de Convivencia Escolar.
“De inmediato el personal docente auxilió a ambos menores, e informó vía telefónica de lo sucedido a los padres de familia, además de solicitar apoyo de una ambulancia para brindar atención médica a uno de los infantes”, señaló.
La SEP refiere que inicialmente los padres decidieron llevar al menor a un consultorio particular, sin embargo, después requirieron de su trasladado al Hospital del Niño Poblano, donde fue intervenido quirúrgicamente.
Para que el menor fuera atendido, señala el documento, personal de la SEP gestionó la afiliación del infante en el Seguro Popular. Después de darse a conocer su deceso, el gobierno estatal también cubrió los gastos funerarios.
“Es necesario comentar que en todo momento personal docente y directivos de la referida escuela dieron acompañamiento a los familiares del estudiante y se activó el seguro para solventar los gastos funerarios”, afirmó.