En los últimos días, el municipio de Tehuacán se ha convertido en un horno, con temperaturas que oscilan entre los 30 y 35 grados Celsius. Esta situación, lejos de ser un fenómeno aislado, está afectando profundamente a diversos sectores de la población y exacerbando ciertas enfermedades.
Según el sitio Meteoblue, el cambio climático ha dejado una marca imborrable en esta región durante las últimas cuatro décadas. Desde 2016, el incremento en la temperatura ha sido vertiginoso, dejando atrás las medias históricas. Si antes se esperaba una temperatura promedio de 18 grados Celsius, ahora los termómetros superan los 30 con regularidad.
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Pero no solo se trata del calor extremo. Los registros indican una disminución significativa en las precipitaciones desde 2017, lo que ha provocado pérdidas considerables en el sector agrícola. Los campos de Tehuacán se resienten ante esta falta de agua, lo que augura dificultades económicas para la población rural.
Ante este panorama, los especialistas en salud advierten sobre los peligros de la exposición prolongada al sol. Dolores de cabeza, mareos y otros malestares son cada vez más comunes. La hidratación se vuelve fundamental en estos días, así como el uso de protector solar para prevenir enfermedades de la piel.
Para aquellos que no pueden evitar trabajar al aire libre, se recomienda tomar precauciones adicionales, como ducharse frecuentemente para refrescarse. Sin embargo, a pesar de estas medidas, se espera un aumento en las enfermedades respiratorias durante esta temporada, especialmente entre niños y adultos mayores, grupos más vulnerables en esta época del año.
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El calor extremo se ha convertido en una realidad innegable para los habitantes de Tehuacán, y sus consecuencias se hacen sentir en todos los ámbitos. Urge tomar medidas a largo plazo para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a la población de sus impactos devastadores.
