Entre el miedo y la incertidumbre viven decenas de familias asentadas cerca de los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), donde se ha convertido en algo muy común observar el ir y venir de pipas de gas LP que de noche llegan hasta el derecho de paso y luego retirarse dejando una estela pestilente a combustible.
ASENTADOS JUNTO AL DUCTO
Los habitantes de San Jacinto, San Miguel, San Antonio y El Carril, pertenecientes a la cabecera municipal en Amozoc, además de Signore en la Junta Auxiliar de Chachapa, son algunas de las zonas de riesgo por donde cruzan ductos y existe mayor incidencia de tomas clandestinas.
De acuerdo con datos proporcionados por personal de Protección Civil del Estado de Puebla, en estas colonias se han generado al menos una fuga de gas en los últimos 4 años, poniendo en riesgo la vida de los pobladores.
El robo de combustible en el municipio de Amozoc tomó mayor intensidad durante el gobierno del morenovallista José Cruz Sánchez Rojas, de 2015 a 2018, cuando Protección Civil Estatal clausuró más de 280 tomas clandestinas.
Una de las zonas con mayor incidencia en robo de combustible y con más fugas registradas es la Colonia San Jacinto, ubicada en las cercanías a la autopista Puebla-Orizaba, donde el pasado viernes explotó una toma clandestina mientras laboraban trabajadores de Pemex. En el mismo sitio, en 2015, mientras una pipa ordeñaba un ducto cercano a la iglesia de esta localidad, una chispa provocó una explosión calcinando al instante a un hombre que encontraba en el lugar.
En mayo de 2020 una fuga de Gas LP alertó a los pobladores que habitaban sobre la calle Carril San Lorenzo, la fuga se salió de control provocando una llama de más de 8 metros de altura; tras este hecho Protección Civil municipal solicitó que se evacuara a las personas 1 km a la redonda.
En entrevista para El Sol de Puebla, vecinos de esta colonia expresaron su sentir al vivir en una zona caliente como ellos la llaman.
“Vives con incertidumbre, durante las noches escuchas a las camionetas pasar muy rápido a pesar de ser terracería, las detonaciones de armas de, cómo se pelean la zona”, asegura uno de los pobladores.
Don Carlos, como lo llamaremos para cuidar su integridad, es una persona de la tercera edad, él vive a 20 metros de donde pasa un ducto, con él habitan sus dos nietos y su hija de 30 años de edad, para él el olor a gas es parte del ambiente.
“Llevo 15 años viviendo aquí, me mudé junto con mi hija, éramos de las primeras casas y para nosotros el olor a gasolina y gas es parte del ambiente, sim embargo, nos preocupa mucho las explosiones, como la de ahora que nos agarró por sorpresa, yo pensé que ya nos moríamos, salí gracias a un vecino que nos ayudó”, relató.
El miedo y la incertidumbre son emociones que acompañan constantemente a los pobladores que habitan cerca de las tomas clandestinas; quienes reprochan que las autoridades no han puesto un alto a este delito.
“Hace un año el presidente Andrés Manuel dijo que ya se había acabado el huachicol, pero se ve que no conoce Puebla y Amozoc. Aquí la policía se hace ojo de hormiga según pasan vigilando, pero nada más vienen por su cuota y se van. Desde que estaba Cruz (José Cruz Sánchez Rojas, exalcalde) siempre se denunció y solo decía que a él no le tocaba; éste que está ahorita (Mario de la Rosa) le dices y dice que ya no hay huachicol, porque ya se acabó. Mire ahora casi morimos calcinados”, acusó otro de los vecinos.
Tras la exposición registrada el viernes 26 de agosto de este año, donde una vivienda quedó completamente destruida y cuatro más tuvieron daños estructurales, los habitantes de San Jacinto, señalaron que solicitarán a las autoridades estatales tomen cartas en el asunto, ya que el municipio ha hecho caso omiso.
TEMEN UNA TRAGEDIA EN TEPATLAXCO
La comunidad de San Cristóbal Tepatlaxco, se ha caracterizado por el robo de hidrocarburo y gas LP a los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex); por lo cual, sus pobladores piden mayor seguridad y vigilancia en el derecho de vía, pues no quieren que se repita una desgracia como la que se registró el 19 de diciembre del 2010.
Aunque después de la última fuga que se registró, el pasado jueves 11 de agosto parece que no ha habido actividad ilegal en la zona de ductos de Pemex, los vecinos consideran urgente reforzar la seguridad para que se eviten tomas clandestinas que puedan ponerlos en riesgo.
En este sentido, identifican dos puntos importantes donde se da el robo de gas, de ahí que algunos pobladores señalen que cuenten “posiblemente con el permiso de los mismos trabajadores de Pemex”, para hacer tomas clandestinas en la zona de Las Válvulas y en paraje conocido como Los Delfines.
En San Cristóbal Tepatlaxco -afirman- se dan cuenta cuando ingresan las pipas de gas, cuando salen del derecho de vía, principalmente en la zona de Las Válvulas, por ser la zona más habitada.
Sin embargo, quienes tienen sus terrenos de cultivo en la zona de Los Delfines, ven a las pipas circular, pero no se atreven a denunciar, tienen miedo, de que haya represalias tal y como sucedía cuando se robaba diésel de los ductos de Pemex.
“Allá de los defines, cuando vamos para nuestros terrenos, cuando nosotros vamos entrando muy de madrugada, ellos (los guachigaseros) ya van saliendo”, narró un campesino.
Los entrevistados reconocen que había menos peligro, hoy la columna de gas que sale de las tomas clandestinas ponen en riesgo a más personas que con el huachicol.
