La caza furtiva de venado cola blanca se redujo 90 por ciento en el ejido de Contla y San Miguel. Ahí se ha habilitado un centro de caza autorizado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), quien permitió el aprovechamiento de nueve ejemplares hasta este año.
La población del mamífero asciende actualmente a 132; sin embargo, 20 años atrás eran cientos, machos que mermaron debido a la caza ilegal de poblaciones ubicadas en el vecino estado de Morelos, principalmente, comentó Pedro Rodríguez Ortiz, vigilante y guía.
El ejido tiene una superficie de mil 700 hectáreas, pero la Unidad de Manejo para la Conservación para la Vida Silvestre (UMA) es de mil 565, donde además abundan plantas medicinales que las comunidades de Contla y San Miguel buscan aprovechar.
De acuerdo con el jefe de planeación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), Everit Mora, la temporada de cacería terminó esta misma semana, después de tres meses de recibir visitantes de estados como la Cuidad de México, Morelos, Oaxaca, e incluso del norte del país como Sonora, Sinaloa o Tamaulipas, donde las condiciones de inseguridad no permiten realizar actividades de caza.
Los ejidatarios tienen ya nueve años desde que iniciaron los trabajos en la UMA, con el apoyo de la dependencia federal, que destina cada año un millón de pesos para 40 unidades que se ubican en el estado de Puebla; sin embargo, la temporada de caza solo permite a los ejidatarios y sus familias vivir de su tierra una temporada, y hasta ahora no han encontrado la forma de explotar la amplia variedad de plantas medicinales que existen en la región.
Pese a ello, el mayor logro de la UMA ha sido detener la caza furtiva, cuya práctica permitía que los que ingresaban al ejido se llevaran hasta ocho ejemplares por semana, situación que comenzó a disminuir la población de venado, y 12 años atrás era un milagro ver a uno de ellos vivo.
Durante la temporada que inició en noviembre, la Semarnat autorizó 9 “cintillos”, uno por venado; sin embargo, solamente fueron cazados cuatro ejemplares. El ejido recibió hasta esta semana alrededor de 200 visitantes, entre cazadores, familias y deportistas, ya que las instalaciones cuentan además con cabañas, tirolesa, zona de acampado, senderos y una ruta para bicicletas.
EL COSTO POR CAZAR
El costo por venado, dijo Rodríguez, es de 7 mil pesos. Debe ser macho forzosamente y si el cazador quiere un ejemplar joven debe pagar hasta 10 mil pesos, cantidad que no garantiza llevarse el trofeo, pues durante la temporada 15 deportistas fallaron en su intento.
El ejido cuenta con pequeñas obras de captación de agua, también se han construido bebederos y los venados son monitoreados regularmente por autoridades ambientales con la finalidad de saber si se encuentran en buen estado o si son hembras o machos.
Según resaltó Néstor Rodríguez, ejidatario y guía, la dinámica para cazar consiste en llevar a los interesados a puntos específicos en donde pueden realizar tiros a distancias de hasta 300 metros, y no se permite que la caza sea con perro por ejemplo, o de otra clase.
Mora destacó que el trabajo que han realizado los ejidatarios en la UMA no solo permitió reducir la caza ilegal hasta 90 por ciento, sino que existen por lo menos 400 animales, entre los que se encuentran el venado, la chachalaca, la codorniz y el coatí, que también han encontrado refugio y un lugar seguro para reproducirse.
