Ignacio Mier Velazco no manifiesta pesar alguno por no ser el puntero en las encuestas sobre intención de voto conocidas hasta hoy. El aspirante al gobierno del estado afirma que Morena obtiene un voto ponderado a partir de la medición de diferentes variables y subraya que este partido político también valora la lealtad, la congruencia y la consistencia con el movimiento para definir a sus candidatos a puestos de elección popular.
Aun así, para quien insista en colocarlo en desventaja por su lugar en los sondeos y estudios de opinión, añade que Morena en Puebla, en conjunto con los partidos de la coalición, el Verde y el PT, concentra más del 50 por ciento de la preferencia electoral, más del doble que cualquiera de los aspirantes en las mediciones individuales.
“Ninguno de los que andamos en esto andamos por arriba de 22 puntos. Por eso te digo que es bien vanidoso, superfluo, andar hablando de encuestas, cuando nuestro partido a todos nos saca el doble”, expresa.
El diputado federal destaca su relación con el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Dice que le acompaña en las batallas desde el año 2006 y asegura que comparte con el mandatario una relación de amistad, que trasciende más allá de las convicciones y los principios políticos. Pero niega que ese vínculo personal y hasta familiar vaya a convertirlo en candidato a gobernador.
En entrevista con este diario, el coordinador de los legisladores de Morena en San Lázaro repasa también los últimos años de su relación con el fallecido Miguel Barbosa Huerta. Revela que lo ayudó a ser gobernador, que se consideró su amigo y que nunca entendió qué fue lo que ocurrió después, el origen del encono y las agresiones realizadas no solo en su contra, sino, también, de sus familiares.
¿Cuándo te fuiste del PRI y te integraste a Morena? ¿Fue en 2018, hasta que fuiste candidato a diputado federal?
Yo en 2006 me empecé a alejar del PRI. Hay constancia aquí, incluso de El Sol de Puebla, de cuando salí a declarar que se había cometido un brutal fraude electoral en México en contra de Andrés Manuel López Obrador. Después de la elección de 2006 yo fui uno de los promotores de la lucha en contra del fraude electoral, porque había sido yo el que había salido a pedir el voto útil a favor de López Obrador, porque estaba visto que el PRI iba a perder, que Roberto Madrazo era un desastre y que representaba la parte más oscura del PRI. Empecé a trabajar con Andrés Manuel en el gobierno legítimo de 2006.
En 2010, en una ocasión que vino aquí, en abril, en Puebla, empezamos a platicar sobre la idea de tener una asociación política registrada formalmente, que es el Movimiento de Regeneración Nacional. Yo soy fundador del Movimiento de Regeneración Nacional. Una vez frente del Palacio Municipal hubo una concentración y ahí por primera vez yo subí al templete con Andrés Manuel López Obrador. Formalmente quedó instalado aquí en Puebla en abril del 2011. Después en 2012 coordiné la campaña de Andrés Manuel López Obrador y de la coalición. En aquella época era “el cambio verdadero está en tus manos”.
En 2014 empezamos las asambleas en todo el país para que Morena tuviera un instrumento electoral y en noviembre finalmente Morena fue un partido político. Me voy entonces (a Puebla) y coordino la campaña para los 15 diputados federales. En aquella época éramos básicamente Fernando Jara, Gabriel Biestro y yo, que estábamos coordinando el estado.
Una vez platicando acá en Puebla, en Tepeyahualco, estábamos comiendo (con López Obrador) unos aguacates criollos con barbacoa, Manuel Bartlett, Fernando Jara, César Yáñez, entonces platicábamos que Morena no existía de Querétaro para arriba y nadie se quería ir (a hacer trabajo político). Yo dije “me voy entonces” y me fui a Sinaloa primero y a Durango (después) y ahí me quedé hasta 2018.
Finalmente (gracias a la elección federal de ese año) soy diputado federal, presidente del Comité de Administración, donde me tocaban dos tareas fundamentales: recortar el presupuesto y quitar todos los gastos (superficiales) del gobierno para destinarlo a los programas sociales. Ahora tengo 62 años y llevo 20 años, un tercio de mi vida, dedicado al Movimiento.
¿Te consideras amigo del presidente López Obrador?
Yo jamás he usado el nombre del presidente, pero tenemos una relación de muchos años, compartimos muchas cosas. Sí, sí tengo la oportunidad de platicar cosas más allá de nuestro movimiento, cosas personales, familiares, conozco muy bien a sus hijos. Compartimos muchos gustos, además del gusto de transformar a México, además de las convicciones y principios del movimiento, los mismos autores en ciencia política, en novelas y en historia
¿Te consideras un soldado del presidente en la cámara de diputados?
Yo soy un soldado de un movimiento generoso, de un movimiento amplio, donde 30 millones de mexicanos manifestaron su decisión democrática votando por una transformación de la vida pública en México y tenemos un mandato, no es cosa gratuita, no es cosa de empatía en torno a una persona, es entorno a un proyecto a un ideal la libertad. No es Andrés Manuel López Obrador. Para él es mi cariño, mi respeto, mi gratitud eterna, pero la lealtad es a lo que fuimos a organizar, en el caso mío, al norte del país. Eso es lo que yo defiendo en la cámara y eso es lo mismo en lo que creo, un proyecto que trasciende.
¿Cuándo surgieron tus aspiraciones para ser candidato a gobernador, a partir de que te ratifican como coordinador de Morena en un segundo periodo legislativo, después de las elecciones de 2021, o antes?
Con toda honestidad no es así, porque yo pude (aspirar) desde la presidencia del Comité de Administración, que es el tercer órgano más importante de gobierno de la cámara, después de la Junta de Coordinación Política y la presidencia la Mesa Directiva, pero eso de utilizar el cargo para promoverte nunca me gustó. Estoy en contra de eso sí. Te lo digo, lo hubiera hecho desde el momento que fui nombrado delegado de Morena en Sinaloa desde el 2015. Respeto a los que utilizan los cargos para promoverse. Yo no lo voy a hacer.
Ahora, empezó aquí (en Puebla) a manejarse mi nombre, pero más que los medios, los que vieron, los que están siempre con el chip de la política de siempre, del cargo para buscar algo, dijeron “pues este seguramente quiere” y me empezaron a atacar. Yo ni siquiera había pensado en eso, porque todo lo que he conseguido en la vida es fruto de mi trabajo y quien mejor juzga es el pueblo.
El propio presidente impulsó que los que tienen aspiraciones, pues que se destapen, por eso se les conoce como las corcholatas, pero eso que pasa a nivel nacional para el relevo del presidente, que desde el palacio, él dijo, en lugar de que anden ahí escondiéndose, háganlo público, visible fuera de hipocresía. Ese es el verdadero cambio democrático. Yo lo dije en septiembre que presente mi informe: “voy a hacer un recorrido”. He recorrido una buena cantidad de municipios y he encontrado cada vez una respuesta mayor. Entonces sí, sí (quiero ser candidato). Voy a respetar los tiempos, voy a trabajar, voy a seguir visitando los municipios, ya me despertaron el apetito.
La siguiente pregunta es acerca de un personaje que ya falleció, pero tú puedes contarnos una parte de la historia. ¿Qué sucedió con Miguel Barbosa Huerta? ¿Por qué ese encono entre ustedes?
No, yo nunca he sembrado rencores. Soy un hombre feliz y cuando me despido les digo “sean felices”. Yo lo ayudé a ser gobernador, si yo no hubiera intervenido, Miguel Barbosa nunca hubiera sido gobernador de Puebla. En tres ocasiones. La primera cuando él ya había declinado a favor de Enrique Cárdenas. Yo le dije a través de Edgar Garmendia que le dijera que no era cierto, que no había candidato. La segunda vez fue en la elección extraordinaria de 2019. Me preguntan y yo dije que tenía que ser candidato por un asunto de legitimidad. El defraudado (en 2018)b fue Barbosa, al que le robaron la elección fue a él. Y la tercera fue cuando le impugnaron su candidatura. El tribunal iba a fallar en contra de su candidatura. Y yo hablé con Ricardo Monreal, quien ayudó para la operación política, para que se pudieran desistir de la denuncia. Y por eso se quedó Miguel. Y luego lo viene a ayudar a su campaña.
Ahora, ¿qué pasó?, es la pregunta que no me hago yo, se la hacen cientos de poblanos, incluso miles. Ojalá hubiera sido yo exclusivo y hubiera tenido problema solo conmigo, pero no, fue con notarios, exfuncionarios, empresarios, políticos, periodistas.
¿Nunca tuviste oportunidad de platicar a solas con él?
No, era un asunto de principios, de valores. Tu dignidad, ni la gratitud ni la lealtad se compran en la vida y entonces yo considero que esos actos de ingratitud, de deslealtad, que atentaban contra mi dignidad, después de ayudar, ¿ir a pedir perdón? Yo soy humilde cuando cometo errores, lo reconozco, tengo que decir “discúlpame”, pero yo veía ya una actitud sistemática, por eso lo denuncié, porque hay cosas en la vida que no se pueden permitir,
¿Cómo es tu relación con Sergio Salomón Céspedes, el nuevo gobernador?
A él lo conozco desde muy pequeño y a su familia. Un hermano de él se casó con una cuñada mía y los conozco desde entonces, y la vecindad (en la región) Tepeaca-Tecamachalco, (pero) no hemos tenido mayor relación. Él está terminando de acomodarse, le digo yo, de ensillarse en el caballo. No es fácil, Puebla es un estado muy grande. No es sencillo gobernar un estado de casi siete millones de habitantes. Y él está bien. Lo veo muy sensato, prudente, maduro, equilibrado, demócrata, respetuoso y creo que esa manera de gobernar, Puebla lo necesitaba, le urgía, digamos, una combinación entre el doctor Toxqui, Melquiades Morales Flores y Manuel Bartlett, que también sabe dónde ir y empezó con programas y giras y visitar los municipios y recibe a presidentes.
¿Te reuniste ya con él?
No, no he tenido acuerdos personales con él, hay que dejar que termine de… lo reitero, Puebla necesita de la participación de todos, necesitamos recuperar los espacios y el tiempo que no se logró concretar, por lo que haya sido, pero que en el tiempo que él tiene, que es un tiempo breve, sí pueda realizar su máximo esfuerzo, y en eso va a encontrar siempre mi apoyo.
¿Cuál es el plan de Ignacio MIer para ganar esa candidatura Morena?
Yo formalmente no me he mi afiliado nunca a Morena. Sigo perteneciendo al movimiento que yo formé y acá en Puebla lo estamos reviviendo a través del Instituto (Mexicano) para la Transformación (de la Vida Pública). Qué es lo que queremos, que el espíritu original de nuestro movimiento no se pierda, que no se burocratice. Morena es un instrumento electoral jurídico del movimiento y en el movimiento entran todos, es un movimiento libre, en el que pueden participar todos, no importa cuál haya sido su trayectoria, siempre hay oportunidad de contribuir con algo.
Luego, en un segundo nivel, con los que son expertos, lo sistematizamos, le damos forma de proyecto, para llegar al mes de agosto con un diagnóstico social, económico, político, industrial, de desarrollo regional, educativo, de infraestructura social básica, de infraestructura y equipamiento urbano, de comunicaciones, de inversión para el estado de Puebla, además de educación y cultura.
Podemos tener un programa que tenga sustento social, que se siente sobre una infraestructura social comunitaria, organizada con un proyecto, y que para septiembre lo presentemos.
¿Es a través de este instituto como piensas ganar la candidatura?
Es un instrumento de organización social, porque es el pueblo.
¿El instituto te va a ayudar a incrementar los niveles de conocimiento y potencial de voto en las encuestas?
Falta un año para eso. Yo creo que a finales de año vamos a tener la definición del candidato a presidente de la república, y seguramente después de eso vendrán los nueve estados de la República. La Ciudad de México es muy importante, después sigue Veracruz e inmediatamente después Puebla, Guanajuato, Jalisco. Entonces vamos a esperar, yo te lo digo sinceramente, como soy un hombre que se conforma con poco, no ambiciono nada, yo creo que todo es producto de tu trabajo, de tu esfuerzo, no de tu ambición desmedida, de todo el tiempo estar ahí buscando.
¿Entonces habrá tiempo para que mejores en las encuestas? Insisto en las encuestas porque Morena afirma que elige a sus candidatos con una encuesta.
Voy aquí, me insistes, me quise salir para no hablar demasiado. Mira, yo, cuando tomé la decisión que le iba a consultar a la gente, estaba, creo que tenía 8 por ciento de identificación de nombre. He crecido lo que nadie ha crecido, crecí casi 20 puntos en muy poco tiempo.
¿Gracias a los anuncios espectaculares?
No, no los hemos medido, pero es normal que salga en espectaculares, no solo en el estado de Puebla, por los cargos que he tenido. En el caso mío, te lo digo con honestidad, (la exposición de esos anuncios) es un tema del cargo.
¿Alcanzará el tiempo entonces para que puedas ganar?
En Morena se aplica una batería de preguntas. El método democrático de Morena incluye además de las preguntas que se hacen otras cosas que son cualitativas y que no nos han fallado, tan no nos han fallado que tenemos 22 gobiernos de Morena. (El de las encuestas) es un voto ponderado que mide varios aspectos, el que tenga más puntos gana, y luego entra la lealtad al movimiento, aquellos que han demostrado en sus actuaciones mayor compromiso, congruencia, consistencia.
¿Por qué en Morena puede darse ese criterio diferente? Porque es un árbol muy robusto, un movimiento muy grande, que da una sombra muy grande. Es tan generoso, es poroso y a la vez tan generoso que a gente sin trayectoria ni experiencia los hizo ganar. Entonces, en este momento Morena en Puebla y en conjunto con nuestra coalición, que la vamos a cuidar, con el Verde y con el PT, andamos por arriba del 50, 51, 52 por ciento (de intención de voto). Ninguno de los que andamos en esto (los aspirantes) andamos por arriba de 22 puntos. Por eso te digo que es bien vanidoso, superfluo, andar hablando de encuestas, cuando nuestro partido a todos nos saca el doble. Cuando ya te le iguales un poco entonces sí habla “yo soy el mejor”.
¿Te va a elegir el presidente López Obrador? ¿Te va a nombrar candidato a gobernador?
Fíjate que al único que ha sugerido, fue a Ricardo Monreal, ni siquiera es su amigo. Mis compañeros (los integrantes del partido, quienes vana a elegir candidato) saben de la cercanía, la empatía con el presidente, pero el presidente no vota acá, vota en Palenque.
Para concluir, Ignacio Mier dijo que si la gente no quiere que él encabece la candidatura de Morena al gobierno del estado, apoyará a quien lo haga, pues no es rencoroso ni envidioso. Pero si la gente quiere, y está sintiendo que quiere, añadió, hará lo que le diga, con honestidad, humildad e inteligencia para procurar que regrese la felicidad a Puebla. “Nada mejor de un gobierno que garantizar a la población la posibilidad de ser felices, de despertarse tranquilos y de dormirse con una sonrisa”, remató.