Con el apoyo de personas que provienen de la Ciudad de México, Toluca, e Hidalgo, alrededor de tres mil sonidores participarán en la marcha de este domingo para solicitar al ayuntamiento les autorice sus eventos en la vía pública, informó José Rodrigo Ramírez, integrante de la Unión de Sonideros, Música y Baile de Puebla.
Aclaró que solamente se quiere permiso del ayuntamiento para eventos que tradicionalmente se cubrían en barrios y lugares emblemáticos de la ciudad, por lo que solicitaron a la autoridad municipal reflexionar su postura.
A nombre de más de 10 grupos dedicados a esta actividad, rechazó que en este tipo de eventos se fomente el consumo de alcohol o venta de drogas, finalmente se trata de amenizar actividades en beneficio de la población, dijo.
“Hablamos que somos alrededor de tres mil sonideros los que vamos a participar en la marcha de este domingo que saldrá del Paseo Bravo, y nos vienen a apoyar compañeros que provienen de la Ciudad de México, Toluca e Hidalgo”.
José Rodrigo Ramírez aclaró que no se busca invadir la vía pública cada fin de semana, solamente se busca el permiso municipal para que puedan actuar en barrios y lugares tradicionales como era en el pasado.
“Antes se permitían actividades en la fiesta patronal del Carmen, en los barrios de San Antonio y en San José, ahora ya no, desde que entramos al ayuntamiento ya nos niegan los permisos sin terminar de exponer nuestros casos”.
La marcha programada para este domingo, prevista a salir a las 11:00 horas del Paseo Bravo para llegar al zócalo, afirmó que será pacífica y se tiene previsto que haya música a manera de exhibir el trabajo realizado.
NO EXISTE REPRESIÓN
El secretario de Gobernación Municipal, René Sánchez Galindo, rechazó que exista represión contra los sonideros, pero la función del ayuntamiento es que sea respetada la ley.
Afirmó que este tipo de grupos, normalmente tienden a desarrollar sus actividades sin contar con los permisos correspondientes como: anuencia de los vecinos, permiso vial para el cierre de calles y paso de vehículos para desmontar sus equipos de sonido, permiso de cobro de taquilla y de protección civil, así como el compromiso de los decibles autorizados.
Aseguró que el compromiso del ayuntamiento es “poner orden a este tipo de eventos” pues finalmente los más afectados son los vecinos que deben soportar el ruido y escándalo generado.