En las jornadas de búsqueda de personas, es frecuente ver a madres o a padres que buscan a sus seres queridos, pero muy pocas veces se habla de los abuelos, quienes al ver agotamiento físico y mental que tienen sus hijos, toman la batuta y hacen todo lo posible por encontrar a sus nietos. Tal es el caso de Raúl Rueda, que busca Arturo Raúl Garate, que desapareció en mayo del año pasado en Villa Frontera.
“Mi nombre es Raúl Rueda Peralta, soy abuelo de Arturo Raúl Garate Rueda. Lo ando buscando desde el 13 de mayo del 2023 y desapareció en Villa Frontera por la tarde noche. Él les comentó a sus papás que iba a las canchas, pero jamás regresó y es la fecha que no sabemos nada de él y que no lo encontramos”, comentó.
La razón por la cual, el señor Raúl ahora encabeza la búsqueda es porque su hija, Érika Rueda (madre de Arturo), está deprimida y también porque tiene diabetes. La enfermedad ha empeorado desde que no encuentra a su hijo y ante esta situación, Raúl es el que ha tenido que ir a barrancas, terrenos baldíos y al Servicio Médico Forense (Semefo) para poder dar con su paradero.
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“Afortunadamente o desafortunadamente no lo hemos encontrado ahí, pero ha pasado algo curioso, a veces aparece conectado en el Messenger de Facebook. En una de esas ocasiones, le escribió a su mamá que se iría a León por trabajo, que no lo buscaran, mandó la foto de un vehículo en circulación, dijo que se iba a Veracruz, pero no sabemos si es él, no hay certeza porque no se ve su rostro. Ahora le mandamos mensajes, pero no contesta, sólo deja en visto”, declaró.
Todo lo anterior lo han llevado como pruebas a las autoridades y ellos determinaron que las imágenes de la carretera no van hacía Veracruz, sino que va para Atlixco, por lo que la persona que está detrás del monitor, los está engañando. El joven Raúl desapareció a la edad de 21 años y tiene un bebé de un año y medio que casi no convivió con él a causa de su desaparición.
“Ya se cumplieron nueve meses desde que no sabemos nada. Las autoridades nos dicen que no hay nada y mi hija está enferma y con mucha depresión, por eso me hizo una carta poder, para que yo pueda seguir buscándolo en su nombre, pero la verdad es que ya no sé a dónde ir o qué hacer. Ya fui al Semefo de Tepeaca, de Tecamachalco, de Tehuacán y no encontramos nada”, indicó.
Al no encontrarlo en ningún Servicio Forense, la esperanza sigue, pero la angustia persiste, pues no se sabe si está en buenas condiciones. El señor recuerda a su nieto como un chico trabajador, que siempre que llegaba a su casa le pedía de comer a su abuela y ella lo consentía preparándole lo que le gustaba. Todos los días iba a ver a su bebé, quería ser un padre presente.
Como en la mayoría de los casos de desaparición, los familiares se vuelven investigadores y hacen el trabajo que le correspondería a las autoridades. Dentro de las pláticas con vecinos de Villa Frontera, está la teoría de que Arturo estaba con un amigo y a ambos “los levantaron”, pero esto no ha sido ni confirmado ni descartado por la FGE.
“A lo mejor estaba en la hora y el día equivocado, no puedo decir que mi nieto era un santo, pero las autoridades son las que tendrían que determinar eso y tienen que seguir buscándolo (…) si me está escuchando yo quiero que regrese con nosotros, la verdad para la familia es una angustia muy grande no saber nada de él y que recuerde que tiene un chiquitín, que es su hijo y a su mamá que está enferma”, concluyó.
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