Será en menos de una década cuando la humanidad sea capaz de regenerar huesos y cartílagos, afirmó Nina Marie Tandon, científica fundadora de la compañía EpiBone, que desde hace más de 10 años arrancó las investigaciones y procedimientos para reconstruir estructuras óseas.
Durante su participación en el segundo día de actividades del Festival de las Ideas 2024, Tandon, quien ostenta un doctorado en Ingeniería Biomédica por la Universidad de Columbia, aseguró que uno de los objetivos de su compañía es democratizar el acceso a la salud, pues en la actualidad existen decenas de países que carecen de sistemas de salubridad eficientes.
“Cuando pienso en esto, pienso en hacer las cosas asequibles. Como sociedad tenemos grandes brechas en accesibilidad a la salud (…) tenemos que asegurarnos que estén disponibles para todo el mundo”, remarcó la experta ante cientos de personas que se dieron cita en el Auditorio Metropolitano.
Para contribuir a ese objetivo, la científica detalló que EpiBone, empresa basada en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, trabaja incansablemente por garantizar la reconstrucción de huesos y cartílagos, que son uno de los insumos más demandados en el área médica para trasplantes en todo el mundo.
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Explicó que actualmente su proyecto se encuentra en la fase de pruebas, que dura entre cinco a siete años. Afirmó que llegar hasta este punto fue un reto importante, pues la investigación previa constituyó varios retos, que alargaron el procedimiento.
Pese a ello, Tandon hizo hincapié en que, una vez terminadas las pruebas, y si estas son exitosas, la iniciativa de regeneración de huesos y cartílagos será una realidad en todo el mundo. En la actualidad, destacó que el gobierno de Estados Unidos ya dio su autorización para mantener las pruebas.
“Ahora que estamos en los ensayos clínicos, es posible que lo tengamos listo en más o menos cinco años”, sostuvo.
Explicó que, aunque los avances tecnológicos en el área médica son hoy en día muy actualizados, no existe todavía la capacidad de reconstituir estructuras óseas, pese a que existe un amplio mercado de demanda.
La especialista relató que, como ingeniera biomédica, se planteó como objetivo principal reparar el cuerpo humano. Lo anterior surgió luego de que sus dos hermanas padecieran daltonismo, mientras que su hermano menor perdió parcialmente la vista.
Si el proyecto sale como se tiene esperado, EpiBone será capaz de cultivar un hueso en tres semanas, mientras que un cartílago tardará hasta cuatro semanas.
“Sé que vamos a encontrar el camino hacia adelante (…) En el futuro espero poder prometerles que nosotros podemos ser nuestra propia medicina (…) Les prometo que tengo la mejor de las intenciones”, subrayó.
Finalmente, remarcó que, aunque ya se han realizado pruebas con células reales, se requiere avanzar en varios procedimientos para que los trasplantes sean enteramente de grado médico.
