Los sacerdotes ubicados en la zona denominada como “Triángulo Rojo”, que abarca los municipios de Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Palmar de Bravo y Tecamachalco, son perseguidos o extorsionados por grupos criminales.
Lo anterior aseguró el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, previo a la inauguración del Diálogo Nacional de la Paz, realizado en el Auditorio Ignacio Ellacuría de la Universidad Iberoamericana Puebla.
En entrevista, Sánchez Espinosa lamentó que los actos de violencia invadieron recintos religiosos, toda vez que la Arquidiócesis del estado reportó un incremento por estos atentados en contra de sacerdotes durante el último año.
Refirió que los principales reportes están relacionados con robos, persecuciones y extorsión en contra de los sacerdotes de las parroquias de la zona norte de la capital poblana, Esperanza, Amozoc y Tecamachalco.
“Pedimos a nuestras autoridades que tomen cartas en el asunto, es lo que pedimos, todo mundo sabe que esa es una zona difícil y esperemos que la tomen en cuenta”, urgió.
Por otra parte, el líder de la grey católica condenó el aborto. Subrayó que, pese a que las mujeres ya no pueden ser criminalizadas por interrumpir su embarazo, este acto es un delito.
“El aborto es un crimen, si se le quiere llamar de otra manera, pero el aborto es un crimen, si no se criminaliza a la mujer es otra cosa, pero el aborto desde todos los aspectos que se vea es un crimen”, expresó.
Por último, señaló que la Iglesia mexicana apuesta por la familia y tiene, al igual que los representantes de otras ideologías, derecho a expresarse y manifestarse en contra de lo que le parezca negativo, siempre con respeto y sin actos de violencia de por medio.