El salario mínimo real en México, 207.44 pesos al día, representa apenas el 25.5 por ciento del Salario Mínimo Constitucional (SMC), que estima la cantidad necesaria que debe ganar una persona para cubrir, satisfactoriamente, sus necesidades básicas de vida, que corresponde a 813.33 pesos diarios.
Lo anterior señaló Miguel Calderón Chelius, coordinador del Observatorio de Salarios de la Universidad Iberoamericana Puebla, en la presentación del Informe de Actualización del Salario Mínimo Constitucional.
El especialista explicó que con el salario mínimo en el país se pueden comprar 1.9 canastas alimentarias básicas, de un monto de 100.36 pesos, lo cual es la mitad de los requerimientos para una familia promedio.
“De ese tamaño la brecha que todavía nos falta por cubrir si quisiéramos alcanzar los niveles de vida mínimos que la propia Constitución establece”, señaló.
Es decir, el salario que perciben las personas ocupadas al día es una cuarta parte de lo que deberían recibir en términos reales para satisfacer sus necesidades básicas. Esta disparidad, puede desencadenar diversas afectaciones entre la población, advirtió Calderón.
En primer lugar, la falta de dinero entre las familias mexicanas ocasiona que tengan que adaptar su dieta a alimentos de menor calidad, que, aunque no los logren nutrir totalmente, sí satisface la necesidad.
Sin embargo, esta adaptación tiene repercusiones en la salud, que están relacionadas con la mala alimentación, como la obesidad, aseguró. “Esa mala nutrición hace que las enfermedades nos peguen de manera más significativa”, lamentó.
Si bien este año aumentó el monto del salario mínimo en México en comparación con otros años, como el 2009, en el que apenas y alcanzaba para una canasta alimentaria, es indispensable que se mantenga la estrategia de recuperación del salario para resarcir la perdida histórica de los ingresos de las personas trabajadoras, apuntó.
“El salario mínimo constituye un referente fundamental en las condiciones laborales de las personas trabajadoras en México y un piso mínimo de bienestar en las remuneraciones que el trabajo debe garantizar”, finalizó.