A pesar de que el único motivo por el que una madre no puede amamantar a su bebé es por ser paciente VIH positivo, actualmente el 50 por ciento de las madres lactantes ya no amamantan a sus bebés, detalló la Coordinadora de Atención Médica de Primer Nivel del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla, la doctora Elia Martha Santana Vergara.
La especialista refirió que hace 15 años aproximadamente, nueve de cada 10 mujeres amamantaban a sus bebes, mientras que en los últimos años el índice disminuyó a cinco de cada 10, cifras que alerta ante la pérdida de nutrientes que puede sufrir el bebé.
Al recién nacido, dijo, la leche materna le aporta distintos nutrientes, como grasas, proteínas, fósforo, calcio, además de protegerlo con anticuerpos.
A la par, precisó, se desarrolla un importante vínculo entre el recién nacido y la madre, pues esta aporta el calor hacia el recién nacido, y el bebé se siente aceptado y querido por ella.
Algunas de las principales causas por las que algunas madres han dejado de realizar esta práctica son por la difusión de mitos falsos que confunden y desalientan a las mamás, entre ellos, que la lactancia prolongada hace que los pechos se caigan o que la madre no puede continuar amamantado si se debe reincorporar al trabajo.
Con respecto a los bancos de leche en el estado, la doctora comentó que el Instituto está trabajando para contar con ellos. Actualmente existe una iniciativa a nivel nacional, la de Hospital Amigo del niño y la niña. Dichos nosocomios cuentan con bancos de leche proporcionada por las mismas madres, para el almacenamiento momentáneo que satisface las necesidades de las mismas.
Enfatizó que el IMSS tiene previstas áreas de lactancia materna en el Hospital No. 15 de Tehuacán, el Hospital No. 23 de Teziutlán, la UMF No. 22 de Teziutlán y la UMF No. 9; con lo que respecta al área metropolitana, se prevé una en el Hospital No. 20, en La Margarita.
Las salas de lactancia, explicó, son espacios creados para incentivar a que las madres trabajadoras y derechohabientes no pierdan el hábito benéfico de la lactancia materna. Ahí, dijo, se les proporcionan técnicas especiales de extracción y se almacena la leche hasta 12 horas máximo en refrigeración y posteriormente es canalizada para que sus bebés puedan ser alimentados en ausencia de ellas.
La especialista recomendó que, hasta los dos años, los niños sean amamantados y que las madres pierdan ese temor de hacerlo.