El Síndrome de Alienación Parental es cuando uno de los padres trata de polarizar los sentimientos, así como el afecto de los hijos a favor de un progenitor y generalmente lo hacen para que los menores rechacen a uno de ellos. Este tipo de conductas se ven frecuentemente en los casos de violencia vicaria.
Un ejemplo es el caso de Karla Viridiana, una mujer que se separó de su ex pareja después de siete años y él, a sus espaldas, tramitó la guarda y custodia. En una visita acordada, se llevó a sus dos hijas y desde ese momento, ella no tiene libertad para verlas.
Para la madre, este tipo de estrategias son preocupantes, pues su ex marido está dañando la salud mental de las pequeñas. Y en su afán de que las niñas ya no quieran convivir con su madre, están apareciendo sentimientos de temor a mostrar afecto, lo que podría tener repercusión en el futuro.
Como cualquier pareja se unieron enamorados, ella tenía dos hijos de una relación previa y al parecer esto no le importó a su nuevo concubino. Con el tiempo se convirtió en un hombre celoso y como vivían con la familia de él, comenzaron los problemas.
Cuando ella pidió independizarse, las peleas incrementaron, incluso, este hombre le dijo que de seguro quería irse a vivir a otro lugar para “meter a alguien más”. Terminaron separándose y determinaron visitas una vez a la semana para que no dejara de ver a las niñas. Sin embargo, en uno de esos encuentros, se llevó a las menores y ahí empezó el calvario.
“Hace casi seis años, mi ex marido se llevó a mis hijas, metió una denuncia por guardia y custodia y desde ese entonces no las veo con libertad. Se atravesó la pandemia y eso me quitó dos años de lucha legal, pero en el expediente está todo y como me han ido olvidado por culpa del papá”, comentó.
Karla cree que para que sus hijas no la extrañen, su ex pareja se las ha llevado de viaje constantemente y les ha comprado cosas con tal de que no piensen en su madre. “En el expediente está que económicamente no tienen problemas, pero también que se rehúsan a verme por lo que escuchan de su papá y de sus abuelos”, compartió.
Pidió apoyo del bufet jurídico de la BUAP y su abogado le sugirió que promovieran las convivencias provisionales para que se restaurara el vínculo madre e hijas, en lo que no había una sentencia definitiva de la guardia y custodia.
Psicólogos detectan que menores hablan de abandono porque él padre lo dice
Desde noviembre del año pasado le avalaron las convivencias en el Centro de Convivencia Familiar (Cecofam) para verlas todos los viernes a las 16:00 horas. Viridiana se emocionó, pero su sorpresa fue que no llegaron y a pesar de que este hombre incumplió con la ley no tuvo consecuencias.
Hasta febrero de este año este sujeto accedió a llevar a las niñas, pero ellas argumentaron a los psicólogos que no querían ver a su madre, que estaban bien sin ella. “Yo sé que no es su culpa, pero eso no quiere decir que sienta feo”, lamentó.
La psicóloga del Cecofam levanta en cada visita un acta de lo que dicen las infancias, por ejemplo, que su padre les dijo que desde muy pequeñas las abandonó o que su madre no las quería cuando eran más pequeñas. Al preguntarles a las niñas el significado de abandono, no saben el significado, pero indican que es lo que su padre les ha dicho.
En una ocasión, Viridiana pidió permiso para llevar fotografías y que las niñas sepan que su madre las ama y que nunca las abandonó, pero el padre de las niñas “hizo un alboroto” para que esto no se concretara, pues quiere evitar a toda costa el vínculo.
“Él sabe que cuando mis hijas y yo empecemos a recuperar este vínculo las cosas serán diferentes (…) hay veces que he querido tirar la toalla, es un desgaste emocional horrible y ya había escuchado de la violencia vicaria, pero mis abogados me dijeron que no aplicaba, pero yo creo que sí, están todas las pruebas”, agregó.
Exigen que su caso se juzgue con perspectiva de género
Aunque las autoridades han querido concientizar al padre y lo han enviado a múltiples terapias, él se ha negado y el cambio de juez en el caso tampoco ayuda. Hoy, Viridiana sólo pide a todos los encargados de su caso que juzguen con perspectiva de género, que se las regresen y que les brinden apoyo psicológico, pues sabe que el proceso para volverse otra vez unidas será difícil.
“Imagínate una niña de su edad pensando por qué mi mamá no me quiere, por qué mi mamá me abandono y eso a él no le importa, no parece que las quiere, parece más algo en contra mía", concluyó.
