Fabricantes y distribuidores de velas en las principales tiendas del Centro Histórico de la ciudad reportaron un ligero incremento en sus ventas, de entre el 30 y el 50 por ciento en las últimas semanas, esto gracias a la apertura de calles para el acceso de vehículos y la temporada de Día de Muertos, sin embargo, temen que regresen a las bajas que registraron al inicio de la pandemia ante la alerta de posibles rebrotes de Covid-19 en la entidad.
A días de que las ofrendas comiencen a adornar los hogares poblanos y mexicanos, en un recorrido que El Sol de Puebla realizó en los principales negocios cercanos al primer cuadro de la ciudad, propietarios y encargados refirieron que sus comercializaciones han tenido un pequeño aumento, esto desde que el pasado 24 de agosto el ayuntamiento de Puebla informó que los vehículos ya podían transitar por las calles que habían sido cerradas, ya que esta situación también influyó para que sus ventas murieran en una de las principales temporadas del año para ellos: la Semana Santa.
“En Semana Santa las ventas nos bajaron un 75 por ciento y te voy a decir una razón muy sencilla, la clientela de nosotros es gente mayor, se cerraron las calles y no había paso, por lo que la mayoría de la gente que viene es gente que tiene coche, entonces al estar cerrado el primer cuadro, la gente ya no viene a comprarte”, compartió en entrevista Napoleón Gómez, propietario y tercera generación de la cerería El Faro, fundada desde 1896.
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Al igual que Napoleón, Juan Carlos Pineda, encargado la cerería San Baltazar coincidió en que esa circunstancia le impactó al grado de tener que cerrar su negocio desde marzo y hasta mediados de junio, teniendo una caída en sus ventas de hasta el 100 por ciento.
“Yo creo que lo que más nos afectó fue el cierre de calles, porque no había transporte, no podían llegar en carro y para la gente era más complicado venir al centro y caminar mucho para agarrar el carro o transporte público”, expuso, luego de añadir que actualmente su comercio presenta baja en ventas de hasta el 30 por ciento.
Y es que, desde el mes de marzo que se alertó del primer caso de Covid-19 en Puebla, muchos de ellos tuvieron que bajar sus cortinas, y quienes no lo hicieron registraron disminuciones en sus entradas de dinero; días después comenzaron a vender un poco más, pero no lo suficiente como para mantener todos los gastos, lo que provocó en algunos el despido de personal o bien, la paga a medio sueldo.
“Al principio de la pandemia tuvimos que despedir personal. A otros les dimos su medio sueldo y no todo el personal trabajaba, los dividimos para que la mitad viniera y se fueran rolando, pero ahorita ya regresaron todos”, advirtió Erasmo Luna, propietario de Abarrotes La Jalapeña.
Fue así como muchos de ellos confesaron que en estos últimos tres meses se avivaron sus esperanzas, pues comenzaron a ver más movimiento en las calles, visitas a sus negocios y compras también, principalmente para los difuntos, por lo que esperan que, para navidad y año nuevo, sus ventas se mantengan así.
A pesar de este ligero incremento, Erasmo Luna comentó que, en realidad, la comercialización de ceras para la temporada de Todos Santos que ahorita están teniendo, no se compara en nada con lo que serían otras épocas sin pandemia.
“Las ventas bajaron y no fueron como otros años, porque sin Covid-19, en estos días no nos damos abasto para despachar y esto se aglomera”, confesó.
Por su parte, Napoleón Gómez afirmó que ese 35 por ciento de ventas que está teniendo en estos momentos, es ridículo, pero es mejor eso que nada.
Mientras las veladoras y las ceras comienzan a salir de las cajas para venderse en esta época –ya sea para ofrendas o para extintos- Alberto Luna, de Cerería Albert, comentó que los arreglos para eventos sociales (como bautizos, primeras comuniones, bodas, etc.) siguen en los stands, guardados y empolvados, y lo seguirán hasta que este tipo de reuniones se permitan nuevamente.
DIFUNTOS POR COVID LOS HA MANTENIDO
A pesar de que muchos si tuvieron afectaciones económicas en sus negocios, Porfirio Razo, propietario de Veladoras Alarcón –tienda con 112 años de fundación- aseguró que ni el coronavirus ni el cierre de calles lograron apagar sus ventas, salvo los primeros días de pandemia.
“No nos ha afectado mucho, solo cuando entró el virus en marzo, ese fue el único mes que nos afectó y las ventas bajaron un 50 por ciento, pero de ahí en fuera nada, incluso en Semana Santa nos fue muy bien”, confirmó.
Asimismo, aseguró que su local nunca cerró y que han continuado permanentes a lo largo de estos siete meses de contingencia, pues por desgracia, la pandemia dejó muchos fallecidos y eso los mantuvo permanentes y vigentes.
“La pandemia no nos ha perjudicado, al contrario, nos ha beneficiado porque ha habido mucho difunto y muchos ponen sus ofrendas”, finalizó.
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