Mijaíl Gorbachov era uno de los líderes más reconocidos de la Unión Soviética debido a que durante su mandato ocurrió la llamada Revolución Rusa, impulsada por la Perestroika.
Tras darse a conocer hoy la muerte de Mijaíl Gorbachov, se recuerdan también las políticas de apertura comercial impulsadas durante su mandato como secretario general del Partido Comunista.
La Perestroika es una de las palabras más conocidas en el mundo del idioma ruso al volverse una forma de definir lo ocurrido en la URSS después de la Guerra Fría.
Después del ascenso y descenso del comunismo los ojos del mundo pusieron atención en las políticas de Gorbachov, que tuvieron un impacto directo en la vida de las personas en el bloque y las cambió de manera drástica hasta lo que en ese momento conocían.
¿Qué es la Perestroika?
La palabra Perestroika significa reestructuración en ruso y formó parte de las dos consigas principales de Mijaíl Gorbachov durante su mandato como secretario general del Partido Comunista, de los años 1985 hasta 1991. Su segundo gran pilar fue el glasnost, que significa apertura.
Los conceptos no eran desconocidos para el pueblo soviético, ya que Iósif Stalin y otros líderes anteriores a Gorbachov los habían utilizado, pero no en el mismo sentido y con la intención de solo reforzar las ideas comunistas.
Pero Mijaíl las utilizó para comenzar una verdadera restructuración alejada a los ideales que la Unión Soviética había manejado. Esto se pudo comprobar en mayo de 1985 durante uno de sus discursos más recordados en San Petersburgo, en ese tiempo conocido como Leningrado, en donde criticó de manera pública el sistema económico de la nación.
Con esto, Gorbachov se convirtió en el primer líder comunista en criticar el régimen. Aunque los cambios no llegaron de manera inmediata a la nación, para 1987 ya defendía con firmeza a la Perestroika como una palabra que significaba revolución, por lo que su intención era llevar a la Unión Soviética a una tarea revolucionaria.
Durante el Pleno del Comité Central del PCUS en enero de 1987 se proclamó a la Perestroika como una ideología estatal oficial. Aunque pretendía solo modificar la economía, su influencia comenzó a afectar a todos los aspectos de la sociedad.
Dentro de los primeros cambios se encontró el relajar las medidas de control centralizado de las empresas, por lo que los productores tomaron la responsabilidad de decidir qué fabricar, cuánto producir y lo que podían cobrar por sus productos.
El colectivo laboral ahora se entendía con la elección de gerentes para las empresas, la desmonopolización del mercado y la liberación de los controles de precios. Dentro de la política, en la práctica significó un derecho que comenzó a afirmarse desde abajo y que se volvió análogo a la libertad de expresión.
Su apertura comercial y las consecuencias de la Perestroika
Otro de los cambios significativos de parte de la política de Mijaíl Gorbachov se encontró en alentar la inversión occidental, es decir, después de ser uno de los bloques que menor apertura en el mundo, ahora la Unión Soviética buscaba de alguna forma abrir sus puertas.
“Glasnot” o apertura fue la palabra que dirigió la segunda parte del plan de la Perestroika. Esto tuvo un mayor efecto en lo social al decidir involucrar a los ciudadanos en los procesos políticos y permitirles una mayor libertad de expresión e incluso de religión.
Mijaíl Gorbachov así se convirtió en el primer secretario o líder soviético en convivir con el pueblo en presentarse cara a cara con los ciudadanos e incluso el primero en ser seguido por los sistemas de televisión.
Para el exterior, son más que recordadas sus reuniones con el presidente Ronald Reagan de los Estados Unidos en una unión que pasaría a la historia y que cambió lo que se vivía en las últimas décadas con las tensiones en ambas naciones.
Aunque esto llevó a una mayor cantidad de inversión, trajo efectos contraproducentes por lo que tuvo que implementar medidas para que las empresas comerciales se mantuvieran principalmente de operación como manejo de las personas soviéticas.
De igual forma, la apertura provocó que los trabajadores buscarán una mayor cantidad de protecciones y derechos laborales, lo que generó una gran cantidad de protestas, en especial de sectores como el minero.
No todos los sectores económicos de la Unión Soviética se vieron mejorados con el cambio de ideología, ya que algunas como la agricultura no pudo competir con los altos precios del mercado, la deuda del país se elevó y la inflación se volvió en un nuevo problema que hasta ese momento era desconocido por los subsidios de gobierno.
Así la Perestroika no tuvo el objetivo final que se esperaba, el daño económico y las nuevas aperturas de relaciones llevó a un declive importante en las 15 naciones que conformaban a la Unión Soviética.
Mijaíl Gorbachov se convirtió en el último líder que tuvo la Unión Soviética. Para finales de 1991 las primeras repúblicas decidieron abandonar la Unión y antes de culminar el año Gorbachov renunció a su cargo lo que se considera el fin y colapso del bloque. En diciembre de 1991 Boris Yeltsin se convirtió en el primer presidente de la Federación de Rusia y la bandera del nuevo país comenzó a ondear en el Kremlin.
