Desde hace unas semanas diversos medios y publicaciones en redes sociales centraron su atención en una enorme Luna que pareciera haber aterrizado en el suelo de Las Vegas, pero no se trató de un evento astronómico, sino de una obra de la mano humana que hasta entonces se había posicionado sólo como una maravilla de la tecnología pues nunca antes se había visto algo así.
Pero más recientemente terminó por coronarse como una maravilla también de la arquitectura y el espectáculo, pues esta edificación en forma de esfera gigante es un auditorio capaz de albergar diversos tipos de eventos, siendo un concierto de la banda irlandesa U2 el que abriría por primera vez su telón, acaparando nuevamente las miradas por todo lo que quienes estuvieron dentro pudieron atestiguar.
La Sphere de Las Vegas en números
Este lugar promete brindar a sus asistentes una experiencia única en el mundo del entretenimiento, se encuentra ubicada junto al Strip en la ciudad de Nevada y es considerada como la estructura esférica más grande del mundo con 122 metros de alto, lo que la hace superior a la Estatua de la Libertar y 157 metros de ancho, lo cual hace olvidar que la pandemia retrasó dos años su construcción.
El recinto que abrió sus puertas el pasado 26 de septiembre con un concierto, sin embargo, esta no es la única modalidad en que puede ser utilizada, pues el pasado 6 de octubre proyectó una película del aclamado director Darren Aronofsk, conocido por títulos como “El cisne negro”, cuya cinta fue especialmente hecha para este auditorio a fin de crear una experiencia inmersiva.
Pero toda esta magia no proviene de la nada, pues la estructura entera se encuentra equipada con una pantalla led de 54 mil metros cuadrados, ya que se encuentra cubierta tanto al exterior de menara completa, la cual requiere de 50 millones de luces led que permanecerán encendidas todos lo días y todas las noches, mientras que al interior tiene una pantalla de 15 mil m2, con 173 millones de píxeles, diseñada por una firma de Zaragoza, liderada por el arquitecto Miguel Montgivel.
En cuanto a la capacidad del recinto, tiene un aforo de 17 mil 500 asistentes, pero este puede ampliarse hasta las 20 mil personas si se toman en cuenta a las personas de a pie, en tanto que 10 mil asientos se encuentran equipados con tecnología háptica, es decir con la capacidad de vibrar para hacer sentir táctilmente al asistente, incluso con efectos de viento, temperatura y olor.
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Acerca de la experiencia de sonido, el sitio cuenta con unos 167 mil altavoces, mediante una tecnología conocida como Wave Field Synthesis, controlando estos dispositivos de manera electrónica con la intensión de que la interferencia de sus ondas genere una experiencia acústica que sea muy similar desde cualquier lugar en la sala, además de un aislamiento acústico para que fuera de la sala se escuche poco o nada.
Finalmente, en cuanto a la inversión se refiere, su edificación tuvo un costo de 2.300 millones de dólares, elevándose a cerca del doble de lo estimado inicialmente, pues en 2019 se estimaba que tendría un costo total de 1.200 millones de dólares, pero fueron algunos cambios en el diseño y la crisis en la cadena de suministros por la pandemia, así como la inflación la que generó este efecto.
