Angélica Villegas Arano es una mujer de 32 años que al igual que varias de sus compañeras, ha ido ganando terreno en el Centro de Coordinación de Emergencias de San Andrés Cholula, trinchera desde la cual labora de manera conjunta con uniformados del municipio para atender algún llamado de auxilio por robo, riña o la presencia de sujetos sospechosos.
Previo al 8M, Día Internacional de la Mujer, Angélica, licenciada en criminología y criminalística, compartió su historia y de qué manera las mujeres han adentrándose en diversos ámbitos de la Seguridad Pública con el propósito de velar por la ciudadanía.
La joven contó que lleva 2 años y 5 meses laborando en el monitoreo, radio operación y atención de llamadas de emergencia vía telefónica o mediante la alerta de la aplicación de seguridad pública del municipio para la ciudadanía.
La entrevistada indicó que su trabajo consiste en monitorear la zona de San Andrés Cholula para ubicar algún tipo de riesgo o apoyo que la ciudadanía requiera de tal forma que mientras los elementos de Seguridad Pública están en recorrido, ella o sus compañeras o compañeros dan aviso mediante radio que se requiere apoyo en cierta ubicación.
“La gente nos menciona si requieren el apoyo de prevención, vialidad o bomberos y hacemos una coordinación de monitoreo que es como si fuéramos los ojos de los elementos operativos y ellos son nuestros ojos en los puntos donde no tenemos visibilidad”, señaló la declarante quien dijo sentirse orgullosa de trabajar en dicha área en la que las mujeres han ganado terreno y sin que sea una labor menos o más importante la administrativa, colaboran en el cuidado de la población.
Y es que un día de trabajo de Angélica comienza a las 5 de la mañana y termina a las 7 de la noche, sin embargo, al salir de su trabajo no para, ya qué hay asuntos a los que debe darle seguimiento.
Ayudo a una mamá a encontrar a su hija
A la par, la joven recordó que su trabajo con el monitoreo de las cámaras de vigilancia e indicaciones mediante radio operación, ayudó a que una menor que estaba perdida, pudiera regresar a casa, pues la madre en un descuido no se percató de que su niña se había salido de la vivienda.
“El año pasado hubo un apoyo en el cual una unidad del Sector 1 estaba sobre recorrido, se aproximaron dos mujeres las cuales indicaron que habían encontrado a una menor de dos o tres años, la cual estaba perdida y lo que se hizo fue pedir apoyo de prevención para el resguardo de la menor, mientras los oficiales trataron de ubicar a los padres de la menor; una vez que se localizó a los padres de la pequeña se les indicó dónde se encontraba y Prevención del Delito coadyuvó para que la niña estuviera con su familia”, resaltó.
Subrayó que trabajar en Seguridad Pública no es algo sencillo, pues se debe tener tacto con las personas, ya que entran todo tipo de llamadas, ya sea de personas muy enojadas, exaltadas, que piden el apoyo en breve, pero no mencionan en dónde ocurren los hechos y su labor es sacar esa información para poder ayudar a los oficiales para que acudan al apoyo.
Poco a poco se rompen estereotipos
Finalmente, la mujer de 32 años consideró que poco a poco se ha ido rompiendo esa brecha o desigualdad que un día llegó a existir para las mujeres, que cada vez más incursionan en otros ámbitos o áreas que eran pensadas solo para hombres.
Hoy se dijo orgullosa de ser mujer, de ayudar a la ciudadanía desde su área e invitó a que más mujeres se unan al departamento de Seguridad Pública.
Agregó que aunque hay fines de semanas donde el trabajo se satura por llamadas de auxilio ante riñas entre familiares, agresiones contra mujeres, sujetos alterando el orden público, además de escuchar llamadas en las que les dicen qué se van a morir, o bien gente que de manera amable pide apoyo, ayudar a quien lo necesita es su mayor recompensa.