Asegurado y con vigilancia por parte de uniformados municipales, es como permanece el domicilio donde la noche del pasado fin de semana, Dalia Irene N, fue baleada y asesinada, presuntamente a manos de su esposo, el cual fue detenido en el lugar de los hechos, es decir, en la localidad de San Francisco Ocotlán perteneciente al municipio de Santa María Coronango. En cuanto a la situación legal del sospechoso, este quedó a disposición de un juez de control, la noche de ayer .
Una casa de ladrillo de una sola planta y en una situación precaria, es donde Alfredo N, habría disparado un arma de fuego en contra de su esposa de 33 años de edad, originaria del estado de Veracruz, ante una supuesta escena de celos por parte de él.
Sellos improvisados con hojas blancas y cinta de acordonamiento color amarilla, hoy resguardan el inmueble donde se perpetró el feminicidio de Dalia Irene N, cuyos vecinos prefirieron guardar silencio ante el caso.
No obstante, el proceso penal en contra del detenido y presunto responsable, continúa, ya que de acuerdo con fuentes extraoficiales, el varón ayer por la noche quedó a disposición de un juez de control, que determinaría si su arresto fue legal o ilegal, a fin de establecer el futuro jurídico del indiciado.
Las mismas fuentes revelaron que el cuerpo de la víctima ya fue reclamado y entregado a los deudos, quienes le darán cristiana sepultura.
Por cuanto hace a los hechos, es de recordar que estos ocurrieron al filo de las 22:00 horas del 16 de febrero en un domicilio de la calle Francisco I. Madero en la junta auxiliar de San Francisco Ocotlán, perteneciente al municipio de Coronango.
Ahí, Alfredo habría discutido con Dalia Irene, ya que trascendió, el sujeto habría descubierto una supuesta infidelidad por parte de la mujer, sin embargo, la discusión subió de tono al grado que el varón habría sacado un arma de fuego para luego disparar contra su esposa, terminando así con su existencia, y finalmente entregarse a las autoridades policiacas.
Mientras el cuerpo de la víctima en ese instante fue llevado al Servicio Médico Forense (Semefo) para que se le practicara la necropsia de rigor, el sospechoso fue entregado al agente del Ministerio Público, autoridad que decidió judicializar el caso.
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