Vecinos de las colonias Joaquín Colombres, unidad habitacional La Guadalupana y Manuel Rivera Anaya, piden al alcalde municipal el resguardo de los inmuebles que eran utilizados como casetas de vigilancia por parte de la policía municipal de Puebla, pues además de haber sido desvalijadas ahora también, señalan, representan un foco rojo de inseguridad ya que ahí suelen dormir borrachos, drogadictos y esconderse ladrones.
Si bien en días recientes, el pasado 19 de octubre, el alcalde municipal Eduardo Rivera Pérez descartó inversión alguna para las casetas de vigilancia instaladas en varios puntos de la ciudad, ya que para su gobierno no son funcionales, pues consideró que los policías deben estar patrullando las calles y no “guardados” en casetas de vigilancia, colonos piden cerrar o clausurar dichas casetas.
Lo anterior debido a que algunas que incluso ya habían sido pintadas, reparadas y cerradas, ahora fueron totalmente desvalijadas y usadas como guarida para ladrones y refugio para adictos. Tal es el ejemplo de la caseta de vigilancia ubicada en la parte trasera de la unidad habitacional La Guadalupana, a unos metros de la estatua de La Virgen de Guadalupe.
El inmueble ya se encuentra sin puertas ni ventanas, luce con grafitis, sin la taza del baño ni lavabo e incluso los ladrones se llevaron toda la instalación eléctrica y del agua. Ahora solo es una construcción donde a decir de los colonos, suelen refugiarse ladrones, adictos y vagabundos.
“Ya sabemos que las casetas nunca funcionaron y que de nada servía que un policía estuviera vigilando porque de cualquier forma la ayuda o el apoyo llegaba siempre de manera tardía e incluso a veces la policía se ve rebasada por los delincuentes, pero ahora solo pedimos que de alguna forma esos lugares queden cerrados y no sean escondites para los malandros o se vuelvan lugares para comer ilícitos. Ojalá nos hagan caso”, expresó la señora Minerva, de 54 años de edad.
Y es que apenas el pasado 12 de julio un inmueble de la zona, aparentemente abandonado, se incendió por lo que al punto se movilizaron bomberos, quienes tras lograr controlar y extinguir las llamas, se llevaron la sorpresa de encontrar el cadáver de una persona, que aunque también sufrió quemaduras, mostraba indicios de que ya tenía días de haber muerto.
Fueron vecinos quienes llamaron al número de emergencias 9-1-1, indicando que se requería el apoyo de los vulcanos debido a que una construcción se estaba quemando en la calle Pino Suárez, lote 13, manzana 3. Minutos después los bomberos lograron extinguir el fuego y al comenzar a realizar trabajos de remoción de escombros, descubrieron que había un cuerpo sin vida semicalcinado, el cual desprendía un olor fétido debido a que presentaba un avanzado estado de descomposición, lo cual indicaba que ya tenía algunos días de muerto.
La zona fue resguardada por policías municipales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y más tarde se presentaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado de la Unidad Especializada en la Investigación de Homicidios para encargarse de las diligencias del levantamiento de cadáver.
Después se supo que todo fue provocado por la quema de una llanta, un sillón, cables y madera; aunque el cuerpo sufrió quemaduras, la víctima ya tenía tiempo de haber muerto por lo que al no saber qué había ocurrido, las autoridades ministeriales dieron inicio a la respectiva carpeta de investigación.
EN COLOMBRES PIDEN MAYOR PATRULLAJE
Otros colonos que alzaron la voz fueron los de la Joaquín Colombres, donde el pasado 10 de mayo sujetos desconocidos ingresaron a un taller mecánico ubicado a un costado de los conocidos “Tacos del Puente”; ahí, los hampones se llevaron diversa herramienta valuada en alrededor de 25 mil pesos.
Pese a que junto al negocio había una taquería que incluso cerraba a altas horas de la madrugada, nadie pudo percatarse del robo.
Por lo tanto, los uniformados únicamente le brindaron asesoría al agraviado para que acudiera posteriormente a la Fiscalía General del Estado para presentar su respectiva denuncia por robo a negocio.
Ante este tipo de hechos y para evitar más robos a comercio e incluso a casa habitación, los vecinos del lugar no solo piden más patrullaje en la zona sino también que la caseta de vigilancia que existen en el sitio sea clausurada pues, “ya que nunca van a contar con un policía en el módulo de vigilancia, por lo menos debería existir mayor presencia en unidades oficiales”, dijeron algunas amas de casa.
Y es que incluso el lugar tiene algunas ventanas rotas y cuenta con diversas pintas en sus paredes, por lo que temen los colonos, pueda ser usado por pandilleros para cometer algunos ilícitos.
MÓDULOS DE LA RIVERA, HOGAR DE ADICTOS
A la par, otras de la casetas desvalijadas, grafiteadas y empleadas como hogar para adictos, son las que se ubican en la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya, donde este medio incluso captó cómo en el lugar había un trozo de sillón de carro, basura, comida en mal estado, botellas de resistol y aerosol o activos.
Es de mencionar que entre los delitos más recientes ocurridos en el citado infonavit se encuentra el asesinato de un hombre en el puente peatonal que comunica a la unidad habitacional Manuel Rivera Anaya con la colonia San Antonio Abad, a la altura del paradero de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA), el pasado 15 de noviembre.
El varón estaba tirado boca bajo, ensangrentado e inmóvil.
Por ello avisaron al número de emergencias 9-1-1 y así poco después llegaron paramédicos del Sistema de Urgencias Médicas Avanzadas (SUMA) en la ambulancia 148, a la altura de las calles 16 de Septiembre y Ferrocarril, donde se encontró que el hombre había sido baleado.
Previamente el 7 de julio el cuerpo de una joven que tenía una semana de desaparecida, fue hallado en un departamento de la ya referida unidad habitacional.
Desafortunadamente el cadáver ya estaba en avanzado estado de descomposición, por lo que no fue posible establecer la causa de muerte.
Sin embargo, las autoridades ministeriales dieron inicio a las investigaciones correspondientes debido a que la víctima se encontraba envuelta en cobijas y en medio de dos colchones.
Fueron sus propios familiares quienes al no saber nada de la fémina de 22 años desde 5 días antes, acudieron al departamento 502 del edificio 145 sobre la Avenida de Las Torres. Al ingresar a la vivienda se llevaron la sorpresa de encontrar el cuerpo en avanzado estado de descomposición.
Ante eso, policías municipales, solicitados a través del número de emergencias 9-1-1, resguardaron el lugar y más adelante se presentaron peritos y agentes ministeriales de la Fiscalía General del Estado del área investigadora mencionada para encargarse de las diligencias del levantamiento de cadáver.
