Instantes después del golpe seco de la camioneta embistiendo y matando al par de menores atlixquenses, una mujer de la tercera edad, metros más adelante de la escena, alcanzó a decir: “¡escucharon ese ruido!, parece que acaban de atropellar a alguien”. Y siguió preparando memelas en su puesto debajo de un frondoso árbol.
Arremolinados, frustrados y enojados, los vecinos de la unidad habitacional Infonavit, al norte de la ciudad de Atlixco, decidieron dividirse en tres: unos para apoyar a los pequeños lesionados, otros para detener al chofer aparentemente ebrio de la camioneta blanca Suzuki, presunto responsable del doble homicidio y los últimos para dar la mala noticia a la madre y abuela de los fallecidos: “¡señora… señora… sí hubo atropellamiento¡ Y son Ian y Eduardo. Su hijo y sobrino”, dijeron con voz entrecortada que dejó la tragedia registrada en la avenida Xalpatlaco.
Veinticuatro horas después del percance automovilístico más mortal de los últimos años y tras diversos rumores que no fueron desmentidos ni confirmados por las autoridades, en la capilla funeraria se apostaron diversos medios de comunicación y decenas de atlixquenses convocados por las redes sociales.
Desde las últimas horas del pasado martes, día del accidente, los grupos locales de Facebook fueron inundados de mensajes de solidaridad para la familia y de nostalgia y recuerdo para los menores de 17 y cinco años de edad.
La sociedad en general se solidarizó con la familia de las víctimas: “¡Todos en Atlixco somos Ian y Eduardo!, ¡justicia para ellos!”, fueron parte de las frases más repetidas y hechas virales. Hubo intentos de generar una cuenta bancaria con el fin de apoyar económicamente, pero la familia de las víctimas cortó de tajo el intento. Como de un golpe desapareció el llamado a marchar por las calles. La única convocatoria “oficial” de las personas más cercanas a los hoy occisos fue ir al funeral y pedir que se aplique todo el peso de la ley en contra del responsable.
Al menos una decena de distintos videos de instantes previos y después de la tragedia registrada sobre la avenida Xalpatlaco aparecieron en los medios de comunicación y en las redes sociales, para dar cuenta de manera detallada de cómo sucedió el lamentable accidente.
Las imágenes muestran cómo el conductor del vehículo, identificado como Alan, de 32 años de edad y con tercer grado de alcoholemia (según datos de la Policía y Vialidad del municipio), invade el carril contrario y a exceso de velocidad, según un primer peritaje de entre 70 y 80 kilómetros por hora, embiste a tío y sobrino, quienes caminaban juntos de la mano, luego de cruzar la amplia calle. El resto ya es parte de la historia que ha causado indignación: el menor de 17 años pereció atrapado entre la parte delantera de la camioneta Suzuki y la pequeña barda de una jardinera. La otra víctima, de 5 años, dejó de existir cuatro horas después en un hospital de la capital poblana consecuencia de los daños en el cráneo.
Durante prácticamente todo este miércoles un rumor se propagó entre la comunidad atlixquense: la presunta libertad de Alan, el conductor señalado como responsable del doble homicidio. “Debido a las influencias políticas y del poder, y con el pago de más de 90 mil pesos de fianza obtuvo la libertad. Ya está suelto y no habrá justicia para los pequeños. No vamos a permitirlo”, fue el mensaje que circuló en redes sociales.
“Es una mentira. La carpeta de investigación, con videos y testimonios contundentes quedó lista desde las últimas horas del martes. De hecho, mientras lograba integrarse ese expediente Alan, un vendedor de hamburguesas en la vía pública, llegó al C5 de la capital poblana y después fue internado en el Cereso de San Miguel por el delito de homicidios culposo. No alcanza fianza”, dio a conocer una fuente oficial.
Veladoras, globos blancos y juguetes colocaron decenas de personas en el sitio donde ocurrió la tragedia en honor y memoria de Ian y Eduardo. Los curiosos toman fotos y los lugareños rezan e insisten: “no debe volver a pasar”.
