Luego de varios meses de intensa búsqueda y de aferrarse a encontrar a una pequeña gata que era el único recuerdo viviente de su hija y su yerno, muertos tras la explosión y derrumbe de un edificio en el barrio de San Matías en enero del año pasado, Catalina, madre de Rocío Margarita, que contaba con 24 años, logró recuperar a Ryuka o Ryukis, a quien ahora cuida y ama tanto como su hija y Roberto lo hicieron en vida.
Como en su momento se dijo, Roberto era artista, trabajó como tatuador y también realizó diversas pinturas, incluso para el Ayuntamiento de San Nicolás de los Ranchos; también jugaba basquetbol y junto a su novia, emprendieron un negocio, pues Rocío Margarita o “Rous”, como la llamaban de cariño, se dedicaba a la fotografía y amaba la lectura.
Ahora se sabe que ambos decidieron adoptar a una gatita a la cual llamaron Ryuka o Ryukis, quien pronto se ganó el amor y cariño del par de jóvenes, quienes le hicieron un dibujo, la incluían en sus fotografías de pareja y hasta se la tatuaron para siempre recordarla.
Murieron atrapados entre los escombros
Los proyectos de pareja, profesionales y de vida que ambos tenían se esfumaron la noche del 25 de enero de 2022, cuando la pareja que se mudó de Cholula al barrio de San Matías en la ciudad de Puebla y donde tenían su estudio de tatuajes, murió atrapada entre los escombros del edificio donde rentaban un departamento.
Una supuesta fuga de gas derivó en una explosión que derrumbó todo el edificio que se encontraba marcado con el número 72140 de la avenida 2 Poniente, entre la calle 25 Norte y Diagonal Defensores de la República.
El hecho también cobró la vida de dos personas más identificadas como Iván, de 26 años, ingeniero egresado de la Universidad Politécnica de Puebla, y Griselda, de 44, originaria de la Ciudad de México, amiga de Rocío y Roberto además de que trabajaba en el Instituto Nacional de Migración (INM).
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Decenas de personas resultaron heridas, una vivienda fue considerada como la única dañada, pero ante la dimensión de los hechos, todos los vecinos de esa calle fueron evacuados y no se les permitió el acceso por semanas; negocios de diverso tipo también fueron cerrados.
Una vez que los cuerpos de las víctimas mortales fueron rescatados, a sus familiares solo les quedaron diversos tipos de recuerdos.
En el caso de Rocío Margarita y su pareja Roberto, solo quedaron fotografías, ropa, diversos objetos y la gatita que adoptaron la cual se salvó de morir en el derrumbe del edificio.
Debido a que la madre de “Rous” supo por vecinos que la gatita que adoptó su hija y su yerno estaba viva pues fue vista caminando por la zona, decidió emprender una campaña de búsqueda en redes sociales, por lo que conocidos, amigos y grupos animalistas se unieron a la búsqueda de este pequeño recuerdo para la madre de la joven fallecida.
“El 25 de enero de 2022, mi hija Rocío Margarita Pérez Carbajal y su esposo Roberto Ochoa Huilotl fallecieron en la explosión del edificio en la 2 Poniente y Diagonal Defensores de la República donde vivían, tenían una gatita llamada Ryuka, le decían Ryukis, Reinita, Preciosa”.
La búsqueda de la gatita fue extenuante, pero muy satisfactoria
“La gatita sobrevivió, ya que fue vista una semana después del siniestro, pero la policía no permitía el acceso al lugar y sólo podíamos llamar a las mascotas desde abajo de la banqueta sin correr con suerte. Tengo fé en que alguien la haya rescatado y quisiera darmela, ya que es el único recuerdo vivo de mis hijos, ya que todo se perdió en la explosión”, fue el mensaje como comenzó la campaña en redes sociales para localizar a la pequeña gata tricolor.
Catalina, en breve entrevista para El Sol de Puebla, confesó que antes de la campaña de búsqueda, soñaba que su hija le entregaba a la gatita y por ello, al tomarlo como una señal de que debía recuperarla y cuidarla, decidió emprender la búsqueda en redes sociales e incluso ofreció una recompensa de 2 mil pesos.
Sin embargo, fue hasta el día 13 de enero de 2023, cuando a la persona que rescató, alimentó y arropó a Ryuka o Ryukis, le llegó tal mensaje, por lo que en una decisión difícil ante el cariño que le tomó a la gatita, decidió entregarla a la madre devastada por la muerte de su hija.
“Un veterinario experto en rasgos del pelaje y edad lo confirmó, y al llamarla por su nombre inmediatamente dio respuesta, al ingresarla a la recámara de mi hija, reconoció el aroma”, explicó Catalina, quien dijo que de esa forma pudo confirmar que se trataba de Ryuka o Ryukis, quien hoy le sirve de consuelo al saber que seguramente era lo que su hija hubiera querido, que la buscara y cuidara.
