La avenida 8 Poniente, no es el único punto que existe en laciudad para la venta de celulares presuntamente robados, pues hayotros más como La Fayuca, el mercado Unión, el llamado “mercadode pulgas” que se encuentra en el infonavit Loma Bella y eltianguis de la colonia Granjas de San Isidro que se instala losdías lunes, jueves y sábado, así como el de Lomas de San Miguelque se coloca todos los domingos.
En un recorrido por los citados lugares, se pudo observar lamisma dinámica de comercialización de teléfonos móviles alparecer robados, que en la avenida 8 Poniente entre las calles 9 y11 Norte del Centro Histórico.
Pequeñas mesas fáciles de desmontar, en su mayoría con entrecinco y diez celulares usados que no cuentan con factura, sonvisibles en dichos tianguis, mercados y fayucas. Algunos másofertan los móviles sobre lonas en el piso.
“¿Cómo cuál le gusta?”, “¿Qué tipo de celularbusca?”, “Anímese, se los pongo barato”, son algunas de lasfrases se escuchan por parte de los vendedores que no tienen reparoen ofertar sus productos, desde modelos antiguos utilizadosprácticamente sólo para el envío de mensajes de texto yllamadas, hasta móviles que cuentan con las aplicaciones másrecientes. Sin embargo, en estas zonas no solamente se vendencelulares de dudosa procedencia, sino también pilas.
Los costos para el caso de los móviles en estos lugares, vandesde de los 250 hasta los 600 pesos, en una tarifa módica, yhasta tres mil pesos para algunos con alta tecnología. Dependiendocómo se deje el cliente, los precios de un celular pueden verserebajados, por ejemplo, uno ofertado en mil 200 pesos, puede llegara los mil, cuya diferencia no es mucha a uno de tienda.
En tanto, las pilas de celular van de los 150, los 200 y 300pesos.
Gente de todas las edades, sin un mínimo de vergüenza,preguntan por los objetos antes referidos, algunos prefieren“checar” en más de dos puestos y otros, simplemente sonenganchados por el primer vendedor.
Así, sin ningún tipo de regulación o revisión transcurre enlas citadas zonas, la venta de celulares presumiblemente robados,extendiendo y favoreciendo el hurto de teléfonos móviles en lacapital.
Cabe señalar que en la edición del día jueves, este mediopublicó un reportaje precisamente sobre la comercialización demóviles usados y al parecer robados, en la avenida 8 Poniente,donde se detectaron entre diez y quince vendedores, pero además,se observó que a pesar de la presencia policial calles antes,éstos no hacían ningún tipo de revisión a dichos comerciantespues incluso a dos uniformados del municipio se les vio reír ycharlar con estos vendedores, que operan sin temor a ser detenidospor las autoridades. En otro punto, es decir en el tianguis de lacolonia Lomas de San Miguel, algunos comerciantes aceptaron queahí se venden celulares de uso, sin embargo, no fueron visibles,posiblemente por temor a algún operativo como el realizado elpasado jueves en la Plaza de la Tecnología en el CentroHistórico, donde las autoridades cerraron un local y decomisarontabletas así como celulares presuntamente robados a usuarios deltransporte público.
