/ viernes 16 de febrero de 2024

Agenda Empresarial / Si se desprivatizara Telmex, hay esperanza de que también Agua de Puebla

Si en una de esas se llegara a desprivatizar Teléfonos de México –Telmex-, con Agua de Puebla habría esperanza de que ocurriera lo mismo.

Claro que ese anhelo solo tendría sustento, si algún día se hablara de que Agua de Puebla estuviera en números rojos como ahora está Telmex, según lo reconoce su dueño el empresario más rico de México Carlos Slim Helú.

Pero esa desprivatización está lejos de ocurrir, pero pudiera ser que se diera si fueran otras las circunstancias que rodearan a Telmex, pues una ley no escrita en el argot empresarial, dice que “negocio que no da utilidades a la Chingada”, palabras más palabras menos.

Que es precisamente lo que pasa ahora en Telmex, porque según Carlos Slim “Telmex ya no es negocio”, pues desde hace más de una década opera con números rojos por sus altos pasivos laborales.

Y en seguida repuso en rueda de prensa de casi cuatro horas: Telmex no se vende y mis herederos tienen prohibido hacerlo. Destacó a su vez que tiene perspectivas de que sus finanzas queden saneadas para el 2040.

Viejo zorro en estas lides, el millonario empresario de una vez adelantó que Telmex no se vende y por ende tampoco se desprivatiza.

La no venta, y menos la desprivatización de Telmex, pese a que ya no es negocio, nos dibuja de cuerpo entero a Carlos Slim como al empresario que le gustan los retos y los afronta con entereza. Tiene su estrategia de cómo sacarla adelante y trabaja en ello para que en tres quinquenios Telmex vuelva a operar con números negros.

Afrontar el reto y luchar por salvar a la empresa es trabajo cotidiano de Slim Helú. No saltar del barco sino luchar para que no se hunda, dirían otros empresarios.

Por lo demás tenemos la oportunidad de apreciar los cambios que se suscitan en el mundo empresarial. Todo como un inevitable cambiar de los tiempos.

Es decir, constatamos que Telmex es y ha sido una empresa boyante como emporio telefónico. Incluso Slim Helú soportó el reproche de que había sido favorecido por el Sector Público cuando éste decidió su privatización.

Se advierte también, que grandes empresas como Telmex, no escapan de los adversos vaivenes financieros.

Y todo esto nos da pie, para atrevernos a pensar que si una situación similar se diera en Agua de Puebla –y en varias ciudades del país donde se privatizó el agua potable- se estarían escribiendo otras historias sobre la desprivatización del agua.

M E M O R Á N D U M

INVERSION

Nos quedamos con dos puntos que externó el aun senador Alejandro Armenta Mier, tras ser ratificado como candidato al Gobierno del Estado de Puebla por el partido MORENA.

Primero pidió que quienes ganen candidaturas a diputaciones y presidencias municipales, incluyan a los perdedores en sus equipos de trabajo. Son los que merecen estar. El segundo es que su campaña política será realizada a base de propuestas y no en descalificar a su adversario político.

Eso es lo que Puebla espera.

Por ello confiamos en que las propuestas sean ricas en la inversión que se reclama en varios renglones de la planta productiva, a fin de alentar la reactivación económica. De hecho días antes adelantó que le dará impulso a la inversión pública, para dar soporte al desarrollo económico.

Será interesante palpar en este proceso electoral, que se entablen debates para canalizar montos de inversión destinados a la creación de infraestructura educativa, médica, carretera o producción de alimentos, no caer en guerras sucias o descalificaciones que solo provocan pérdida de valiosos tiempos.

joma61@hotmail.com

Si en una de esas se llegara a desprivatizar Teléfonos de México –Telmex-, con Agua de Puebla habría esperanza de que ocurriera lo mismo.

Claro que ese anhelo solo tendría sustento, si algún día se hablara de que Agua de Puebla estuviera en números rojos como ahora está Telmex, según lo reconoce su dueño el empresario más rico de México Carlos Slim Helú.

Pero esa desprivatización está lejos de ocurrir, pero pudiera ser que se diera si fueran otras las circunstancias que rodearan a Telmex, pues una ley no escrita en el argot empresarial, dice que “negocio que no da utilidades a la Chingada”, palabras más palabras menos.

Que es precisamente lo que pasa ahora en Telmex, porque según Carlos Slim “Telmex ya no es negocio”, pues desde hace más de una década opera con números rojos por sus altos pasivos laborales.

Y en seguida repuso en rueda de prensa de casi cuatro horas: Telmex no se vende y mis herederos tienen prohibido hacerlo. Destacó a su vez que tiene perspectivas de que sus finanzas queden saneadas para el 2040.

Viejo zorro en estas lides, el millonario empresario de una vez adelantó que Telmex no se vende y por ende tampoco se desprivatiza.

La no venta, y menos la desprivatización de Telmex, pese a que ya no es negocio, nos dibuja de cuerpo entero a Carlos Slim como al empresario que le gustan los retos y los afronta con entereza. Tiene su estrategia de cómo sacarla adelante y trabaja en ello para que en tres quinquenios Telmex vuelva a operar con números negros.

Afrontar el reto y luchar por salvar a la empresa es trabajo cotidiano de Slim Helú. No saltar del barco sino luchar para que no se hunda, dirían otros empresarios.

Por lo demás tenemos la oportunidad de apreciar los cambios que se suscitan en el mundo empresarial. Todo como un inevitable cambiar de los tiempos.

Es decir, constatamos que Telmex es y ha sido una empresa boyante como emporio telefónico. Incluso Slim Helú soportó el reproche de que había sido favorecido por el Sector Público cuando éste decidió su privatización.

Se advierte también, que grandes empresas como Telmex, no escapan de los adversos vaivenes financieros.

Y todo esto nos da pie, para atrevernos a pensar que si una situación similar se diera en Agua de Puebla –y en varias ciudades del país donde se privatizó el agua potable- se estarían escribiendo otras historias sobre la desprivatización del agua.

M E M O R Á N D U M

INVERSION

Nos quedamos con dos puntos que externó el aun senador Alejandro Armenta Mier, tras ser ratificado como candidato al Gobierno del Estado de Puebla por el partido MORENA.

Primero pidió que quienes ganen candidaturas a diputaciones y presidencias municipales, incluyan a los perdedores en sus equipos de trabajo. Son los que merecen estar. El segundo es que su campaña política será realizada a base de propuestas y no en descalificar a su adversario político.

Eso es lo que Puebla espera.

Por ello confiamos en que las propuestas sean ricas en la inversión que se reclama en varios renglones de la planta productiva, a fin de alentar la reactivación económica. De hecho días antes adelantó que le dará impulso a la inversión pública, para dar soporte al desarrollo económico.

Será interesante palpar en este proceso electoral, que se entablen debates para canalizar montos de inversión destinados a la creación de infraestructura educativa, médica, carretera o producción de alimentos, no caer en guerras sucias o descalificaciones que solo provocan pérdida de valiosos tiempos.

joma61@hotmail.com