El exjefe de gobierno de la Ciudad de México, ahora senador por el PRD, Miguel Ángel Mancera Espinosa, invitado a Puebla para impartir una conferencia en el Congreso del estado, sin querer queriendo terminó por darle un espaldarazo a las aspiraciones políticas del presidente municipal Eduardo Rivera Pérez.

El alcalde de la ciudad de Puebla es un buen perfil para ser el abanderado a la gubernatura de la alianza PAN, PRI y PRD en las elecciones del 2024, consideró el legislador federal, que además se pronunció por repetir una coalición que incluya no nada más a los tres partidos ya mencionados, sino que atraiga también a Movimiento Ciudadano, de manera que el partido presidencial, Morena, no tenga posibilidad de repetir en la gubernatura.

Lo más interesante es que Mancera no se quedó solo en la mención de quien, cree, es el mejor perfil de los partidos de la eventual alianza opositora para pelear por Casa Aguayo en 2024, sino que, también, hizo referencia quienes, sabe, buscan el mismo cargo de elección popular desde Morena.

Mancera pronunció solo dos nombres, el de Alejandro Armenta Mier, su compañero en el senado, y el de Ignacio Mier Velazco, a quien primero llamó senador y después corrigió al recordar que es diputado federal.

Ajeno a la política local, pero nada desinformado, como se pensaría.

Lo que es un hecho, a juzgar por las palabras del exjefe de gobierno, es que, al menos hasta la capital del país, todavía no ha trascendido que hay otros aspirantes en Morena, los colaboradores del gobernador, además de los primos de apellido Mier.

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Además de las 31 vialidades que tendrán un límite de velocidad de 50 kilómetros por hora en la ciudad de Puebla, a partir del próximo lunes, el ayuntamiento ha definido otras 44 arterias vehiculares cuyo tope será de 30 kilómetros por hora. En ambos casos, los automovilistas que infrinjan esos números recibirán multas económicas que irán de mil 154.64 a mil 924.40 pesos.

¿Qué le parece a usted?

Resulta complicado creer que el programa de control de velocidad que pondrá en marcha el ayuntamiento de Puebla tiene como único o principal propósito prevenir accidentes vehiculares en las principales vialidades de la capital, como expresó Adán Domínguez Sánchez, gerente de la ciudad, el día del anuncio.

La percepción pública que ha ganado hasta ahora, a solo dos días de darse a conocer, es que se trata de un motivo recaudatorio el que está detrás de la compra de dos cinemómetros, que andarán a la caza de automovilistas distraídos, acelerados o impacientes, para después cobrarles una multa que superará los mil pesos por cada falta cometida.

No se explica de otra manera que los nuevos límites de velocidad se hayan reducido a 50 kilómetros por hora, en vialidades que hasta esta semana permitían 70 o 60.

El contexto financiero tampoco ayuda a confiar en la argumentación del gerente.

Desde que se convirtió en presidente municipal electo, Eduardo Rivera ha reiterado una y otra vez las condiciones de precariedad en que se encuentran las finanzas del ayuntamiento. Ayer mismo volvió a quejarse, al dar a conocer el incremento millonario que habrá que pagar a la Comisión Federal de Electricidad por la luz.

Por eso resultará difícil dejar de pensar en esta estrategia como un verdadero asunto de recaudación.

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¿Una verificación vehicular obligatoria?

Eso es lo que ha dicho el gobernador Miguel Barbosa la mañana del miércoles, después de advertir a los empresarios que ganaron la licitación para abrir un verificentro que, si no lo hacen en los plazos previstos, octubre, se quedarán sin la concesión.

Si la fecha límite es octubre y el programa de verificación será obligatorio para circular en el estado, habrá que anotar un pago más a la enorme lista de gastos que ya se tienen en este complicado año de crisis económica.