Nuevamente llegamos a un 8 de marzo, denominado Día Internacional de la Mujer, en el que nos encontramos diferentes expresiones y acciones referentes al tema.
En primer lugar, considero que cuando se habla de hombres y mujeres no debemos generalizar, es decir, cada persona es única e irrepetible, así que asumir que todos los varones y féminas piensan igual, tienen las mismas convicciones y buscan los mismos objetivos es algo equivocado.
Cuando hablamos de causas de género debemos entender que hay diferencias entre todos los individuos, las cuales también tienen que ver con lo que cada quien ha hecho de su vida, en este sentido debemos entender que el ser hombre, mujer o no binario no significa ser bueno o malo en sí, cualquier persona puede caer en la perversión o la corrupción.
Otra cosa que hay que entender es que pertenecer a un colectivo no implica forzosamente defender éste. Pensemos en los obreros que se convirtieron en líderes sindicales y nunca hicieron nada por sus compañeros de taller, tenemos también a diversas legisladoras o gobernadoras que no han podido solucionar los grandes problemas de la mujer, de igual manera no hay que pensar en una solidaridad absoluta entre las féminas, para ejemplo tuvimos a las dos candidatas a la gobernatura del Edomex, quienes se atacaron en campaña, así como lo hacen y lo harán quienes están compitiendo por la presidencia de la República. Con esto quiero decir que el hecho de ser biológicamente mujer no implica defender las causas feministas, así como el hecho de ser naturalmente varón no es una limitante para defender la tan necesaria equidad de género.
Los problemas que vive la mujer surgen de la dinámica social, la cual crea toda una serie de factores adversos, pero todos ellos surgen de todo el conjunto de personas de los diversos géneros, es por eso que las soluciones deben surgir igualmente de varones, mujeres y comunidad LGTB+.
Un varón puede conocer perfectamente los textos de Simone de Beauvoir, entender los diferentes feminismos, porque no hay uno solo y contribuir con su conducta y expresiones a la lucha por las causas feministas.
Aquí aplica esa expresión que dice: Es más papista que el Papa, en alusión a que alguien puede hacer una causa suya, aunque él no pertenezca a los que originan dicha causa. Recuerdo ahora al marino español Gonzalo Guerrero, quien adoptó la cultura maya como suya y combatió contra los propios hispanos, retrasando la conquista del sureste hasta entrado el siglo XVI.
Una crítica al machismo recae precisamente la exclusión y ese mismo error es el que tienen algunas posturas radicales feministas, al rechazar todo lo que sea masculino. Los varones no son enemigos de las mujeres, ambos géneros coexisten y se complementan en la mayoría de las veces, esto tiene un indiscutible fundamento en la preservación de la especie que data de hace millones de años y todas las maravillosas cosas positivas que emanan de la unión de un hombre y una dama.
Además considero que todo hombre que se quiera sumar a las causas feministas debe ser bienvenido, especialmente en estos tiempos donde la violencia y la discriminación a mujer llegan a ser sumamente nocivas, esto es como rechazar unas cubetadas de agua en pleno incendio.
Evidentemente las protagonistas de las causas de género deben ser las mujeres, pero eso se logra mediante acciones puntuales y efectivas, en coordinación con tod@s los miembros de la sociedad.
En mi caso me considero un feminista y he tenido profunda admiración por mi abuela, mi madre y mis hermanas, quienes han sido profesionales exitosas y han destacado por sus acciones, lo cual es un ejemplo de empoderamiento y orgullo para mí.
Aún falta mucho por hacer por las causas feministas y creo que todos debemos colaborar en ellas y asumir que las damas no sólo son importantes un solo día sino todos los que marca el calendario. Hasta la próxima.
@vicente_aven