/ jueves 7 de marzo de 2024

Nada personal / Tope salarial en universidades, modelo neoliberal de la 4T

En el gobierno de la 4T de Andrés Manuel López Obrador se mantuvo el modelo neoliberal del “tope salarial” impuesto a los trabajadores universitarios por los regímenes priistas y panistas.

Justo cuando se celebra el Día del Trabajador Universitario en la UAP (Benemérita, la Cruz Roja) es conveniente abordar un tema que empieza debatirse en la máxima casa de estudios: la precarización salarial y laboral.

Si bien se requiere un análisis de los expertos en la materia para medir si la relación laboral en la UAP ha entrado en esa fase de precariedad, lo ciertos es que hay signos de este fenómeno.

Por ejemplo. Con la reciente firma del incremento salarial del 4 por ciento entre representantes sindicales del Sitbuap y el Aspabuap con las autoridades universitarias, varias categorías del tabulador salarial de activos y jubilados quedaron por debajo del salario mínimo vigente.

Otra de las manifestaciones de la llamada precarización laboral está relacionada con las condiciones de trabajo y salariales de los docentes, principalmente los maestros hora clase.

¿Será acaso una de las razones del creciente ausentismo de profesores en las aulas, como ya es cotidiano en la facultad de Administración Pública?, es una pregunta directa a los directivos de esa unidad académica.

Pero al margen de las particularidades al desmenuzarse las causas y existencia o no de la precarización laboral en la principal universidad pública, la derivación finalmente está relacionada al modelo laboral neoliberal en las universidades públicas aplicado por el gobierno de la 4T.

Una de esas “herencias malditas”, como la califica Raúl Arroyo García -secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la BUAP en el periodo 2004-2007- es la imposición del “tope salarial” de la federación a través de la SEP a las universidades, durante los gobiernos del PRI, PAN y Morena.

Luciano Concheiro Bórquez, Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública federal del gobierno de la 4T, es el “ángel custodio” de la aplicación del “modelo neoliberal”.

En el diseño del presupuesto a las universidades públicas, no le quitan una coma ni punto decimal al esquema de financiamiento asfixiante a la educación superior, implementado por los respectivos gobiernos federales del PRI y PAN, esquema madre de la precarización laboral.

Luciano Concheiro fue parte de la burocracia dorada del Partido Comunista Mexicano, controló por años la escuela de cuadros convertida en esa época en “agencia de viajes” para premiar a militantes-estudiantes con becas a universidades de países de la llamada “cortina de hierro”.

Hoy, en el gobierno de “la esperanza” de la 4T, Concheiro aplica con “mano de hierro” el modelo neoliberal presupuestal a las universidades, al grado de prohibir a los rectores otorgar un punto porcentual salarial más a los académicos y/o administrativos, por encima del “tope salarial”.

El “tope salarial” impuesto por la federación en los regímenes neoliberales lo aplica al pie de la letra por el “gobierno de izquierda” de López Obrador.

Nada cambió a favor del gasto en educación superior en el país con el triunfo de AMLO en la elección presidencial, incluidas las partidas del presupuesto a salarios, lo que contribuyó enormemente a la precarización salarial y laboral, en perjuicios de los trabajadores universitarios.

Francisco Corona, uno de los fundadores del Sutuap, Suntuap y Sitbuap, en éste último secretario general en el periodo 1994-2004, explica como surgió el “tope salarial” a los tabuladores de los trabajadores universitarios en las universidades pública del país:

Lo impone el gobierno federal en noviembre de cada año en la UNAM quien acuerda con el Stunam porcentaje salarial, mismo que se aplica en todas las universidades del país, sin ninguna laxitud en las negociaciones contractuales y salariales son los respectivos sindicatos.

En el gobierno de la 4T de Andrés Manuel López Obrador se mantuvo el modelo neoliberal del “tope salarial” impuesto a los trabajadores universitarios por los regímenes priistas y panistas.

Justo cuando se celebra el Día del Trabajador Universitario en la UAP (Benemérita, la Cruz Roja) es conveniente abordar un tema que empieza debatirse en la máxima casa de estudios: la precarización salarial y laboral.

Si bien se requiere un análisis de los expertos en la materia para medir si la relación laboral en la UAP ha entrado en esa fase de precariedad, lo ciertos es que hay signos de este fenómeno.

Por ejemplo. Con la reciente firma del incremento salarial del 4 por ciento entre representantes sindicales del Sitbuap y el Aspabuap con las autoridades universitarias, varias categorías del tabulador salarial de activos y jubilados quedaron por debajo del salario mínimo vigente.

Otra de las manifestaciones de la llamada precarización laboral está relacionada con las condiciones de trabajo y salariales de los docentes, principalmente los maestros hora clase.

¿Será acaso una de las razones del creciente ausentismo de profesores en las aulas, como ya es cotidiano en la facultad de Administración Pública?, es una pregunta directa a los directivos de esa unidad académica.

Pero al margen de las particularidades al desmenuzarse las causas y existencia o no de la precarización laboral en la principal universidad pública, la derivación finalmente está relacionada al modelo laboral neoliberal en las universidades públicas aplicado por el gobierno de la 4T.

Una de esas “herencias malditas”, como la califica Raúl Arroyo García -secretario general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la BUAP en el periodo 2004-2007- es la imposición del “tope salarial” de la federación a través de la SEP a las universidades, durante los gobiernos del PRI, PAN y Morena.

Luciano Concheiro Bórquez, Subsecretario de Educación Superior de la Secretaría de Educación Pública federal del gobierno de la 4T, es el “ángel custodio” de la aplicación del “modelo neoliberal”.

En el diseño del presupuesto a las universidades públicas, no le quitan una coma ni punto decimal al esquema de financiamiento asfixiante a la educación superior, implementado por los respectivos gobiernos federales del PRI y PAN, esquema madre de la precarización laboral.

Luciano Concheiro fue parte de la burocracia dorada del Partido Comunista Mexicano, controló por años la escuela de cuadros convertida en esa época en “agencia de viajes” para premiar a militantes-estudiantes con becas a universidades de países de la llamada “cortina de hierro”.

Hoy, en el gobierno de “la esperanza” de la 4T, Concheiro aplica con “mano de hierro” el modelo neoliberal presupuestal a las universidades, al grado de prohibir a los rectores otorgar un punto porcentual salarial más a los académicos y/o administrativos, por encima del “tope salarial”.

El “tope salarial” impuesto por la federación en los regímenes neoliberales lo aplica al pie de la letra por el “gobierno de izquierda” de López Obrador.

Nada cambió a favor del gasto en educación superior en el país con el triunfo de AMLO en la elección presidencial, incluidas las partidas del presupuesto a salarios, lo que contribuyó enormemente a la precarización salarial y laboral, en perjuicios de los trabajadores universitarios.

Francisco Corona, uno de los fundadores del Sutuap, Suntuap y Sitbuap, en éste último secretario general en el periodo 1994-2004, explica como surgió el “tope salarial” a los tabuladores de los trabajadores universitarios en las universidades pública del país:

Lo impone el gobierno federal en noviembre de cada año en la UNAM quien acuerda con el Stunam porcentaje salarial, mismo que se aplica en todas las universidades del país, sin ninguna laxitud en las negociaciones contractuales y salariales son los respectivos sindicatos.