Se divulgó en redes sociales un videomensaje firmado por una célula delictiva con amenazas al mandatario estatal, hecho que la sociedad y los tres órdenes de gobierno no deben soslayar.
Está claro el cálculo mediático del grupo delictivo al lanzar la videoamenaza, justo cuando iniciaron las campañas electorales para renovar la gubernatura, el Congreso local y 217 ayuntamientos.
Adquiere mayor relevancia la videograbación divulgada contra el gobierno morenista porque coincidió con gira proselitista de las candidatas presidenciales Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez.
Lamentablemente la situación de inseguridad pública ha rebasado a las autoridades locales y federales, lo que se demostró con la impunidad para asesinar a un candidato de Morena a la alcaldía de Acatzingo, y ultimar a un expolicía estatal involucrado con la delincuencia.
El contenido amenazante del grupo armado que circuló el pasado fin de semana es de extrema gravedad, porque confirma una realidad inocultable, debido a la indolencia oficial:
Primero. Células de la delincuencia organizada operan en el estado y se disputan con bandas rivales palmo a palmo el control del territorio poblano para cometer delitos.
Segundo. El asesinato del mando de policía estatal ocurrido en Periplaza, al sur de la ciudad, pone de manifiesto el grado de penetración de los grupos delictivos en las estructuras de corporaciones policiales del estado y en municipios, así como en la GN.
Tercero. La indolencia de las autoridades en los tres órdenes de gobierno ha facilitado escale la corrupción en las distintas corporaciones policiales donde algunos agentes se asocian con la delincuencia.
Es preocupante el tono de las amenazas del grupo delictivo al gobierno morenista para que actuara contra mandos policiales estatales involucrados con bandas criminales.
Coincidentemente, a escasos días de haber aparecido el videomensaje, y a más de una semana del asesinato del policía estatal (que se adjudicó el mismo grupo armado), las autoridades filtraron la versión de la detención y vinculación a proceso de tres policías estatales en activo.
Se trata de tres uniformados acusados de ser cómplices del asesinado mando policial Adán Montes por el secuestro de un chofer de transporte de carga y a su acompañante, para extorsionarlos.
… “Aquí te dejo una lista de todos tus mandos que andan cooperando en el robo y apoyando grupos locales, por si quieres tomar cartas en el asunto, de lo contrario nosotros nos encargaremos”…, había advertido el grupo armado.
En el videomensaje del grupo delictivo aseguró el presunto involucramiento de otros mandos y policías con bandas locales dedicadas al robo a transporte y al tráfico de migrantes.
Evidentemente es grave el problema de corrupción en las corporaciones policiacas de los tres órdenes de gobierno, donde no sólo han sido penetrados por la delincuencia, sino que algunos policías forman parte de ella.
Sin estrategia de seguridad pública estatal y municipales, en acatamiento a la política federal de “abrazos y no balazos”, ha favorecido el crecimiento de la delincuencia en la zona metropolitana de la ciudad de Puebla y en las distintas regiones.
El momento es muy delicado para el estado y el país en materia de seguridad pública; solo en la coyuntura electoral nacional una veintena de políticos han sido asesinados, incluido el candidato a alcalde de Acatzingo, pero la espiral de violencia persiste con más de 180 mil homicidios dolosos.
En Puebla, de acuerdo al reporte mensual del Secretariado del SNSP, en el primer trimestre del año, se han cometido en el estado 220 crímenes dolosos, con un promedio 2.4 asesinatos al día. Solo en marzo, el más violento, se reportaron 2.7 homicidios, al cometerse 84 asesinatos.
En panorama el desolador para los poblanos, porque además de la parálisis actual, los dos principales candidatos a la gubernatura, Alejandro Armenta y Eduardo Rivera, abordan la grave problemática con puras generalidades, sin ofrecer una sola estrategia que garantice la paz.
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