/ jueves 15 de febrero de 2024

Pemex agoniza y nadie lo evita

Para cualquier mexicano, inclusive de clase alta, es un sueño comprarse un Ferrari Enzo nuevo, un artículo que tienen los jeques árabes o los multibillonarios, que en nuestro país se podrían contar con los dedos de las manos. Lo curioso es que esta compra magnánima sí es posible para un vendedor ambulante que se convirtió en líder sindical: Carlos Romero Deschamps. Aun siendo esto un despilfarro extremo, el monto del automotor italiano es un granito de arena frente al problema financiero que tiene la llamada “caja chica” del gobierno federal.

Petróleos Mexicanos es la petrolera más endeudada de todo el planeta, con aproximadamente 110 mil millones de dólares, cantidad que pongo con letra por los muchos y alarmantes ceros que ésta tiene, de los cuales, hay que pagar poco más del 60% a un corto plazo.

La calificadora Moody le ha bajado la categoría hasta la de B3, lo cual indica una seria devaluación que causa desconfianza en los mercados internacionales.

Hay que señalar que este problema tiene un cuarto de siglo, en el cual no se optimizaron los recursos, no se estimuló la exploración y explotación, no hubo una reestructura y siguió la corrupción al interior de la empresa paraestatal, es decir, no es un problema de este sexenio, pero de lo que sí es responsable la administración actual es de no empezar a intentar mejorar la situación, recalco, empezar a intentar mejorar, lo cual significa que no hay solución posible en este momento, situación que difícilmente se puede admitir para cualquier administración o partido, más en tiempos electorales, donde las soluciones “milagro” son y seguirán siendo el discurso cotidiano para un electorado cada vez menos reflexivo e informado.

Hay que señalarlo claro, la refinería de Dos Bocas no es la solución, por ejemplo, en EUA hay 130 de estas plantas, así que necesitaríamos una infraestructura que es imposible de instalar por motivos de dinero, esto lo debe entender cualquiera que sepa sumar.

Hay quien señala que el estado mexicano debe rescatar a Pemex, lo cual significaría un nuevo Fobaproa, quizá más costoso, cuando el anterior aún lo seguimos y lo seguiremos pagando, por lo que esta opción resulta una ofensa y una carga fiscal enorme que tendríamos que liquidar todos. Algo semejante sucede debido a la condonación de impuestos reciente por unas decenas de miles de millones de pesos, recursos que dejará de percibir el erario y que de alguna manera deben de conseguirse, a riesgo de seguir recortando programas importantes y prioritarios en salud y educación.

México vive una situación crítica, quizá la peor de la historia contemporánea, pero sin Pemex el panorama se complicaría terriblemente, ya que la petrolera es un eje transversal de la economía nacional, cuya quiebra sería devastadora en términos económicos, además de que provee la energía fundamental para la movilidad y la operatividad de prácticamente todos los sectores del país. Creo que nuestra república colapsaría en unos cuantos días sin Pemex, pero esto es responsabilidad de los gobiernos en turno, sin ver a la petrolera como parte de la administración pública. Duele saber que Pemex está en el duodécimo lugar en cuestión de producción y en el primero en endeudamiento.

Hay quien sostiene que hay que privatizar Petróleos Mexicanos por completo, o sea, vender la petrolera con todo y deuda, pero eso dejaría al estado mexicano sin ese activo tan importante, lo cual nos pondría en riesgo de lo que pasó en Argentina con Yacimientos Petrolíferos Federales. La situación de nuestros hidrocarburos es grave, creo que hay que partir de ahí y evitar dar propuestas absurdas. La culpa de la situación data de todos los gobiernos federales, incluyendo el actual, desde hace 25 años y parece no cambiará el próximo sexenio, gane quien gane la elección.

@vicente_aven

Para cualquier mexicano, inclusive de clase alta, es un sueño comprarse un Ferrari Enzo nuevo, un artículo que tienen los jeques árabes o los multibillonarios, que en nuestro país se podrían contar con los dedos de las manos. Lo curioso es que esta compra magnánima sí es posible para un vendedor ambulante que se convirtió en líder sindical: Carlos Romero Deschamps. Aun siendo esto un despilfarro extremo, el monto del automotor italiano es un granito de arena frente al problema financiero que tiene la llamada “caja chica” del gobierno federal.

Petróleos Mexicanos es la petrolera más endeudada de todo el planeta, con aproximadamente 110 mil millones de dólares, cantidad que pongo con letra por los muchos y alarmantes ceros que ésta tiene, de los cuales, hay que pagar poco más del 60% a un corto plazo.

La calificadora Moody le ha bajado la categoría hasta la de B3, lo cual indica una seria devaluación que causa desconfianza en los mercados internacionales.

Hay que señalar que este problema tiene un cuarto de siglo, en el cual no se optimizaron los recursos, no se estimuló la exploración y explotación, no hubo una reestructura y siguió la corrupción al interior de la empresa paraestatal, es decir, no es un problema de este sexenio, pero de lo que sí es responsable la administración actual es de no empezar a intentar mejorar la situación, recalco, empezar a intentar mejorar, lo cual significa que no hay solución posible en este momento, situación que difícilmente se puede admitir para cualquier administración o partido, más en tiempos electorales, donde las soluciones “milagro” son y seguirán siendo el discurso cotidiano para un electorado cada vez menos reflexivo e informado.

Hay que señalarlo claro, la refinería de Dos Bocas no es la solución, por ejemplo, en EUA hay 130 de estas plantas, así que necesitaríamos una infraestructura que es imposible de instalar por motivos de dinero, esto lo debe entender cualquiera que sepa sumar.

Hay quien señala que el estado mexicano debe rescatar a Pemex, lo cual significaría un nuevo Fobaproa, quizá más costoso, cuando el anterior aún lo seguimos y lo seguiremos pagando, por lo que esta opción resulta una ofensa y una carga fiscal enorme que tendríamos que liquidar todos. Algo semejante sucede debido a la condonación de impuestos reciente por unas decenas de miles de millones de pesos, recursos que dejará de percibir el erario y que de alguna manera deben de conseguirse, a riesgo de seguir recortando programas importantes y prioritarios en salud y educación.

México vive una situación crítica, quizá la peor de la historia contemporánea, pero sin Pemex el panorama se complicaría terriblemente, ya que la petrolera es un eje transversal de la economía nacional, cuya quiebra sería devastadora en términos económicos, además de que provee la energía fundamental para la movilidad y la operatividad de prácticamente todos los sectores del país. Creo que nuestra república colapsaría en unos cuantos días sin Pemex, pero esto es responsabilidad de los gobiernos en turno, sin ver a la petrolera como parte de la administración pública. Duele saber que Pemex está en el duodécimo lugar en cuestión de producción y en el primero en endeudamiento.

Hay quien sostiene que hay que privatizar Petróleos Mexicanos por completo, o sea, vender la petrolera con todo y deuda, pero eso dejaría al estado mexicano sin ese activo tan importante, lo cual nos pondría en riesgo de lo que pasó en Argentina con Yacimientos Petrolíferos Federales. La situación de nuestros hidrocarburos es grave, creo que hay que partir de ahí y evitar dar propuestas absurdas. La culpa de la situación data de todos los gobiernos federales, incluyendo el actual, desde hace 25 años y parece no cambiará el próximo sexenio, gane quien gane la elección.

@vicente_aven