/ lunes 26 de abril de 2021

¿Podrán Eduardo Rivera y el PAN motivar a los inconformes en un mes?

¿Tendrán Eduardo Rivera Pérez y los demás candidatos del PAN a las presidencias municipales de la zona metropolitana de Puebla tiempo suficiente para revertir la ola de votos a favor de Morena que se prevé ocurrirá en la gran mayoría de los estados del país?

¿Un mes de campaña alcanzará a los aspirantes a ediles para contrarrestar e incluso rebasar la creciente intención de voto que registra el partido presidencial desde diciembre a la fecha, gracias, entre otros factores, a los programas sociales y a la campaña de vacunación contra la covid19?

El periódico español El País publicó este fin de semana un artículo que anticipa el triunfo generalizado de Morena en las elecciones del 6 de junio que le servirá a Andrés Manuel López Obrador para mantener el dominio en la cámara de diputados.

A partir del análisis de los resultados de diversas encuestas sobre preferencias electorales dadas a conocer del 1 de diciembre al 23 de abril en diferentes medios de comunicación y por distintas plataformas, este diario concluye con la construcción de cuatro escenarios que le garantizan al inquilino de Palacio Nacional el control del poder legislativo, hasta -en el mejor de los casos- sin la necesidad de recurrir a sus partidos aliados.

El texto, que estuvo como nota principal del periódico español por casi 24 horas, se enfoca exclusivamente en la contienda por las diputaciones federales, pero bien puede trasladarse a la elección de presidentes municipales debido a que refleja la intención de voto generalizado de la población.

A Morena le da el 46.9 por ciento de las preferencias electorales; al PAN, 17 por ciento; al PRI, 16.5 por ciento; al PRD, 4.2 por ciento; al PVEM, 3.8 por ciento; a MC, 3.1 por ciento, y al PT, 3 por ciento.

Como verá usted, el PAN no empata al partido lopezobradorista ni sumando las preferencias de PRI y PRD, lo que anticipa una catástrofe electoral para las intenciones de la coalición Va Por México, que a partir de aquí pretendía armar una base competitiva para llegar a los comicios presidenciales de 2024 con amplias posibilidades de éxito.

Aconsejados por colaboradores a sueldo, los panistas y priistas que compiten en la zona metropolitana de Puebla han desestimado hasta con desprecio todas aquellas advertencias que les han planteado no solo un escenario altamente competitivo para la arena electoral, sino, incluso, adverso.

Confiados en el desencanto de un sector importante de los ciudadanos que desea la expulsión de Morena del gobierno y de todos los espacios de poder, esos candidatos asumen que ganarán casi sin contratiempos solo por presentarse ante los electores debajo de la camiseta de la oposición, principalmente -en el caso de Puebla- la del PAN.

Si bien las zonas urbanas del estado presentan una considerable tendencia de rechazo a Morena, es falso que los inconformes con la cuatroté vayan a ser suficientes para derrotar a ese partido o que todos vayan a estar dispuestos a ir a las urnas en un domingo de pandemia sin una alternativa que los movilice, que los cautive pues.

Justo es aquí donde el reportaje del periódico español aporta una conjetura muy valiosa.

La oposición, en efecto, se muestra sin liderazgos y desdibujada.

“Si bien la oposición ciudadana -encarnada recientemente, por ejemplo, por la indignación del movimiento feminista- tiene cada vez más presencia, la oposición institucional y parlamentaria adolece de impulso y caras”, afirma el texto.

Eso es muy cierto y se ha advertido aquí en otras entregas.

Para que los inconformes con Claudia Rivera Vivanco -que los hay y muchos- en el municipio de Puebla vayan a las urnas a votar en contra de su reelección tienen que ser motivados por un liderazgo que los convenza de hacerlo.

Lo mismo en las Cholulas y en el resto de los ayuntamientos liderados por Morena.

Si no hay un líder que se presente como alternativa viable y real frente al caos de los gobiernos del partido en el poder, los ciudadanos no irán a las urnas y la oposición no ganará.

Sin alternativas contundentes, Morena sobrevivirá, con todo y el escándalo de Saúl Huerta Corona, el entuerto de López Obrador con su pretendida reforma energética, el pleito de ese partido con el Instituto Nacional Electoral y la inverosímil por antidemocrática extensión de mandato del presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar.

Volvamos a la interrogante:

¿Tendrán tiempo, con solo un mes de campaña, para hacerlo, o se convertirán en víctimas de la ola morenista que amenaza, nuevamente, con aparecer sobre la elección?

A favor de Rivera Pérez jugará como factor indirecto el gobernador Miguel Barbosa, pero ni eso podría ser suficiente si el candidato es incapaz de comunicarle al electorado los porqués de apostarle a su gobierno en lugar de a la continuidad de su oponente.

Lo mismo ocurrirá en los municipios conurbados a Puebla donde Enrique Cárdenas Sánchez ganó la elección de gobernador en 2019.

La contienda de este año no será igual a aquella.

En las columnas del 22 y el 24 de marzo ya advertía de este escenario con los resultados de la encuestadora Más Data, que no pocos descalificaron.


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