/ miércoles 31 de enero de 2024

Qué chula es Puebla, qué linda

Rafael Hernández Marín, puertorriqueño que se enamoró de Puebla en los años treintas, y quizá de alguna poblana, compuso el que consideramos el himno por excelencia poblano; y esto es identidad popular ya que si la escuchamos, por mínimo la empezamos a tararear.

De identidad ya les he hablado y es importante, sin embargo ahora les ofrezco un análisis sobre lo que inspiró a este extranjero al ver una ciudad tan bella como Puebla, “con sus mujeres hermosas, que tiene caras de rosas y labios de guinda; trozo de cielo en la tierra, esa es mi Puebla bonita, esa es mi tierra bendita, que tantas joyas encierra; Puebla, tacita de plata, cuando no piso tu suelo, es tan grande mi desvelo, que la nostalgia me mata; que bellos son tus altares, mi hermosa Puebla querida, porque daría la vida, como te doy mis cantares; Puebla bonita y bravía, por tu leyenda y tu historia, Puebla cubierta de gloria, linda Puebla, tierra mía” diría Rafael Hernández, pero otra muy distinta es hablar de chulear una calle o una fachada, porque ese significado de conocimiento popular hace referencia a cuando embellecemos rápidamente, o por la superficie únicamente, algo para lucirlo o presumir. Es decir, chulear algo no va al fondo sino a la última capa visual y eso en el contexto de una ciudad me parece es de visión corta y con caducidad breve.

Porque de acuerdo con la Academia Mexicana de la Lengua, chulo, de origen italiano, en español adquiere el significado de ‘lindo, bonito, gracioso’; pero, también, debido al contexto jergal en el que se usó en sus inicios, chulo asimismo toma valores como: ‘rufián’.

Nuestra Puebla bonita, no es para jugar con ella y solo chulear de vez en cuando, nuestra Puebla es para ser responsables de su entorno y cuidarla. Esa es una responsabilidad de un ayuntamiento como de sus ciudadanos, así que cuidar las calles, mantenerlas limpias y alumbradas, pues también. Sin embargo vemos a un ayuntamiento molesto porque existen calles “cerradas” por los vecinos, que se ven obligados debido a la incapacidad de los gobiernos actuales que no están cumpliendo su compromiso real sino solo chuleando.

En días pasados en este medio salió una nota que hablaba precisamente de los temas de inseguridad en nuestra ciudad y como los habitantes de ciertas colonias toman acción y cierran su calle, ponen cámaras y hasta veladores pagados por ellos debido al alto grado de inseguridad que vivimos en los últimos años dentro de nuestra capital. Estos ciudadanos están reaccionando ante una amenaza que nos acosa, sin embargo efectivamente en principio se están tomando atribuciones propias de una autoridad, pero esto debido a la incompetencia al verse rebasados. Fríamente la autoridad tiene razón en pretender retirar las rejas de estas calles, debido a que se obstruye el libre tránsito, sin embargo, estos vecinos han sido victimas de robos y lo unico que estan haciendo es tomar acción dejando libre tránsito durante el dia, pero en la noche exclusivo a quien vive en esa zona como medida de prevención. Esto es muy cómodo para un ayuntamiento sin embargo no es obligación de los ciudadanos sino de sus autoridades brindar seguridad, entonces ¿Debería el municipio regular de manera ágil estos bloqueos parciales que sí disminuyen en las zonas los incidentes de robo a casa habitación ó debería de eliminarlos garantizando cien por ciento la integridad de sus habitantes?

Pero que linda, que chula es Puebla; la cosa sería comprender que nuestro ayuntamiento ha sido incapaz de enfrentar una ola de delincuencia y que esto solo se puede lograr si sociedad y gobierno trabajan en conjunto.

Tal vez si estás calles cerradas se regularizaran sin costo y la responsabilidad de un ayuntamiento no se eliminara, podría ser un paso intermedio a la solución definitiva que es reducir la delincuencia con programas sociales y educación. Esto lleva muchos periodos de gobierno y un plan de desarrollo irreductible en su propósito, con objetivos claros y asumidos con el cargo sin importar quien está al frente del trienio, buscando al paso de pocos años revertir las tendencias criminales a la propiedad ajena. Solo quizá esta podría ser una salida aceptable y transparente para todos dejando a salvo los derechos de los habitantes de un municipio y con las herramientas necesarias a los ayuntamientos para enfrentar el problema real que no es solo chulear una ciudad.

@serda.mx

Es Puebla

Rafael Hernández Marín, puertorriqueño que se enamoró de Puebla en los años treintas, y quizá de alguna poblana, compuso el que consideramos el himno por excelencia poblano; y esto es identidad popular ya que si la escuchamos, por mínimo la empezamos a tararear.

De identidad ya les he hablado y es importante, sin embargo ahora les ofrezco un análisis sobre lo que inspiró a este extranjero al ver una ciudad tan bella como Puebla, “con sus mujeres hermosas, que tiene caras de rosas y labios de guinda; trozo de cielo en la tierra, esa es mi Puebla bonita, esa es mi tierra bendita, que tantas joyas encierra; Puebla, tacita de plata, cuando no piso tu suelo, es tan grande mi desvelo, que la nostalgia me mata; que bellos son tus altares, mi hermosa Puebla querida, porque daría la vida, como te doy mis cantares; Puebla bonita y bravía, por tu leyenda y tu historia, Puebla cubierta de gloria, linda Puebla, tierra mía” diría Rafael Hernández, pero otra muy distinta es hablar de chulear una calle o una fachada, porque ese significado de conocimiento popular hace referencia a cuando embellecemos rápidamente, o por la superficie únicamente, algo para lucirlo o presumir. Es decir, chulear algo no va al fondo sino a la última capa visual y eso en el contexto de una ciudad me parece es de visión corta y con caducidad breve.

Porque de acuerdo con la Academia Mexicana de la Lengua, chulo, de origen italiano, en español adquiere el significado de ‘lindo, bonito, gracioso’; pero, también, debido al contexto jergal en el que se usó en sus inicios, chulo asimismo toma valores como: ‘rufián’.

Nuestra Puebla bonita, no es para jugar con ella y solo chulear de vez en cuando, nuestra Puebla es para ser responsables de su entorno y cuidarla. Esa es una responsabilidad de un ayuntamiento como de sus ciudadanos, así que cuidar las calles, mantenerlas limpias y alumbradas, pues también. Sin embargo vemos a un ayuntamiento molesto porque existen calles “cerradas” por los vecinos, que se ven obligados debido a la incapacidad de los gobiernos actuales que no están cumpliendo su compromiso real sino solo chuleando.

En días pasados en este medio salió una nota que hablaba precisamente de los temas de inseguridad en nuestra ciudad y como los habitantes de ciertas colonias toman acción y cierran su calle, ponen cámaras y hasta veladores pagados por ellos debido al alto grado de inseguridad que vivimos en los últimos años dentro de nuestra capital. Estos ciudadanos están reaccionando ante una amenaza que nos acosa, sin embargo efectivamente en principio se están tomando atribuciones propias de una autoridad, pero esto debido a la incompetencia al verse rebasados. Fríamente la autoridad tiene razón en pretender retirar las rejas de estas calles, debido a que se obstruye el libre tránsito, sin embargo, estos vecinos han sido victimas de robos y lo unico que estan haciendo es tomar acción dejando libre tránsito durante el dia, pero en la noche exclusivo a quien vive en esa zona como medida de prevención. Esto es muy cómodo para un ayuntamiento sin embargo no es obligación de los ciudadanos sino de sus autoridades brindar seguridad, entonces ¿Debería el municipio regular de manera ágil estos bloqueos parciales que sí disminuyen en las zonas los incidentes de robo a casa habitación ó debería de eliminarlos garantizando cien por ciento la integridad de sus habitantes?

Pero que linda, que chula es Puebla; la cosa sería comprender que nuestro ayuntamiento ha sido incapaz de enfrentar una ola de delincuencia y que esto solo se puede lograr si sociedad y gobierno trabajan en conjunto.

Tal vez si estás calles cerradas se regularizaran sin costo y la responsabilidad de un ayuntamiento no se eliminara, podría ser un paso intermedio a la solución definitiva que es reducir la delincuencia con programas sociales y educación. Esto lleva muchos periodos de gobierno y un plan de desarrollo irreductible en su propósito, con objetivos claros y asumidos con el cargo sin importar quien está al frente del trienio, buscando al paso de pocos años revertir las tendencias criminales a la propiedad ajena. Solo quizá esta podría ser una salida aceptable y transparente para todos dejando a salvo los derechos de los habitantes de un municipio y con las herramientas necesarias a los ayuntamientos para enfrentar el problema real que no es solo chulear una ciudad.

@serda.mx

Es Puebla

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