Enrique Doger Guerrero protagonizó un episodio de aparente generosidad al desvelar a algunos de sus compañeros de partido como eventuales precandidatos a diferentes puestos de elección popular para los comicios intermedios de 2021.
El candidato a gobernador de 2018 dijo hace apenas unos días que el PRI tiene cuadros con el perfil necesario para otorgarle al tricolor la posibilidad de competir en la contienda que se avecina, a la que llegará en tercer lugar de las preferencias electorales.
Y dio nombres.
Enlistó a Blanca Alcalá Ruiz, Sandra Montalvo Domínguez, Lucero Saldaña Pérez, Valentín Meneses Rojas y hasta Leobardo Soto Martínez, en ese orden.
El ex rector de la BUAP y ex presidente municipal de Puebla omitió mencionarse a sí mismo, lo que no significa que pretenda quedarse fuera de ese proceso electoral o que no quiera, en el mejor de los escenarios posibles, volver a contender por la ciudad que administró de febrero de 2005 a febrero de 2008.
Si lo desea, trabaja en ello y no sufre la intromisión de un contrincante interno de mejor nivel, uno (¡o una!) que tenga mayor potencial de voto entre los probables electores, Doger Guerrero puede convertirse por segunda vez en abanderado de ese instituto político a la alcaldía de la capital, debido a sus buenas relaciones con el ex gobernador oaxaqueño José Murat Casab.
El arribo de Alejandro Moreno Cárdenas (“Alito”) a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional tricolor incrementó los bonos políticos de Enrique Doger, que pasó por un mal momento y padeció un agujero en su credibilidad después de ser acusado de comparsa de Rafael Moreno Valle y su esposa, Martha Erika Alonso Hidalgo, en los comicios de gobernador de 2018.
Las acusaciones internas lo dejaron fuera de la elección extraordinaria, en la que intentó repetir, sin éxito, y en la que el PRI se decantó por Alberto Jiménez Merino.
El escenario se recompuso para Doger, sin embargo, con la llegada de “Alito”.
Alejandro Moreno tiene vínculos estrechísimos con José Murat, quien a su vez posee una buena relación con Doger desde la época en que este fue rector de la máxima casa de estudios, por obra y gracia de otro personaje nacido en Oaxaca: Javier Casique Zárate.
Casique Zárate fue primero coordinador regional en Puebla y Morelos de la campaña para presidente del CEN del PRI del ex mandatario de Campeche y ahora es secretario de Acción Electoral en ese partido.
Ambas posiciones fueron logradas a partir de la recomendación de Murat, su paisano y amigo, quien le dio cobijo en aquella entidad cuando la relación con Doger cayó en un bache al final de su rectorado y las condiciones se le descompusieron en Puebla.
Casique es más cercano a Murat que Doger.
Pero Casique es operador, colaborador y aliado de Doger, por quien ocupó la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI el año pasado.
Esa circunstancia política, imprevista al término de la contienda electoral de 2018, le devolvió los ánimos al ex presidente municipal de Puebla, además ex diputado local y federal, quien seguramente levantará la mano (de nueva cuenta) una vez que se cumplan los plazos marcados en el próximo calendario electoral.
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