/ jueves 8 de febrero de 2024

¿Se debe revalorar la virginidad?

Como abogado, he sabido de diferentes denuncias que han hecho padres de adolescentes, a quienes les hackearon cuentas o dispositivos, extrayendo y difundiendo video o imágenes con contenido sexual de ellos mismos. Es obvio que debe castigarse a quienes exhiben esto, pero también tenemos que cuestionar el por qué personas de ambos sexos, quienes acaban de dejar la niñez, están realizando esas conductas, las cuales son realizadas por la libertad sexual que todos tenemos, pero que distan mucho de ser algo ejemplar, más cuando se es menor de edad.

En alusión al próximo 14 de febrero, tenemos que reflexionar que algunos problemas de pareja se vuelven problemas sociales, tales como los feminicidios, violencia intrafamiliar, deudores y deudoras alimenticios.

Bajo una perspectiva histórica, debemos entender que hay épocas con mayor apertura y otras con un gran conservadurismo moral, por ejemplo, una orgía romana sorprendería hasta los más libertinos de hoy, así que esto es una cuestión de ciclos. A los que tenemos más de 4 décadas y crecimos en provincia, nos ha tocado ver el paso de una normatividad estricta a una relajación en las conductas sexuales. Comprar condones era algo complejo hace unas 3 décadas y hoy se compran muy fácilmente.

En este sentido quiero hacer alusión a la virginidad, no como una condición orgánica, sino como un axioma que puede representar alguna utilidad. Evidentemente no es lo mismo para una mujer que para un varón, pero no hablaré de opiniones médicas o psicológicas, sino de actitudes sociales que se aplican a ambos géneros.

De ninguna manera asumiré una postura puritana y afirmar que la virginidad conservarse hasta el matrimonio, porque eso es algo fuera del contexto actual, pero como como cualquier axioma, puedo mencionar que, al menos, debe haber una pretensión de acercarse a él y los beneficios de esto.

Esto significa que algo se debe ver como deseable aunque no se cumpla como tal, en el caso de hoy, podríamos encontrar una actitud de moderación, selección y cuidado al tener relaciones sexuales, con lo cual se podrían evitar problemas tan manifiestos como los embarazos no deseados, contagio de ETS o la banalización de la sexualidad, la cual puede conducir al rompimiento de límites de conciencia que pueden afectar otras facetas de la vida humana.

Hoy en día es muy fácil encontrar sexo, pero muy difícil construir un verdadero amor, situación que se manifiesta en las muchas rupturas o situación que alcanzan la violencia, lo cual afecta a los integrantes de la pareja y a los hijos como tal, quienes tienen alta probabilidad de repetir patrones y así crear un círculo vicioso que se torna interminable y que afecta a la sociedad.

Como cualquier valor, la virginidad, el recato o decencia son valores que tiene un conjunto de personas, varones y mujeres, que los consideran importantes, así que despreciarlos o exaltarlos depende de esos mismos sujetos, sin hacer un juicio ético, radical y generalizado de esos axiomas.

Sin entran en números y detalles, puedo afirmar que cuando la sociedad mexicana y/o poblana era más conservadora, había menos feminicidios y embarazos no deseados, así que bien vale la pena reflexionar acerca del tema de hoy.

Podemos mencionar a los países desarrollados, donde la virginidad es vista como algo sumamente antiguo y donde la libertad sexual es patente, pero debemos recordar que los ciudadanos de esos lugares tienen un grado de responsabilidad y madurez muy superior al del Tercer Mundo, como es nuestro caso, por lo que la apertura que tanto se presume en México, puede ser un factor para un libertinaje que vemos con mayor frecuencia en adolescentes y jóvenes, quienes cada vez se ven menos promisorios y son víctimas de las circunstancias actuales y de sus propias irresponsabilidades.

Como artista y abogado, soy partidario del cortejo elegante, la sensualidad responsable y del amor conjugado con la admiración. Hasta la próxima semana.

@vicente_aven.

Como abogado, he sabido de diferentes denuncias que han hecho padres de adolescentes, a quienes les hackearon cuentas o dispositivos, extrayendo y difundiendo video o imágenes con contenido sexual de ellos mismos. Es obvio que debe castigarse a quienes exhiben esto, pero también tenemos que cuestionar el por qué personas de ambos sexos, quienes acaban de dejar la niñez, están realizando esas conductas, las cuales son realizadas por la libertad sexual que todos tenemos, pero que distan mucho de ser algo ejemplar, más cuando se es menor de edad.

En alusión al próximo 14 de febrero, tenemos que reflexionar que algunos problemas de pareja se vuelven problemas sociales, tales como los feminicidios, violencia intrafamiliar, deudores y deudoras alimenticios.

Bajo una perspectiva histórica, debemos entender que hay épocas con mayor apertura y otras con un gran conservadurismo moral, por ejemplo, una orgía romana sorprendería hasta los más libertinos de hoy, así que esto es una cuestión de ciclos. A los que tenemos más de 4 décadas y crecimos en provincia, nos ha tocado ver el paso de una normatividad estricta a una relajación en las conductas sexuales. Comprar condones era algo complejo hace unas 3 décadas y hoy se compran muy fácilmente.

En este sentido quiero hacer alusión a la virginidad, no como una condición orgánica, sino como un axioma que puede representar alguna utilidad. Evidentemente no es lo mismo para una mujer que para un varón, pero no hablaré de opiniones médicas o psicológicas, sino de actitudes sociales que se aplican a ambos géneros.

De ninguna manera asumiré una postura puritana y afirmar que la virginidad conservarse hasta el matrimonio, porque eso es algo fuera del contexto actual, pero como como cualquier axioma, puedo mencionar que, al menos, debe haber una pretensión de acercarse a él y los beneficios de esto.

Esto significa que algo se debe ver como deseable aunque no se cumpla como tal, en el caso de hoy, podríamos encontrar una actitud de moderación, selección y cuidado al tener relaciones sexuales, con lo cual se podrían evitar problemas tan manifiestos como los embarazos no deseados, contagio de ETS o la banalización de la sexualidad, la cual puede conducir al rompimiento de límites de conciencia que pueden afectar otras facetas de la vida humana.

Hoy en día es muy fácil encontrar sexo, pero muy difícil construir un verdadero amor, situación que se manifiesta en las muchas rupturas o situación que alcanzan la violencia, lo cual afecta a los integrantes de la pareja y a los hijos como tal, quienes tienen alta probabilidad de repetir patrones y así crear un círculo vicioso que se torna interminable y que afecta a la sociedad.

Como cualquier valor, la virginidad, el recato o decencia son valores que tiene un conjunto de personas, varones y mujeres, que los consideran importantes, así que despreciarlos o exaltarlos depende de esos mismos sujetos, sin hacer un juicio ético, radical y generalizado de esos axiomas.

Sin entran en números y detalles, puedo afirmar que cuando la sociedad mexicana y/o poblana era más conservadora, había menos feminicidios y embarazos no deseados, así que bien vale la pena reflexionar acerca del tema de hoy.

Podemos mencionar a los países desarrollados, donde la virginidad es vista como algo sumamente antiguo y donde la libertad sexual es patente, pero debemos recordar que los ciudadanos de esos lugares tienen un grado de responsabilidad y madurez muy superior al del Tercer Mundo, como es nuestro caso, por lo que la apertura que tanto se presume en México, puede ser un factor para un libertinaje que vemos con mayor frecuencia en adolescentes y jóvenes, quienes cada vez se ven menos promisorios y son víctimas de las circunstancias actuales y de sus propias irresponsabilidades.

Como artista y abogado, soy partidario del cortejo elegante, la sensualidad responsable y del amor conjugado con la admiración. Hasta la próxima semana.

@vicente_aven.