Podría ser un mero recurso propagandístico, pero la realidad es que los integrantes del cuarto de guerra poselectoral de Martha Erika Alonso manifiestan en corto una amplia confianza en los resultados del recuento de votos que realiza el Tribunal Electoral Federal y que podría concluir este mismo viernes.
Para ellos prácticamente no existe el recurso de demanda de nulidad que descansa bajo el brazo de los magistrados locales.
Con el recuento, argumentan, que hasta ayer por la tarde seguía favoreciendo a la gobernadora electa, no solo se ratificarán los números oficiales del 1 de julio sino que se legitimará la entrega de la constancia de mayoría que se llevó a cabo el 8 de julio, pese a las insistentes acusaciones de barbosistas y morenistas.
No descarte entonces que Alonso, que por prudencia ha mantenido un bajo perfil a raíz de la disputa poselectoral, retome sus actividades públicas con fuerza a partir de la próxima semana, una vez que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación haga el anuncio de los resultados del recuento.
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Andrés Manuel López Obrador borró a Puebla de su gira del agradecimiento.
El mismo presidente electo declaró a los reporteros de la fuente que no vendría al estado para evitar una reunión con el gobernador, José Antonio Gali Fayad, dada la existencia de un conflicto poselectoral que tiene a Morena, su partido, como uno de los protagonistas.
Eso ya lo sabía usted.
Lo que seguramente no sabía es que José Antonio Gali es uno de los 500 invitados a la boda que este sábado celebrarán en Puebla César Yáñez Centeno y Dulce María Silva Hernández, de la que López Obrador será testigo principal.
El gobernador fue un factor importante para la liberación de Silva, que dejó el penal de San Miguel en mayo de 2017 gracias al amparo de un juez de distrito y a voluntades políticas que no existieron en el pasado.
Si Gali va a la boda de Yáñez entonces no es enemigo directo de AMLO, aun con el pleito partidista a cuestas.
De otra forma no habría recibido la invitación.
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Mientras son peras o son manzanas, Enrique Doger Guerrero ya se alista para repetir como candidato a gobernador del PRI en una hipotética nueva elección.
El exrector de la BUAP y expresidente municipal de Puebla traza planes, dibuja escenarios y trata de convencer a sus interlocutores acerca de las posibilidades de salir victorioso (¿?) en una segunda confrontación por la gubernatura.
En efecto, el excandidato del PRI no oculta sus intenciones.
Las hace públicas y las describe con la exactitud de quien tiene la certeza de lo que está por ocurrir.
Opinar sobre la hiperactividad de Doger, que resultó muy dañado en su credibilidad tras la contienda pasada, sería llevar las especulaciones al extremo.
Primero habrá que ver qué deciden los tribunales electorales.
@jorgerdzc
Correo: jrodriguez@elsoldepuebla.com.mx
